Son los principales importadores de combustibles de Texas…
RAÚL A. RUBIO CANO
Agosto 25 de 2020
Hoy martes llega la tormenta “Marco” a Luisiana y de ahí su impacto pasará hasta Houston, Texas y ya, desde hace días, una gran cantidad de contaminantes de la industria petroquímica de esa zona de Texas, están llegando al noreste mexicano y golpeando a la Sierra Madre Oriental; el próximo jueves, llegará también la tormenta Laura, esa sí va directa sobre Houston y seguirán llegando los aires contaminados de la industria petroquímica, pozos petroleros y del fracking. Para que usted pueda estar informado al día de estos movimientos de vientos desde Texas o del Este Norteamericano con todo lo que ello tenga de contaminantes y su arribo a las montañas de la sierra Madre Oriental, donde en el caso de Nuevo León, el área metropolitana de Monterrey, asentada en el Valle de la Extremadura, es una zona que obviamente captura estos nocivos vientos del sureste norteamericano, obsérvese earth.nullscholl.net/ y lo podrá comprobar por usted mismo. Por esta realidad de fuentes externas a la contaminación del área metropolitana, comentábamos en pasado Monitor Político (1/4/2020): “Lo anterior nos da una idea de que a las mil 500 toneladas de contaminantes que se generan en el área metropolitana de Monterrey, habría que sumarle las miles de toneladas altamente peligrosas que llegan de los vecinos del Norte y, es ese ‘coctel respiratorio de la muerte’ el que ha incrementado –sin olvidar que en el área metropolitana, padecemos dos terceras partes de los días del año, de inversiones térmicas- un escenario difícil ya de esconder en los medios de comunicación sobre el incremento de las enfermedades respiratorias, cánceres y demás afectaciones del aparato respiratorio, circulatorio y del sistema nervioso, así como, el correlato de miles y miles de muertes atribuidas a la contaminación cada año. El último frente frío que empezó a llegar el sábado pasado, fue muy severo, porque vecinos del rumbo de La Estanzuela en el municipio de Monterrey, en las calles de Paseo del Acueducto y Santa Anita, nos informan de la muerte repentina de gorriones y palomas a media mañana. Prueba aún de lo grave de esas aves, es que los gatos, propiedad de esos vecinos, no se las comieron (tal vez su instinto les indicó los peligros de ingerir tales aves). Igualmente, llama la atención que habitantes de la región citrícola nos comunican que, desde hace dos años, prácticamente el Cenzontle ha desaparecido. Todo guarda una lógica, porque las nubes tóxicas de una contaminación agravada por la relajación de controles ambientales durante el gobierno de Donald Trump en la Unión Americana, hoy se ha vuelto más beligerante su impacto en nuestro territorio. Así que el problema de la contaminación que padecemos, no es causado solamente por fuentes locales; sino, el problema se ha convertido en un asunto de geopolítica y es así como debe de entenderse y atacarse”…”Igualmente, puede consultar el Monitor Político del 9 de diciembre de 2019, sobre este tema con agregados como los de la llegada de las arenas del desierto del Sahara y la visión miope del Centro Mario Molina, para sólo tratar fuentes internas a la contaminación del aire metropolitano, mediante jugoso contrato y olvidar los impactos contaminantes de los frentes fríos de Norteamérica o las arenas del Norte de África -que después de fertilizar la selva Amazónica- llegan al Caribe e impactan la Sierra Madre sampetrina, todo explicado en referencia a la visita a la ciudad, de Dolores Barrientos, coordinadora de ONU Medio Ambiente. Hoy, el problema ya no es sólo reconocer el impacto y dinámicas de las fuentes internas que contaminan el aire del área metropolitana de Monterrey; sino las fuentes externas, como el caso de los aires contaminados del Este Norteamericano (Nueva York) y Sur de Texas…” Por todo ello, suena ridículo o de muy negros intereses, la postura del Observatorio del Aire que dirige Alfonso Martínez y el mismo Manuel Vital, secretario de Desarrollo Sustentable del gobierno Bronco o, las campañas de la prensa Fifí, para atribuirle a la contaminación del aire de Monterrey, con gran peso y hasta pedir su clausura a la refinería de PEMEX Cadereyta, más ahora, que se busca que opere al 100 por ciento, cuando los bandidos Neoliberales la llevaron a operar al 30 por ciento de su capacidad. Obviamente, va quedando que más que contaminación de esta refinería en Cadereyta –y pegan el grito hasta ahora, en los 36 años de Neoliberalismo feroz, prácticamente antes nunca dijeron nada- porque se busca afectar la política energética de la 4T, ya que hay interés de Regios en refinerías y demás industria petroquímica de Houston y, no digamos el comercio de gasolina texana por los truculentos de FEMSA, Súper 7 y demás traficantes de combustibles; el que PEMEX Cadereyta funcione al 100, los manda al carajo regionalmente y por eso, bajo el magnificar la bandera de la contaminación de esa empresa de la Nación, se busque como dice el Presidente: seguir mandando naranjas que sembramos a Texas, para comprarles el jugo, pudiendo aquí tener las naranjas y procesar su jugo en territorio nacional. Señor Presidente López Obrador: que la UIF investigue quienes son los dueños Regios (como CEMEX) que tiene refinerías e industrias petroquímicas en Texas, y también, quiénes son los “Zares de la importación de combustibles” y verá por qué ahora hasta el gobierno Bronco y legisladores del PRIAN, de la noche a la mañana, se volvieron “ambientalistas”. ¡Órale! raurubio@gmail.com
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