La familia de Diego Fernández de Cevallos espera que el político, emblemático del PAN, sea entregado por sus captores durante la primera semana de noviembre; habrían pagado una suma superior a los 20 millones de dólares
Jueves 14 de octubre de 2010
Francisco Reséndiz El Universal
francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
El abogado y ex senador Diego Fernández de Cevallos, quien permanece secuestrado desde el 14 de mayo pasado, será liberado por sus plagiarios en los primeros días de noviembre, revelaron fuentes cercanas a su familia.
Dijeron a EL UNIVERSAL que en días pasados se pagó un rescate superior a los 20 millones de dólares, aunque sin precisar el monto exacto del dinero que fue entregado a quienes lo mantienen en cautiverio.
Agregaron que tras recibir la suma acordada, los captores informaron a la familia del abogado queretano que en 40 días será entregado con vida, que se encuentra enfermo y deprimido, pero en condiciones estables “para que pueda seguir viviendo sin mayor problema”.
La familia de El Jefe Diego espera que el político, emblemático del Partido Acción Nacional (PAN), sea entregado por sus captores durante la primera semana de noviembre o los primeros días de la segunda semana del mismo mes.
Además, informaron que parte del rescate fue reunido con aportaciones del primer círculo de la familia —hijos y hermanos de Diego Fernández de Cevallos—, recursos y propiedades en garantía del propio ex candidato presidencial “y el apoyo de algunos amigos”.
Hoy, Diego Fernández cumple 153 días en cautiverio, luego de que fuera plagiado en su rancho La Cabaña, en el municipio queretano de Pedro Escobedo, a unos 40 minutos de la capital de ese estado.
Desde entonces los captores del político panista han hecho públicas sus peticiones en tres ocasiones, a través de redes sociales: el 19 de mayo, 26 de julio y 13 de septiembre.
La primera ocasión sucedió seis días después de su secuestro, la noche del 20 de mayo pasado, cuando empezó a divulgarse en las redes sociales una fotografía del político panista, donde aparecía con el torso desnudo, los ojos vendados y un letrero escrito a mano con fecha de 16 de mayo.
Luego de la divulgación de esa fotografía, desde la dirección de correo identificada como misteriosos.desaparecedores@yahoo.com, la familia del abogado pidió a las autoridades federales que dejaran de investigar para facilitar las negociaciones con los plagiarios.
Del secuestro, que cimbró a la clase política de México, no se volvió a tener noticia hasta el pasado 26 de julio, cuando sus captores enviaron una nueva fotografía del ex diputado con una carta manuscrita fechada el 10 junio y que estaba dirigida a su hijo Diego.
La última comunicación pública de los secuestradores del panista fue el 13 de septiembre. En esa comunicación los secuestradores hicieron público, nuevamente a través de las redes sociales, un comunicado en torno al panista que decía:
“Edad: 69 años. Estatura: 1.70 metros. Peso: 65 kilos. Complexión: muy delgada. Tez: morena clara. Seña particular: cicatriz en la columna vertebral. Banco Nacional de Personas Extraviadas.
“Dicen que el Jefe Diego parecía virrey de la Nueva España y, en consecuencia, muchos querían verlo preso o, peor aún, muerto.
“Dicen que para todo fin práctico fungió como vicepresidente de México y, tras aquella noche en que su pasado lo alcanzó, no faltó quien quizo (sic) que se pudriera en los infiernos ni quienes lo alabaron por la doble hazaña, según, de ser un viejo güevudo (sic) y un cabrón bien hecho.
“Dicen que pudo haber sido objeto de venganza de algún grupo de poder o de particulares defraudados o ardidos, y se ignora si su misteriosa ‘desaparición’, vuelta luego ‘secuestro’, aparte de fines económicos, tuvo algún otro propósito, o si se trató de un intento de trueque del narcotráfico.
“Dicen que sus últimas fotos sólo mostraron los restos del hombre intocable y poderoso que fue, y que sembrador de vientos y cosechador de tempestades no se supo si fue víctima de una banda del crimen organizado, o de algún grupo poderoso del gobierno, o de alguna organización guerrillera.
“Gracias a la trayectoria personal y pública del Jefe Diego se seguirán diciendo muchas cosas y quizás todas quepan como líneas de investigación, desde que su familia lo abandonó y de que a sus propios amigos no les importó su suerte. ¿Seguiremos informando?”.
Lo firman “Misteriosos Desaparecedores”. Oficialmente la familia de Diego Fernández no ha hecho ningún pronunciamiento después de que solicitara a las autoridades mantenerse al margen de las negociaciones para lograr la liberación del ex candidato presidencial.
Jueves 14 de octubre de 2010
Francisco Reséndiz El Universal
francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
El abogado y ex senador Diego Fernández de Cevallos, quien permanece secuestrado desde el 14 de mayo pasado, será liberado por sus plagiarios en los primeros días de noviembre, revelaron fuentes cercanas a su familia.
Dijeron a EL UNIVERSAL que en días pasados se pagó un rescate superior a los 20 millones de dólares, aunque sin precisar el monto exacto del dinero que fue entregado a quienes lo mantienen en cautiverio.
Agregaron que tras recibir la suma acordada, los captores informaron a la familia del abogado queretano que en 40 días será entregado con vida, que se encuentra enfermo y deprimido, pero en condiciones estables “para que pueda seguir viviendo sin mayor problema”.
La familia de El Jefe Diego espera que el político, emblemático del Partido Acción Nacional (PAN), sea entregado por sus captores durante la primera semana de noviembre o los primeros días de la segunda semana del mismo mes.
Además, informaron que parte del rescate fue reunido con aportaciones del primer círculo de la familia —hijos y hermanos de Diego Fernández de Cevallos—, recursos y propiedades en garantía del propio ex candidato presidencial “y el apoyo de algunos amigos”.
Hoy, Diego Fernández cumple 153 días en cautiverio, luego de que fuera plagiado en su rancho La Cabaña, en el municipio queretano de Pedro Escobedo, a unos 40 minutos de la capital de ese estado.
Desde entonces los captores del político panista han hecho públicas sus peticiones en tres ocasiones, a través de redes sociales: el 19 de mayo, 26 de julio y 13 de septiembre.
La primera ocasión sucedió seis días después de su secuestro, la noche del 20 de mayo pasado, cuando empezó a divulgarse en las redes sociales una fotografía del político panista, donde aparecía con el torso desnudo, los ojos vendados y un letrero escrito a mano con fecha de 16 de mayo.
Luego de la divulgación de esa fotografía, desde la dirección de correo identificada como misteriosos.desaparecedores@yahoo.com, la familia del abogado pidió a las autoridades federales que dejaran de investigar para facilitar las negociaciones con los plagiarios.
Del secuestro, que cimbró a la clase política de México, no se volvió a tener noticia hasta el pasado 26 de julio, cuando sus captores enviaron una nueva fotografía del ex diputado con una carta manuscrita fechada el 10 junio y que estaba dirigida a su hijo Diego.
La última comunicación pública de los secuestradores del panista fue el 13 de septiembre. En esa comunicación los secuestradores hicieron público, nuevamente a través de las redes sociales, un comunicado en torno al panista que decía:
“Edad: 69 años. Estatura: 1.70 metros. Peso: 65 kilos. Complexión: muy delgada. Tez: morena clara. Seña particular: cicatriz en la columna vertebral. Banco Nacional de Personas Extraviadas.
“Dicen que el Jefe Diego parecía virrey de la Nueva España y, en consecuencia, muchos querían verlo preso o, peor aún, muerto.
“Dicen que para todo fin práctico fungió como vicepresidente de México y, tras aquella noche en que su pasado lo alcanzó, no faltó quien quizo (sic) que se pudriera en los infiernos ni quienes lo alabaron por la doble hazaña, según, de ser un viejo güevudo (sic) y un cabrón bien hecho.
“Dicen que pudo haber sido objeto de venganza de algún grupo de poder o de particulares defraudados o ardidos, y se ignora si su misteriosa ‘desaparición’, vuelta luego ‘secuestro’, aparte de fines económicos, tuvo algún otro propósito, o si se trató de un intento de trueque del narcotráfico.
“Dicen que sus últimas fotos sólo mostraron los restos del hombre intocable y poderoso que fue, y que sembrador de vientos y cosechador de tempestades no se supo si fue víctima de una banda del crimen organizado, o de algún grupo poderoso del gobierno, o de alguna organización guerrillera.
“Gracias a la trayectoria personal y pública del Jefe Diego se seguirán diciendo muchas cosas y quizás todas quepan como líneas de investigación, desde que su familia lo abandonó y de que a sus propios amigos no les importó su suerte. ¿Seguiremos informando?”.
Lo firman “Misteriosos Desaparecedores”. Oficialmente la familia de Diego Fernández no ha hecho ningún pronunciamiento después de que solicitara a las autoridades mantenerse al margen de las negociaciones para lograr la liberación del ex candidato presidencial.
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