Tan porro e intolerante como su protector, Rubén Moreira Valdez
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Torreón, Coahuila.- Cuentan
contemporáneos de Miguel Ángel Riquelme Solís en el Instituto Tecnológico
Regional de La Laguna (ITRL), que el ahora alcalde de Torreón, siempre fue un
haragán ambulante entre las jardineras y pasillos de la escuela, sin
preocupación alguna por cursar las materias a las que se inscribía; las
asignaturas las aprobaba,- al igual que el grupo de porros al que pertenecía,-
a puñetazos, inyectando miedos a alumnos y profesores mediante soberbias
palizas, con puños, puntapiés, objetos contundentes, eso sí, siempre protegido
por las mafias que han dirigido al (ITRL). Riquelme tiene una historia escolar,
semejante al gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, quien ahora lo
protege y placea como posible sustituto.
En el ITRL, Miguel Riquelme, cosechó muchos apodos impuestos por
condiscípulos. Era la única manera de tomar revancha de quien obstruía
cualquier cuestionamiento al poder discrecional de la dirección del ITRL, al
servicio del PRI y sus porros. “Cabeza de Yunque”, era uno de esos motes, puesto
que la inteligencia es un don ausente en la cholla del presidente municipal,
cuyos balbuceos no rebasan los lugares comunes de años de priismo básico. Ya
desde entonces, “Cabeza de Martillo” demolía argumentos y oposiciones con golpeadores,
trancazos, dinero, con favores; también con muchas promesas de trabajo o
beneficios por sacar del presupuesto público.
Con este camino, Riquelme Solís, se apoderó de la sociedad de alumnos
del ITRL por 3 años (1990-1993)representación que usó para ligarse al entonces
precandidato a la gubernatura del estado de Coahuila, el ultraderechista
salinista, Rogelio Montemayor Seguy,- en aquel momento delegado de la
secretaría de Programación y Presupuesto en Coahuila-, quien como pago a las
mapacherías electorales desarrolladas con alumnos y ex alumnos del ITRL
convirtió a “Cabeza de Piedra” en Recaudador de Rentas en Matamoros, hasta
llevarlo al Departamento de Control
Vehicular de Torreón.
Luego se ligó a los grupos priistas en ascenso,- Raúl Sifuentes
Guerrero, Enrique Martínez y Martínez, Humberto Moreira Valdés, Rubén Moreira
Valdez-, siempre empleando su único capital político; la transa, la intimidación,
la amenaza, la mentira, el cinismo, el disponer de recursos públicos de manera
ilegal, comportamiento que lo llevó a
amasar una fortuna económica y de bienes, inexplicable desde cualquier ángulo del
marco legal, totalmente comprensible desde el apodo que los priistas le
acuñaron desde principios del año 2000 cuando “partía los apoyos de las
campañas priistas para su beneficio”, su alias, “Mr. Triquiñuela”.
Amarrado como cuate de sangre de Rubén Moreira Valdez, desde que éste lo envió
a reforzar el robo y compra de votos Zacatecas, Cabeza de Yunque, “presumió
ante el grupo de mapaches electorales que trasladó a Zacatecas, Rubén Moreira,
me debe a su esposa. Yo se la conseguí. Soy secretario de la Cr omisión de
Desarrollo Metropolitano, así que los acerqué” (http://www.democratanortedemexico.com/noticias/coahuila/septiembre_10/noticia_1_1.php )
Miguel Riquelme no ha cejado en manejarse como es, autoritario e
impositivo, más ahora que siente que es el redentor de Torreón, un municipio
que él junto con Humberto y Rubén Moreira (Valdés & Valdez) han hundido
cotidianamente.
Porro, poseído por un mesianismo de medios, “Cabeza de Piedra” se cree
fuerte, pero también fracasado ante la realidad torreonita,- los asesinatos no
cesan, los secuestros exprés y con retención de personas siguen, los robo a casas
habitación persisten, los asaltos y robos de autos, con violencia y sin ésta, continúan
imparables, etcétera-, en la que aun cuenta con estrecho margen de maniobra
gracias a las profusas campañas de propaganda que sostiene en los medios de
comunicación.
Por ello, los medios financieramente más fuertes de La Laguna, llenan
páginas y páginas con entrevistas chabacanas de este alcalde. Con trabajos
cosméticos iniciados por esta administración, pero aun sin concluir e incluso
suspendidos.
La radio machaconamente habla de los “logros alcanzados por la actual
administración” confeccionando comparativos numéricos con el día de ayer, acaso
de una semana. Puro ejercicio pueril para generar imagen de cambio.
Ni que decir de la televisión, con sus merolicos de pantalla, llenando
la mampara chica, con supuestos logros de “Cabeza de Yunque” en estos primeros
100 días del gobierno. Con palabrería, intentan ocultar la realidad del
desastre que vive el municipio, después
del desangre que vive Torreón desde que Eduardo “Lalo” Olmos Castro llegó a la
presidencia con las triquiñuelas de Miguel
Riquelme Solís, quien fue su jefe de campaña.
Ahora, con otro escenario, pero con peor desastre, Riquelme intenta
que la ciudad crea que en 100 días de gobierno, el hundimiento de 9 años de
Moreirismo, ya cambió, cuando siguen los mismos ladrones en los puestos de funcionarios,
al igual que él.
Y en esta realidad, la compra de medios y periodistas es esencial; tan
cardinal como generar una bonita imagen de ficción del municipio, mientras la
realidad cotidiana de inseguridad, delincuencia, falta de empleo, saqueo del
dinero público, siguen sin cesar pintando futuro negro para la que fue la
ciudad más importante de Coahuila, por el valor de su economía y antes que
deliberadamente se trazara la estrategia de los gobernadores, para mermarla.
Inhibir, cooptar, usar recursos
públicos ilegalmente, comprar, perseguir;
esa es la política que el alcalde de Torreón ha practicado siempre. Por lo
mismo no es extraño que haya declarado la guerra contra los “columnistas
huevones”, quienes en estas circunstancias, son vocablo de voz crítica de la
sociedad torreonense que rechazó al PRI, situándolo como segunda fuerza
electoral en el municipio. También, esos
“huevones” representan la palabra testimonial de la tragedia que vive la ciudad
desde que los Moreira gobiernan Coahuila.
Con la declaración de Miguel Riquelme Solís, Cabeza de Yunque, frente a los locatarios del Mercado Juárez
arremetiendo contra los periodistas,-dudo mucho que Riquelme conozca de géneros
periodísticos-, sólo exhibió su intolerancia, su disposición total para
embestir contra quienes escriben fuera del libreto de los boletines o
entrevistas por encargo, tal como ya lo ha hecho contra diversas organizaciones
ciudadanas (http://www.democratanortedemexico.com/portalwp/2014/01/jorge-luis-moran-delgado-geneticamente-porro-reprime-a-manifestantes/ ) o contra algunos medios y periodistas a
quienes les niega la publicidad oficial que por derecho tienen, usando el
argumento “que se les tira” en las páginas de estos instrumentos informativos,
según ha declarado el camaleónico PRIPANISTA jefe de Comunicación Social, Jorge
Hernández Guerra; por cierto enriquecido desde las oficinas de comunicación
oficiales, sean del PAN o del PRI.
Frente a los vendedores del añejo Mercado Juárez, Riquelme
Solís,
formado en la escuela de la impunidad y las tinieblas mentales, despojó de
su estatus de ciudadanos a todos los periodistas que él llamó huevones,
especificó que “no me importan
sus comentarios, sólo hago alusión por motivo de mi informe. Pero lo que
realmente me interesa es la opinión, el sentir de los ciudadanos".
Por
supuesto, mintió. El ciudadano es lo que menos le interesa. El residente de
Torreón crítico, menos.
Luego, fiel a su costumbre, frente a los comerciantes, siguió
engañando, “Yo siempre
he estado dispuesto a aceptar los errores de mi administración, pero hasta
ahorita no he recibido críticas de lo que he hecho ni hacia dónde va la
administración(Sic)" cuando organizaciones sociales, de colonos,
patronales día a día exigen que la seguridad mejore, subrayándole el grave
error de ratificar como secretario de Seguridad Pública a Adelaido Flores Díaz
(http://www.democratanortedemexico.com/portalwp/2014/01/miguel-riquelme-solis-con-adelaido-flores-inseguridad-asegurada/ ), o de
mantener como coordinador responsable en esta área del ayuntamiento, al porro
Jorge Luis Morán Delgado.
Peor.
Nombrar director de Prevención Social del Delito, a José Elías Gánem Guerrero,- uno de los favoritos,
favoritos, de Rubén Moreira Valdez-,
quien tuvo a cargo, la presidencia de Seguridad Pública del Cabildo
torreonés bajo la administración de Eduardo Olmos Castro, y ya se vieron los
resultados.
También es visible el ocultamiento de las Cuentas Públicas. En estos
100 días se han ejercido al menos 432 millones de pesos, en rubros que la
ciudadanía desconoce. ¿Dónde está la transparencia?
La deuda pública, es enigma.
Lo que está claro es la intolerancia de Miguel Ángel Riquelme. La
cerrazón que mantiene frente a la crítica o a simples ideas que no concuerdan
con las de él. Nada raro. Sólo ratifica su historial de intransigencia.
Cierto es que ni en la encuesta pagada a Mito(fsky), los ciudadanos de
Torreón dejaron de señalar que los problemas principales de la ciudad son,
delincuencia, violencia y desempleo, evidenciando que los trabajos que tanto
presume Miguel Ángel Riquelme Solís, son cosméticos, nada de fondo. Una
administración con tufo a Eduardo Olmos Castro.
Que Miguel Ángel Riquelme Solís califique de “huevones” a algunos
periodistas, en realidad no es novedad; el suceso sería que el alcalde de
Torreón pudiera hilvanar la escritura coherente de al menos una cuartilla, no
en una mañana de café, en todo un día.
Sentencia el dicho popular que, “En boca cerrada no entran moscas” y
es verdad. Tan cierto como que en “Cabeza de Yunque” no entran ideas; por eso
las limitaciones de Miguel Ángel Riquelme Solís, una cabeza bien cerrada.
Twitter@jmonrreall
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