viernes, 25 de septiembre de 2020

El trasfondo de la “Guerra del Agua” en la Cuenca del Río Bravo, desde Chihuahua a Tamaulipas y Texas…

 


Hay de todo; ratas del agua oficialistas y privadas, nacionales y extranjeras…

RAÚL A. RUBIO CANO

Septiembre 21 de 2020

Entender el conflicto sobre el agua de la cuenca del Río Bravo desde el estado de Chihuahua, hasta Tamaulipas, sólo será posible en la medida que se considere las atrocidades sobre el vital líquido que ejercieron por 36 años las políticas económicas Neoliberales, porque no sólo se despacharon a lo grande los políticos y terratenientes mexicanos, sino también los agricultores texanos; una historia que por lo visto, fue posible por la colaboración de la locomotora del Salinismo, sin ella nada hubiera sido posible para desmantelar realidades agrícolas implementadas desde el Estado Benefactor conformado con el Cardenismo y luego eliminadas, con la serie de alianzas que Carlos Salinas desde 1982, fue tejiendo con los poderes económicos y políticos de los estados implicados en las aguas de la cuenca del Río Bravo. Se perdió el sentido nacionalista del recurso agua y éste se ubicó como un medio para apoyar la producción agropecuaria de exportación, afectando severamente el mercado interno y ofreciendo su abasto a la agricultura Texana (principalmente), y su respectiva comercialización en cadenas comerciales como HEB, Walmart, Sam’s, Costco, etcétera. El abasto alimenticio del noreste mexicano en buena parte, se determinó por extranjeros, destruyendo la productividad y futuros planes de lo que fuera uno de los graneros más importantes del país y abriendo las puertas para el sustento de esos pueblos a las actividades del Narcotráfico. Presas como El Cuchillo, desarrolladas bajo la bandera del abasto de agua de la metropolitana ciudad de Monterrey, puso en evidencia la mano negra del Neoliberalismo salinista y servilismo a los texanos, como también a la IP de Nuevo León, ya que por un lado dependeríamos de productos agropecuarios muy diversos desde Texas y por otro lado, de esa agua venida del Cuchillo, se “extraviaría” el equivalente a cerca de mil millones de metros cúbicos al año (una presa del Cuchillo), unos mil a mil 300 millones de pesos que ya no entrarían a la paraestatal de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, “un regalo” Neoliberal que anualmente se sigue entregando a los potentados de Monterrey. A la fecha el manejo Neoliberal del agua sigue imperando, pero éste ya choca con el gobierno de la 4T que va por defender el agua como un bien público, como un medio para la vida de seres humanos y ecosistemas y no, como un botín de unos cuantos pillos mexicanos y texanos. En el caso de Chihuahua, con la llegada de Carlos Salinas a la Presidencia, formalizó acuerdos para entregar concesiones sin pago de Derechos Fiscales (a menos que se pasaran de lo otorgado); todo para atraer inversiones agropecuarias con la mira a la exportación y olvido de las dinámicas internas del país. Valdría la pena ver con estudios de casos, a diputados del PRIAN y ex gobernadores de Chihuahua ¿Cómo se volvieron prósperos hombres del campo? ya que, por lo visto, ante su voracidad, el agua empezó a faltar para cumplir con el Tratado de Aguas México-USA de 1944 en las entregas del penúltimo quinquenio, el 34; sin embargo, ello se pagó, pero ya entrado el quinquenio 35. Actualmente, nos informa el experto en aguas Gonzalo Hatch Kuri (UNAM) que: “para finales de año pasado, la CONAGUA estimaba una deuda del orden de 607 Mm3, ahora según la carta de hace días que envió Greg Abbot (autoridad del agua en Texas) a Mike Pompeo, les estamos debiendo 393 Mm3 de 1,766 Mm3 abonados (se deben abonar antes del 25 de octubre, 2,159 Mm3 para cerrar en ceros el quinquenio 35). Para ello, indica Hatch: “el plan de la CONAGUA a finales del año pasado se planteó extraer de las presas de la cuenca del Conchos: 1,000 Mm3 de La Boquilla; 100 de El Granero; 100 de la V. Carranza; 150 de la M. Gómez; en Total 1,300 Mm3, pero solo debíamos 607 ¿En dónde o para quién iban los otros 700?” Pareciera que esto último lo explica la nota: “Agricultores de Tamaulipas protestan por reparto inequitativo de agua (abonan al Tratado con EU y nos dejan en desventaja, reclaman)” de la corresponsal de La Jornada, Yolanda Chío (18/9/2020), y que aseguran los campesinos tamaulipecos que viajaron a Monterrey el pasado jueves, para denunciar el caso a las oficinas de CONAGUA. Indican que: “para no privar de agua a productores de Chihuahua, quienes consumen 500 millones de metros cúbicos por encima de la dotación que les corresponde y es, además, el volumen que debería estarse enviando al país vecino en apego al compromiso binacional”. Un reclamo nada nuevo desde el año pasado, informado por La Jornada y, que la CONAGUA tomó las aguas de las presas del bajo Río Bravo para pagar deuda, situación que sólo se debería haber hecho, en caso de sequía, pero, por lo visto generaron el conflicto, ya que, por la falta de agua en Tamaulipas, se perdió un tercio de la producción de sorgo, unos mil millones de pesos; pero, sin dejar de afectar a los magnates agrarios de Chihuahua. Todo indica que la “Guerra del Agua” empezó desde el año pasado para desgastar y evitar el avance del nuevo manejo del agua que el gobierno de la 4T irá implementando ¡Órale! raurubio@gmail.com

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