martes, 4 de agosto de 2020

Blanca Jiménez Cisneros, directora de CONAGUA, cuestionable actuación en pago de agua a USA…


RAÚL A. RUBIO CANO

Julio 31 de 2020

Entender el caso de la disputa del agua de los productores agrícolas de Chihuahua contra las acciones de CONAGUA, para cumplir deuda en el tratado de Aguas con Estados Unidos que data desde 1944, es un hecho social y político que hay que ir como los cangrejos: de adelante para atrás. Empecemos: El incendio de vehículos oficiales, policiacos y oficinas de CONAGUA y gobierno de ese estado, en las ciudades de Camargo, Saucillo y Delicias (El Norte, Nacional p 2. 30/7/2020), llama la atención que aunado a otras informaciones de medios locales de esas poblaciones, los cuerpos policiacos municipales, estatales y federales, no intervinieron para detener a los vándalos, lo cual hace suponer que el propósito de desatar un conflicto entre el pueblo y sobre todo, el gobierno de la 4T: se cebó (y que parece ser, fue la última oportunidad de las “macabros provocadores” que buscaban tal acción, antes de que ya no hubiera motivos debido a la llegada de las aguas de la tormenta tropical Hanna, en la parte noreste del país y sur de Texas, porque lo que sobra ahora: es agua). Ya habíamos anunciado (Monitor Político 7/2/2020) que esa acción de pago de deuda de agua que se buscaba saldar por CONAGUA con Texas, había sido perfilada desde las mismas oficinas de esa dependencia federal (con apoyo de medios internacionales el 5 de febrero del 2020 en el New York Times, Washington Post y el US News, no digamos, la prensa nacional y local), por un equipo de funcionarios dependientes del anterior gobierno Neoliberal como Víctor Alcocer Yamanaka y Alfredo Ocón y que habían estado bajo las órdenes de David Korenfeld, todo un personaje representante de los interese más oscuros de los dueños del agua del mundo (Ya el geopolítico, Alfredo Jalife, ha hablado ampliamente de la razón de ser de Korenfeld en México y sus vínculos con el sionismo rapaz en materia del agua). La llegada al poder del país del presidente Manuel López Obrador, trajo supuesto cambio de directivos en CONAGUA, llegando la ingeniera ambiental, Blanca Jiménez Cisneros. Su currículum es el de una muy activa académica en materia de manejos del agua; sin embargo, una oscura historia por conocerse en su camino profesional, está aún por destaparse desde los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, Claudia Sheinbaum y el mismo patriarca de CONAGUA, David Korenfeld; realidades que cuestiona mucho su capacidad para afrontar una deuda hídrica desde el gobierno de Peña, en el ciclo 34 de entrega de agua a USA, por 325 Millones de metros cúbicos que, “a chaleco” Alcocer Yamanaka y compañía, querían sacarle a los productores agrícolas de Chihuahua el pasado febrero, cuando los pagos de agua son en octubre. Surge la pregunta: ¿Cómo es posible que la anterior administración de CONAGUA sea ahora la que quiere cobrar esa agua, cuando ellos mismos no supieron qué hacer al respecto en el gobierno de Peña con el “huachicoleo” del agua y la desorganización de esa dependencia en todo el país? Así que, sobre esta base de mala administración federal del agua, lejos de encontrar soluciones mediante un diálogo verdadero y apegándose a los ciclos en que se paga el agua (y no en febrero, sino en octubre), buscaron meter a la Guardia Nacional en el conflictos con los productores de Chihuahua para abrir las compuertas de la presa La Boquilla y hasta –el “acomedido” de El Bronco- le sacaron 100 Mm3 de agua de Nuevo León, de la presa El Cuchillo, cuando el río San Juan no va en ese pago a Texas –realidad que equivocadamente Blanca Jiménez expuso ayer en el programa televisivo de Desarrollo Social de la 5 pm, para hablar del caso Chihuahua-. En fin, ayer la directora de CONAGUA concluyó que no se afectaría la dotación de agua a los chihuahuenses; una realidad que se acordó antier entre Usuarios de Distritos de Riego del estado de Chihuahua y el gobierno de ese estado, pero, en la noche los incendios se desataron. Todo parece ser que soluciones hay, pero por lo visto, una mano negra y engaños al Presidente López Obrador campean desde una camarilla perversa en CONAGUA, lamentablemente, incluyendo a su directora para desgastar al gobierno de la 4T. Más pruebas de los estragos de esa administración de CONAGUA y de su directora, están en el “madruguete” para la autorización “en automático” de 531 mil concesiones de aguas nacionales, antes de que llegue la nueva Ley de Aguas y que ya denunció Agua para Todos, Agua para la Vida (Monitor Político 28/7/2020). En nuestro caso, Nuevo León, la señora Jiménez, no ha tenido el valor profesional, no digamos cívico y de respeto a los principios de la 4T (No robar, no mentir, no traicionar), para parar de una vez por todas la Presa Libertad y ya no seguir mandando dinero para que les arreglen los caminos a los ranchos de El Bronco y Medina (como lo señalan los mismos campesinos); cientos de millones de pesos (dineros del pueblo) han llegado de la Federación para tal fin, por eso, ya los campesinos afectados, solicitaron al Congreso de la Unión la intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para investigar ese “adefesio hídrico” que va a supuestamente traer 1.6 M3/seg de agua con estiércol de criaderos de ganado (cuando lo que nos sobra en Monterrey es agua subterránea de excelente calidad); igualmente destruyendo decenas de asentamientos humanos de 13 mil años de antigüedad y la vida de 500 familias de campesinos que habitan ejidos donde será el vaso de ese presa, no digamos la destrucción de ecosistemas y privar de agua a poblados de Tamaulipas. También, el delegado de CONAGUA en Nuevo León, ha sido complaciente, además de esa obra, con la posible privatización de los terrenos del río Santa Catarina que brinda mil 300 millones de dólares al año de servicios ambientales a la contaminada área metropolitana de Monterrey, o la pérdida de los cerca de 800 millones de pesos anuales a la Federación, en cobro de agua por cambio en el Acuífero Monterrey de Zona 4 a Zona 3, por los “hijos” de Korenfeld; en fin, por lo visto a la ingeniera ambiental Blanca Jiménez, le queda muy grande su puesto de directora de CONAGUA o de plano, tendrá que zafarse de una camarilla del antiguo régimen Neoliberal, dirigidos desde quien quiso ser el Zar del agua pública y privada, el judío David Korenfeld, que sólo conflictos le vienen generando al Presidente de la República y, afectando a millones de personas y múltiples ecosistemas de la cuenca del bajo Río Bravo ¡Órale! raurubio@gmail.com

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