Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Agosto 25 de 2020
Se cumple una década de aquel estremecedor exterminio, un holocausto impune de 58 hombres y 14 mujeres torturados y aniquilados con saña, personas que siguen vivas en el recuerdo de sus familias y en el de los defensores de los derechos humanos, personas a las que la justicia mexicana, de las 2 anteriores administraciones federales mantuvieron en un proceso judicial abierto pero impune.
Los Zetas grupo de la delincuencia organizada, uno de los más feroces e inclementes asesinaron a los 72 migrantes en San Fernando Tamaulipas, el 24 de agosto de 2010, fue la primera masacre de migrantes centroamericanos de las que se tiene noticia, el suceso dio la vuelta al mundo.
Fabienne Joelle Marie Cabaret, de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho que da seguimiento a 7 de las familias de los masacrados, afirma que no hay ninguna sentencia, a pesar de que las autoridades consignaron a 15 personas por homicidio múltiple, aún no se reconoce a 9 de las víctimas; 63 fueron identificados, pero al parecer las autopsias no fueron precisas y subsisten dudas en las familias de las víctimas de que los restos que les fueron entregados sean los correctos.
Expone la abogada Cabaret que no se han establecido las rutas de búsqueda que permitan el esclarecimiento del caso. “Las circunstancias del hallazgo, tiempo de muerte de las víctimas y número de sobrevivientes siguen generando dudas y aún hoy no se tiene certeza sobre el número de sobrevivientes y faltan por identificar 8 hombres y una mujer”.
Además, la defensora explica que el Estado no había investigado sobre la prevención y comisión de los hechos acerca del secuestro de migrantes, incidentes que ya habían sido reportados por la CNDH.
La Fundación Justicia acompaña y asesora a las familias de las víctimas que hacen oír su voz y claman por la verdad y la reparación del daño, además manifiestan, “son 10 años, pero para nosotros es como si fuera hoy, por eso pedimos que el caso se esclarezca y que haya verdad y justicia, no habrá olvido seguiremos en lucha”. Según Cabaret, la macro criminalidad transnacional es evidente y a pesar de ello no hay una investigación exhaustiva.
En el marco del décimo aniversario, activistas, familiares y víctimas colocaron un anti monumento en Avenida Paseo Reforma de la CDMX, frente a la Embajada de Estados Unidos.
Por su parte, en la conmemoración de una década de la masacre el presidente López Obrador manifestó que enviará al Senado de la República una iniciativa para que la ONU pueda intervenir en los casos de desaparición forzada y la violación a los derechos humanos, asuntos que no habían sido aceptados por parte de México, señaló que las investigaciones deben seguir abiertas hasta que se esclarezcan los esos hechos.
La masacre de 72 migrantes en San Fernando, –los mismo que la de Cadereyta, las fosas clandestinas de Tamaulipas y los más de 70 mil desaparecidos– son parte de la deuda histórica que dejaron el expresidente Felipe Calderón Hinojosa con su ‘guerra contra el narcotráfico’ que usó como instrumento para legitimarse y también de la administración del priista Enrique Peña Nieto, pues en ambos gobiernos se sentaron las bases de la impunidad en estos casos.
Posdata
Cuidemos el agua, reusémosla porque en Saltillo el agua es poca y a todos nos toca, es un tesoro que no podemos desperdiciar, por tu sobrevivencia amala y cuídala.
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