martes, 1 de septiembre de 2020

AHMSA, Villacero… y un alud de dudas


La transición se baraja entre corrupción oficial; olfatean red de complicidades para comprar la acerera a precio de remate


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AHMSA, Villacero… y un alud de dudas
Faltan sólo días de la probable transición en el Consejo de Administración de Altos Hornos de México.
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Monclova, Coah.- Con la mirada como lenguaje facial, empleados y sindicalizados de Altos Hornos de México intentan blanquear la oscuridad a días de la probable transición en el Consejo de Administración ante un alud de dudas porque con trasiego de conspiraciones se olfatea que la familia Villarreal ocupará las principales butacas en el mando de las operaciones y finanzas del emporio acerero.

El retrato hablado de conspiración y probable corrupción contra AHMSA, es un cuadro de decenas de miles de hombres y mujeres desempleados en las regiones Centro, Carbonífera, y Cinco Manantiales tras los bazucazos contra la siderúrgica local y subsidiarias el 27 de mayo de 2019 y 19 de junio de 2020.

¿Y si los nuevos socios o dueños no nos aceptan?, cuestiona un cincuentón con más de 30 años de antigüedad en AHMSA. Se refiere al grupo estimado de 850 trabajadores que desde hace cinco meses están en resguardo domiciliario por figurar en el sector vulnerable ante Covid-19 al ser mayores de 60 años de edad, o padecer enfermedades crónico degenerativas.

Juego de cartas

La perplejidad cimbra en lo más profundo cuando en el juego de cartas entre Grupo Acerero del Norte y Grupo Villacero podría barajarse el futuro del clausulado del Contrato Colectivo de Trabajo y sus históricas prestaciones. La ley protege, dicen algunos sindicalistas intentando atajar cualquier insinuación de riesgo. ¿Pero quién fregados respeta la ley?, cuestionan otros.

El artículo 41 de la Ley Federal de Trabajo establece; “el patrón substituido será solidariamente responsable con el nuevo por las obligaciones derivadas de las relaciones de trabajo y de la ley, nacidas antes de la fecha de la substitución hasta por el término de seis meses; concluido este, subsistirá únicamente la responsabilidad del nuevo patrón”.

Maletín en mano el regiomontano Julio Villarreal en otoño anterior empezó a husmear en Altos Hornos de México la posibilidad de que la siderúrgica tuviese etiqueta de venta, lo hizo al lado de rusos, chinos, coreanos, brasileños, indios y argentinos, pero ahora se intuye que bajo el disfraz de marchante ya estaba tejida una red de complicidades para comprarla a precio de remate.

La trama novelesca de perversidades, corrupción oficial y traiciones consiste en que el presidente de Grupo Villacero patrocinó en 2012 la campaña del entonces candidato presidencial por el PRD, Andrés López Obrador, seguramente también en 2018, y en 2019 llegó el momento de reclamar el reembolso del favor, a cobrar la factura luego que echó el ojo a la siderúrgica monclovense.

Las primeras gotas de la tormenta cayeron desde marzo de 2019 cuando el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero advertía que se integraba una carpeta de investigación por la fraudulenta compra venta de Agro Nitrogenados de Alonso Ancira a Pemex a sobreprecio de 200 millones de dólares.

Ríos de tinta han fluido en crónicas del bloqueo de cuentas bancarias de AHMSA y finanzas personales de Alonso Ancira desde el 27 de mayo de 2019, y la captura al día siguiente en España del presidente del Consejo de Administración, sus forcejeos mediáticos y batalla en los tribunales judiciales frente al gobierno lópezobradorista.

Pese al descongelamiento de las cuentas bancarias, el impacto del bazucazo abrió un boquete de 350 millones de dólares en AHMSA, además banqueros, proveedores y clientes huyeron a vuelo de pájaro, el daño ya estaba hecho. No llegó la calma, por el contrario, la primavera 2020 trajo la pandemia.

La mancuerna empresarial Alonso Ancira-Xavier Autrey adquirió Altos Hornos de México en diciembre de 1991 un mes después de ganar el proceso de licitación convocado por el Comité Intersecretarial del Gasto Público en momentos que los fierros parecían estar condenados al museo.

Se anunciaba entonces que la operación fue de 180 millones de dólares en efectivo; absorción de la deuda por 350 millones de dólares y compromisos de inversión por 550 millones de dólares, pero la joya de la corona fue hasta 2005 con el Proyecto Fénix donde se ejerció presupuesto de 2 mil 300 millones de dólares.

Con un 2020 desafiante, 48 horas después que Grupo Villacero y Grupo Acerero del Norte pactaron el 17 de junio anterior un proyecto de convenio para resolver antes de 90 días la posible asociación en AHMSA, desde Comisión Federal de Electricidad surgió otro bombazo que hizo pedazos los empleos en Minera Carbonífera Río Escondido; argumento pueril de que la hulla es cara y de baja calidad.

Con un menú de mitos, leyendas o realidades de la supuesta venta a sobreprecio de Agro Nitrogenados, el Gobierno Federal habría montado un teatro de supuesto combate a la corrupción para arrebatarle AHMSA a Alonso Ancira y devolverle la copa a Julio Villarreal respaldado por el Jefe Jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra sonriendo burlonamente como el personaje El Guasón.

Al igual que en el mundo financiero la inversión fue a mediano plazo; bloqueo de cuentas bancarias a AHMSA, aprehensión de su principal accionista Alonso Ancira Elizondo, luego la horca para la subsidiaria Minera Carbonífera Río Escondido y así descarrilar por completo a la siderúrgica monclovense.

Ahora Alonso Ancira Elizondo semeja un gato acorralado con todas las salidas cerradas del laberinto, y Julio Villarreal Guajardo titular de Grupo Villacero con cuchillo, tenedor, cuchara y toalla en pecho dispuesto a devorar Altos Hornos de México a través de un puñado de dólares.

La red de corrupción en cualquier otro país hubiera costado la cárcel a los implicados, por lo menos Andrés Manuel López Obrador estuviese en el banquillo de los acusados llevado a juicio por una verdadera y no simulada independencia de la Fiscalía General de la República.

La entonces presidenta de Argentina, Cristina Kirchner fue investigada por el supuesto pago de moches de parte de Techint-Ternium a funcionarios de su gobierno para solucionar la venta de Siderúrgica de Orinoco en Venezuela, pero Julio Scherer Ibarra es intocable, impensable que pudiese ser llevado a juicio, mucho menos Julio Villarreal.

Y mientras el presidente del Consejo de Administración de Grupo Villacero, Julio César Villarreal Guajardo espera que en el pódium le coloquen en el cuello la medalla de Altos Hornos de México, los sectores dependientes de la acerera lucen inquietos, además la administración actual les adeuda fuertes sumas.

¿Y los proveedores?

La proveeduría local no escapa a la inquietud porque Grupo Villacero podría traer desde sus almacenes insumos, servicios y refacciones, teniendo su sede a escasos 180 kilómetros de Monclova. Trabajadores sindicalizados con el emblema de eventuales en el mero centro de pecho forman parte del esquema de angustia.

Mujeres y hombres monclovenses, miles, se levantan diariamente a curar las heridas del lopezobradorismo y la Covid-19, en una ciudad obligada a reinventarse cada día pese a las fuertes ráfagas de viento, algunas naturales y otras sopladas por corrupción y perversidad en un trasiego de maldades y pago de favores construidas desde la soberbia y abuso de poder.

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