Jorge Carrasco Araizaga
MÉXICO, D.F., 19 de octubre (apro).- Familiares de víctimas de la violencia del narcotráfico en Sinaloa se manifestaron este martes en la Plaza de la Constitución en la Ciudad de México ante la indiferencia de las autoridades estatales y federales para esclarecer la muerte de, por lo menos, 20 personas, incluidos menores de edad, ajenas a la llamada "guerra contra el narcotráfico" en la entidad.
Integrantes de la asociación Voces Unidas por la Vida se concentraron en el Zócalo para solicitar también que los reciba el gobernador electo de Sinaloa, Mario López Valdés, Malova, a quien desde hace más de un mes le pidieron audiencia sin que hasta la fecha les haya respondido.
De esas casi 20 muertes, la Procuraduría General de la República (PGR) sólo ha atraído un caso, el del adolescente Cristóbal Herrera, estudiante de primer año de preparatoria, asesinado en julio de 2008, cuando un grupo de sicarios incursionó en un taller mecánico en Culiacán y acribilló a nueve personas.
Cinco de los asesinados trabajaban en el taller donde presuntamente se clonaban patrullas. Cristóbal y otras tres personas estaban como clientes en el momento del ataque.
Alma Trinidad Herrera, madre de Cristóbal, dijo que después de dos años, apenas hace un mes la PGR atrajo el caso de su hijo por tratarse de delincuencia organizada.
En ese tiempo, la Procuraduría de Justicia de Sinaloa, no sólo no avanzó en la investigación de los hechos, sino que pretendió que los familiares de la víctima se desistieran de sus quejas ante las comisiones estatal y nacional de Derechos Humanos.
En la concentración estuvo el presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Sinaloa, Leonel Meza, quien explicó que la organización lleva una docena de casos. "Son pocos, pero eso no significa que no haya más víctimas inocentes. Lo que pasa es que la gente tiene miedo a hablar. Prefieren enterrar a sus muertos y ya no hacer nada para esclarecer las cosas, lo que quieren es que se acabe el asunto para no meterse con la autoridad y menos con las organizaciones" del narcotráfico.
El abogado aseguró que el operativo Culiacán-Navolato no ha parado la violencia en el estado. Al contrario, "hemos tenido momentos en que los asesinatos son de siete cada día".
En particular mencionó el caso de Navolato, donde surgió el clan de los Carrillo Fuentes, exintegrantes de la Federación Sinaloense y quienes durante años controlaron el tráfico de drogas en Ciudad Juárez.
Esa organización, consolidada por Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, protagoniza una violenta disputa con la organización de Joaquín El Chapo Guzmán, por el dominio de esa Ciudad Juárez, lo que la ha convertido en una de las más peligrosas del mundo.
Proceso
120/10/2010
MÉXICO, D.F., 19 de octubre (apro).- Familiares de víctimas de la violencia del narcotráfico en Sinaloa se manifestaron este martes en la Plaza de la Constitución en la Ciudad de México ante la indiferencia de las autoridades estatales y federales para esclarecer la muerte de, por lo menos, 20 personas, incluidos menores de edad, ajenas a la llamada "guerra contra el narcotráfico" en la entidad.
Integrantes de la asociación Voces Unidas por la Vida se concentraron en el Zócalo para solicitar también que los reciba el gobernador electo de Sinaloa, Mario López Valdés, Malova, a quien desde hace más de un mes le pidieron audiencia sin que hasta la fecha les haya respondido.
De esas casi 20 muertes, la Procuraduría General de la República (PGR) sólo ha atraído un caso, el del adolescente Cristóbal Herrera, estudiante de primer año de preparatoria, asesinado en julio de 2008, cuando un grupo de sicarios incursionó en un taller mecánico en Culiacán y acribilló a nueve personas.
Cinco de los asesinados trabajaban en el taller donde presuntamente se clonaban patrullas. Cristóbal y otras tres personas estaban como clientes en el momento del ataque.
Alma Trinidad Herrera, madre de Cristóbal, dijo que después de dos años, apenas hace un mes la PGR atrajo el caso de su hijo por tratarse de delincuencia organizada.
En ese tiempo, la Procuraduría de Justicia de Sinaloa, no sólo no avanzó en la investigación de los hechos, sino que pretendió que los familiares de la víctima se desistieran de sus quejas ante las comisiones estatal y nacional de Derechos Humanos.
En la concentración estuvo el presidente de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Sinaloa, Leonel Meza, quien explicó que la organización lleva una docena de casos. "Son pocos, pero eso no significa que no haya más víctimas inocentes. Lo que pasa es que la gente tiene miedo a hablar. Prefieren enterrar a sus muertos y ya no hacer nada para esclarecer las cosas, lo que quieren es que se acabe el asunto para no meterse con la autoridad y menos con las organizaciones" del narcotráfico.
El abogado aseguró que el operativo Culiacán-Navolato no ha parado la violencia en el estado. Al contrario, "hemos tenido momentos en que los asesinatos son de siete cada día".
En particular mencionó el caso de Navolato, donde surgió el clan de los Carrillo Fuentes, exintegrantes de la Federación Sinaloense y quienes durante años controlaron el tráfico de drogas en Ciudad Juárez.
Esa organización, consolidada por Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, protagoniza una violenta disputa con la organización de Joaquín El Chapo Guzmán, por el dominio de esa Ciudad Juárez, lo que la ha convertido en una de las más peligrosas del mundo.
Proceso
120/10/2010
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