Tras extenuantes jornadas, parte del equipo de trabajo del nosocomio logra darse leve respiro
Martes 25 de agosto de 2020, p. 2
En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) no sobraron camas. Más bien hace falta personal médico y de enfermería, porque con los 2 mil 700 trabajadores que actualmente integran la plantilla, se garantiza la atención de hasta 175 enfermos de Covid-19 en terapia intensiva, como fue en las semanas de mayor intensidad en la transmisión del coronavirus, afirmó Justino Regalado, subdirector de Atención Médica de Neumología.
Destacó que el instituto se convirtió en un hospital de terapia intensiva para enfermos graves, los que llegaban ahogándose
, y directamente pasaron a ser conectados a un ventilador. Estos pacientes requieren de una enfermera que no se puede distraer con nada.
Por esa razón aunque en el INER hay 200 camas censables (de hospitalización), no es posible, por ahora, disponer de la totalidad para terapia intensiva, a menos que lleguen nuevos trabajadores. El problema, dijo, es que ya no hay
. La convocatoria del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) sigue abierta y hasta ahora sólo en el INER han sido evaluadas mil 60 personas, de las cuales se quedaron alrededor de 700.
En entrevista, el funcionario comentó que sólo para mantener el actual nivel de operación se requieren de 10 a 15 médicos especialistas adicionales, otro número similar de médicos generales y unas 50 enfermeras. Eso permitiría equilibrar las plantillas de los seis turnos con que funciona el nosocomio y que se puedan autorizar periodos vacacionales para quienes se han mantenido en sus puestos durante la pandemia.
Señaló que en las semanas recientes bajó la ocupación hospitalaria en 30 por ciento y algunos trabajadores están descansando. El pasado domingo había 118 pacientes internados, de los cuales 84 recibían apoyo con ventilación mecánica asistida. En mayo y junio, la cifra de hospitalizados llegó hasta 150, de los cuales entre 90 y 100 tenían un ventilador.
La demanda de atención disminuyó, pero si llegara una nueva oleada de Covid-19 o en octubre la de influenza, se necesitará de más personal.
En el actual periodo, además de la disminución en el número de camas ocupadas, Regalado comentó que los enfermos llegan en condiciones de menor gravedad. Aunque todavía hay personas que antes de ir al hospital acudieron con médicos generales o se automedicaron, a nivel general parece que la población ya reconoce mejor los síntomas, acude a los hospitales en forma temprana, con lo que aumentan la posibilidades de lograr una pronta recuperación, incluso que no se requiera la hospitalización o de que no entren al INER, sino referirlos a otras unidades, como el hospital temporal en el Centro Banamex o alguno otro para enfermos leves o moderados.
La atención médica oportuna también facilita identificar a los contactos del paciente y cortar la cadena de contagios. El especialista recordó que hasta hace dos meses, lo más frecuente era que los afectados llegaban respirando “como hacen los peces cuando los sacan del agua.
Todos estamos aprendiendo y las personas de menores recursos económicos, que son las que llegan al INER, también
. Ahora comprenden la importancia del uso del cubrebocas, de estar atentos y si tienen síntomas de enfermedad, que no deben esperar demasiado.
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