Aseguran dirigente de Familia Pasta de Conchos que el Gobierno federal y empresarios mantienen esquema de simulaciones
Foto: Zócalo | Staff
Saltillo Coah.- Que todo cambie para que todo siga igual. Es la percepción de Cristina Auerbach, quien dirige la organización Familia Pasta de Conchos, para quien las nuevas reglas de operación en la compra de carbón son solamente una simulación.
Mientras los productores del carbón que es vendido a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) argumentan errores en las especificaciones técnicas establecidas por la paraestatal, Auerbach, quien denuncia que 14 familias están acaparando la compra de este mineral en la Región Carbonífera de Coahuila, señala que tanto los empresarios como el Gobierno federal se han obstinado en mantener un esquema de simulaciones en el que finalmente, se mantienen las viejas prácticas de la tan cuestionada Productora para el Desarrollo Minero de Coahuila, la Prodemi, que se volvió una intermediaria entre los carboneros y la CFE hace más de tres lustros.
Pero no solo la activista tiene esa percepción. Eduardo Aguirre Jiménez, presidente de la Unión Nacional de Auténticos Mineros (U.N.A.M.), señala que pidió al Servicio Geológico Mexicano, encargado de hacer el padrón de productores para la CFE, que le proporcionara la lista de productores aprobada, con el fin de verificar que no hubiera empresas fantasma o prestanombres, sin embargo se le negó.
De acuerdo con Auerbach, el proceso implementado este año por la CFE, estuvo lleno de errores y omisiones que permitieron que a pesar de las nuevas reglas, se mantuvieran los mismos vicios.
Aguirre Jiménez insistió en que el haber ignorado la opinión de las asociaciones, provocó que hubiera situaciones cuestionables en los procesos de compra, por lo que considera que deberían ser tomados en cuenta solo para “palomear” las listas.
Entrarían grandes ‘al quite’
Uno de los argumentos de la Comisión Federal de Electricidad cuando anunció la compra de los 2 millones de toneladas, fue que se había beneficiado a los pequeños productores, asignándoles la mayor parte de las adquisiciones a ellos.
Según el esquema que anunció Miguel Alejandro López López, coordinador de Administración y Servicios de la CFE durante una conferencia virtual, el 28.64% de estas compras, es decir, 527 mil 850 toneladas, sería para microproductores, 44.43%, es decir, 888 mil 517 toneladas a pequeños productores, y el resto a medianos y grandes. De esta forma, 73% del total de la compra iría a un grupo de 39 micro y pequeños
productores.
El senador por Morena Armando Guadiana Tijerina, uno de los empresarios mineros más prósperos de Coahuila, dijo que fue una distribución justa.
La aparente buena voluntad del Gobierno y la CFE de beneficiar a los productores más pequeños, podría resultar perjudicial para los mismos: al no poder cumplir con las especificaciones y las cantidades exigidas, estos podrían fungir como intermediarios, comprando el carbón a productores más grandes y vendiéndolo a la Comisión, o bien hacerse a un lado, dejando el mercado abierto para que los grandes productores puedan hacer negocios con la paraestatal dirigida por Manuel Bartlett.
De acuerdo con Aguirre Jiménez, la semana que entra, de los 75 productores, aproximadamente 20 no podrán cumplir con la proveeduría de la CFE, lo que motivaría a que se lanzara una nueva convocatoria para poder cumplir con la demanda de 2 millones de toneladas de la paraestatal.
-¿Qué es lo que harán las uniones de productores para satisfacer esa demanda y que no en un siguiente contrato les baje las cantidades de la compra?
La famosa lista de proveedores es un misterio, la Comisión Federal de Electricidad no ha transparentado a quiénes les va a comprar el carbón, y por lo tanto, también se convierte en un problema de seguridad.
Los mineros, pobres y sin expectativa
La activista señala que la situación real para los mineros es difícil, y difícilmente cambiará con la reactivación de las compras. Dice que el argumento de que los mineros se están muriendo de hambre, es una campaña de chantaje de los dueños de las empresas, que nunca han detonado el desarrollo de la región, y solo se han enriquecido acumulando las ganancias obtenidas con el sufrimiento de los mineros.
Dijo que desde 2009, que ella vive en la región, las viviendas y las casas de los mineros parecen las mismas desde hace una década, y que los trabajadores no tienen la oportunidad de escalar socialmente.
Mientras los productores del carbón que es vendido a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) argumentan errores en las especificaciones técnicas establecidas por la paraestatal, Auerbach, quien denuncia que 14 familias están acaparando la compra de este mineral en la Región Carbonífera de Coahuila, señala que tanto los empresarios como el Gobierno federal se han obstinado en mantener un esquema de simulaciones en el que finalmente, se mantienen las viejas prácticas de la tan cuestionada Productora para el Desarrollo Minero de Coahuila, la Prodemi, que se volvió una intermediaria entre los carboneros y la CFE hace más de tres lustros.
Pero no solo la activista tiene esa percepción. Eduardo Aguirre Jiménez, presidente de la Unión Nacional de Auténticos Mineros (U.N.A.M.), señala que pidió al Servicio Geológico Mexicano, encargado de hacer el padrón de productores para la CFE, que le proporcionara la lista de productores aprobada, con el fin de verificar que no hubiera empresas fantasma o prestanombres, sin embargo se le negó.
“Se portó muy bien la gente del Servicio Geológico Mexicano, y el delegado Carlos Rivera, se portó excelente, nada más que yo les solicité la lista antes de que ellos la pasaran a Comisión pues para darle una checada, tampoco es que sea yo alguna autoridad, pero a lo mejor se pudo haber evitado estas cosas que están sucediendo, o estas empresas fantasmas o estas empresas que sabemos que son de familiares y que tienen contratos de tres, cuatro personas y bueno, pues se pudieron haber evitado”, compartió.
De acuerdo con Auerbach, el proceso implementado este año por la CFE, estuvo lleno de errores y omisiones que permitieron que a pesar de las nuevas reglas, se mantuvieran los mismos vicios.
“Lo que hicieron fue que aunque les propusieron reglas de juego nuevo, reglas de juego que fueran transparentes, pues la gran mayoría de ellos siguió apostando al mismo esquema de Prodemi, es decir, una familia mete tres, cinco, siete, ocho empresas con diferentes prestanombres, pero que pertenecen al mismo núcleo familiar.
“Por otro lado está que cuando CFE hace la presentación del esquema de compra, no es una licitación, sino es una adjudicación directa, no se va a licitar nada, y la misma CFE dice que de las 75 empresas solamente 14 cumplen, es decir, tenían 60 que no cumplieron, pero hasta donde yo sé, ahorita han firmado más de 60”.
Aguirre Jiménez insistió en que el haber ignorado la opinión de las asociaciones, provocó que hubiera situaciones cuestionables en los procesos de compra, por lo que considera que deberían ser tomados en cuenta solo para “palomear” las listas.
Entrarían grandes ‘al quite’
Uno de los argumentos de la Comisión Federal de Electricidad cuando anunció la compra de los 2 millones de toneladas, fue que se había beneficiado a los pequeños productores, asignándoles la mayor parte de las adquisiciones a ellos.
Según el esquema que anunció Miguel Alejandro López López, coordinador de Administración y Servicios de la CFE durante una conferencia virtual, el 28.64% de estas compras, es decir, 527 mil 850 toneladas, sería para microproductores, 44.43%, es decir, 888 mil 517 toneladas a pequeños productores, y el resto a medianos y grandes. De esta forma, 73% del total de la compra iría a un grupo de 39 micro y pequeños
productores.
El senador por Morena Armando Guadiana Tijerina, uno de los empresarios mineros más prósperos de Coahuila, dijo que fue una distribución justa.
“Todos los que calificaron de acuerdo con la investigación que hizo la Secretaría de Minas y el Servicio Geológico Mexicano, ellos fueron los que calificaron las compañías y personas físicas que sacaron, los demás no calificaron porque eran coyotes y prestanombres”.
La aparente buena voluntad del Gobierno y la CFE de beneficiar a los productores más pequeños, podría resultar perjudicial para los mismos: al no poder cumplir con las especificaciones y las cantidades exigidas, estos podrían fungir como intermediarios, comprando el carbón a productores más grandes y vendiéndolo a la Comisión, o bien hacerse a un lado, dejando el mercado abierto para que los grandes productores puedan hacer negocios con la paraestatal dirigida por Manuel Bartlett.
De acuerdo con Aguirre Jiménez, la semana que entra, de los 75 productores, aproximadamente 20 no podrán cumplir con la proveeduría de la CFE, lo que motivaría a que se lanzara una nueva convocatoria para poder cumplir con la demanda de 2 millones de toneladas de la paraestatal.
-¿Qué es lo que harán las uniones de productores para satisfacer esa demanda y que no en un siguiente contrato les baje las cantidades de la compra?
“Al productor grande se le dio muy poco volumen, entonces esos 2 millones de toneladas la parte que no se va a surtir yo creo que se debe volver a licitar por parte de Comisión y así los grandes productores entrar en esa etapa de volver a contratar ese tonelaje que no se va a surtir”, aseguró Eduardo Aguirre.
La famosa lista de proveedores es un misterio, la Comisión Federal de Electricidad no ha transparentado a quiénes les va a comprar el carbón, y por lo tanto, también se convierte en un problema de seguridad.
“Mientras CFE no transparente esa lista, porque además circulan y circulan listas sin saber exactamente cuál es la que tienen, la CFE se va a querer escudar como lo ha hecho todos estos años, y echarle la culpa a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social si pasa alguna desgracia, pero en realidad ni siquiera a estas alturas se le ha notificado a la Secretaría del Trabajo cuál es la lista de empresas y cuáles son los centros de trabajo. Porque hay centros de trabajo que aunque los presente una nueva empresa, ya están restringidos”, dijo Auerbach.
Los mineros, pobres y sin expectativa
La activista señala que la situación real para los mineros es difícil, y difícilmente cambiará con la reactivación de las compras. Dice que el argumento de que los mineros se están muriendo de hambre, es una campaña de chantaje de los dueños de las empresas, que nunca han detonado el desarrollo de la región, y solo se han enriquecido acumulando las ganancias obtenidas con el sufrimiento de los mineros.
“Ellos están aprovechando ese discurso y esa situación para decir ‘es que es urgente que nos den contratos’, cuando todos los años que han tenido contratos eso no ve reflejado en ninguno de los pueblos mineros. ¿Dónde está todo el dinero que han ganado desde el año 2003 en el que se inventó la Prodemi y se empezó a comprar este carbón?”.
Dijo que desde 2009, que ella vive en la región, las viviendas y las casas de los mineros parecen las mismas desde hace una década, y que los trabajadores no tienen la oportunidad de escalar socialmente.
“A mí ese discurso de Armando Guadiana diciendo que él es hijo de un trabajador minero que luchó y se esforzó y por eso ahora tiene toda esa riqueza me parece un absurdo, me parece que tendría qué explicar no la fortuna que tiene ahorita, sino los 10 primeros millones de dónde los sacó, porque yo no veo ningún trabajador minero pueda, ya no digamos obtener los recursos para tener un rancho, para poner su propio negocio y que sea exitoso… no, no, que tenga la esperanza de vida de que en un mes trabajando en esas minas va a seguir teniendo empleo”.
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