martes, 2 de marzo de 2010

Montemayor en la mediación

Miguel Ángel Granados Chapa

Durante un año la Comisión mantuvo contactos con Gobernación hasta que la falta de voluntad en esa dependencia hizo que la Comed se disolviera, en abril pasado. Sus miembros, sin embargo, se mantuvieron en extremo interesados en el tema
Anteayer en la mañana Abraham González Uyeda telefoneó desde Guadalajara, donde ahora es diputado local, en busca de noticias sobre la salud de Carlos Montemayor, y supo entonces que el escritor había muerto. Por la noche, en el sepelio en la Academia Mexicana de la Lengua, entre los afligidos dolientes se encontraban Nadin Reyes y su hermano, hijos de Edmundo Reyes Amaya, desaparecido junto con Alberto Cruz Sánchez en mayo de 2007 y cuya presentación con vida era el objeto de la Comisión mediadora solicitada por el Ejército Popular Revolucionario, de la que Montemayor fue integrante y vocero. Si bien la interlocución de ese grupo de mediación y la Secretaría de Gobernación no produjo ningún resultado conducente al logro de su objetivo, la coincidencia de que el ex subsecretario con quien se comunicaron inicialmente los mediadores y la hija de una de las víctimas se manifestaran en torno a Carlos Montemayor, da cuenta de la sensibilidad humana con que actuó durante casi dos años el autor de La violencia de Estado en México, su libro postrero, que ya no vio circular.
El EPR, que inicialmente reaccionó con violencia ante la desaparición de sus militantes, e hizo estallar ductos de Pemex, cuyo daño generó pérdidas materiales muy graves pero, deliberadamente ninguna víctima, mudó su estrategia y en abril de 2008 solicitó explícitamente a cuatro personas, y a quienes designara el Frente nacional contra la represión, que mediaran ante el gobierno federal para lograr la aparición de los desaparecidos mencionados y comprometió una tregua al respecto. Durante un año la Comisión mantuvo contactos con la Secretaría de Gobernación hasta que la falta de voluntad en esa dependencia hizo que la Comed se disolviera, en abril pasado. Sus miembros, sin embargo, se mantuvieron en extremo interesados en el tema y ello los condujo a reconstituir y ampliar la Comisión, cuyo balance fue sumariamente presentado así por Montemayor en su libro mencionado, escrito a fines de junio pasado: "Para la Comisión de mediación, la solución positiva del conflicto que originó la desaparición forzada de ambos militantes eperristas hubiera sido un avance legal y político de gran relevancia en México. Pero la displicencia y el desdén del gobierno federal a los documentos de la Comed fue clara: de los 12 meses de labores de la Comisión, 11 meses aguardó en vano respuesta o análisis de los documentos del 13 de junio nueve meses esperó en vano respuesta a los documentos entregados el 14 de agosto y nueve meses aguardó en vano la ampliación de la interlocución con otras instancias del gobierno federal que no fueran la secretaría de Gobernación, particularmente la Sedena. El 21 de abril de 2009 la Comed decidió poner fin a sus labores".
Sus miembros, empero, no se dispersaron y por ello recibieron con interés la solicitud de los familiares de los desaparecidos de reconstituirse. Tuvieron en cuenta para llegar a un acuerdo positivo un comunicado del EPR del 16 de diciembre de 2009 y uno de Gobernación del 6 de enero siguiente. El 11 de enero resolvieron integrarse de nuevo, pero como lo dijo el propio Montemayor, "diferenciamos la existencia de la Comed, por un lado, y la existencia (o inexistencia) de una mesa de diálogo que no (fuera) solamente declarativa".
Había razones para el escepticismo de los mediadores. Al comenzar este año, por casualidad supieron de la respuesta de la Sedena a una solicitud de información sobre los documentos de la Comed de las fechas anotadas, y sus respuestas. "... la firmó el general de brigada, diplomado de estado mayor Luis Arturo Oliver Cen, con fecha 30 de abril de 2009 y número de folio 34307. Dice así: 'En este contexto y de conformidad con los artículos 46 de la Ley federal de transparencia y acceso a la información pública gubernamental y 70 de su reglamento, se hace de su conocimiento que después de haber efectuado una búsqueda exhaustiva en el Estado mayor de la Defensa nacional, no se localizó la información solicitada, razón por la cual se confirma su inexistencia'.
"Para la Comed...la afirmación del general Oliver Cen sobre la inexistencia de nuestro documento es inadecuada. Por un acuerdo sostenido con la secretaría de Gobernación expresado en documentos del 24 de noviembre y primero de diciembre de 2008, aceptamos que esa dependencia fuera el canal que transmitiera nuestros planteamiento a otras instituciones del gobierno federal, particularmente la Sedena...Entregamos las nueve preguntas mencionadas en un documento de cinco cuartillas a la secretaría de Gobernación el 24 de febrero de 2009 y el 8 de abril volvimos a enviarlas al subsecretario Jerónimo Gutiérrez...porque se le habían extraviado.
"La respuesta del general Oliver Cen es concluyente: no recibió nuestro documento. O sea, la secretaría de Gobernación incumplió el acuerdo establecido con la Comed, de transcribir nuestras preguntas a la Sedena, un ejemplo cabal de la poca disposición de avanzar en el diálogo de la mediación" (La Jornada, 14 de enero de 2010).
Como efecto de ese artículo Carlos Montemayor y autoridades militares entraron en comunicación telefónica sin que ella implicara avance sustantivo alguno. Eso ocurrió en la segunda quincena de enero, cuando el vocero de la Comed enfrentaba ya el mal que le produjo la muerte. Todavía pudo participar, sin embargo, en la preparación de una jornada que se consumará mañana, sobre desapariciones forzadas, su preocupación postrera.
Reforma02/03/2010

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