Los recientes levantamientos
de autodefensa en las comunidades responden a la violencia disparada en la
región, pero, advierte la Policía Comunitaria “no somos nosotros”, sino la
UPOEG, que está sembrando la división.
Gloria Muñoz Ramírez
México. “Ante la impunidad
con la que actúa el crimen organizado y la ineficacia y/o complicidad de las
instituciones gubernamentales en México, ha proliferado la auto organización de
los pueblos, principalmente en comunidades indígenas en las que hay una
tradición (y un derecho) de autodefensa. Pero no todo lo que está ocurriendo en
el país se puede meter en el mismo costal. Es un riesgo, advierte Valentín
Hernández, asesor jurídico de la Coordinadora Regional de Autoridades
Comunitarias-Policía Comunitaria de la Costa Chica y la Montaña de Guerrero
(CRAC-PC).
Desde el pasado 7 de enero la población de Ayutla de los
Libres y de Tecoanapa protagoniza un levantamiento contra la delincuencia
organizada, luego de que se registró un enfrentamiento en la cabecera municipal
en el que resultó una persona murió y otra fue secuestrada. A partir de ese
día, decenas de pobladores armados con rifles y palos instalaron retenes de vigilancia
en la zona para hacerse cargo de su seguridad.
El hartazgo y desesperación ante la violencia
institucional y la del crimen organizado, es lo que está llevando a pobladores
de las comunidades de Guerrero a organizarse para defenderse. Se trata de levantamientos
genuinos que responden a un vacío institucional y a la prueba fehaciente de que
la política de seguridad iniciada por el anterior gobierno y continuada por el
actual, es un fracaso total. El panorama es complejo, pues, como advierte
Valentín Hernández, “los recientes levantamientos e instalación de retenes en
las comunidades responden a la violencia que se ha disparado en la región”. El
problema, indica, “es que en un principio sus dirigentes los presentaron como
parte de la CRAC y esto ha confundido a tanto a la gente de las comunidades
como a la de fuera”.
Hay un deslinde categórico de la CRAC firmado por sus 16
coordinadores regionales. No sólo no se trata de la Policía Comunitaria,
organización autónoma con 17 años de experiencia en materia de seguridad y
justicia de los pueblos, sino de acciones convocadas por el coordinador de la
Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido
Valerio, quien, advierte Hernández, está promoviendo la división de las
comunidades en un contexto en el que el gobierno del estado busca el control de
las organizaciones de la región y la militarización, aún más, de la zona.
“Nos preocupa que valiéndose de un sentimiento legítimo
de la población ante la creciente inseguridad y violencia, se le manipule
involucrándola en acciones que requerirían de mayor planificación, pero que en
todo caso solo están encaminadas a fortalecer el afán de protagonismo de
algunos dirigentes de la UPOEG. Manifestamos nuestro respeto a los compañeros
de base de las comunidades que sin mayor información se han involucrado en
dicho alzamiento, con la intención de brindar seguridad a los suyos, pero los
llamamos a la cordura y al respeto al pueblo”, advierten en un comunicado.
En concreto, explica Valentín Hernández en entrevista con
Desinformémonos, “se está promoviendo la división de las comunidades y la
división de la CRAC. Gente que conoce a Bruno Plácido como miembro de la CRAC
piensa que todo es lo mismo, pues él fue comandante y coordinador, pero desde
hace años sólo es consejero y no forma parte de la dinámica organizativa, y no
está respetando las instancias y principios de la CRAC, es decir, la decisión
de las asambleas”.
“Nosotros vemos con extrañeza lo ocurrido”, indica, “pues
el primer día del levantamiento Bruno declaró que se trataba de una
moviliazación de la CRAC, luego nosotros lo desmentimos, pero ya estaba
sembrada la confusión. Todo esto nosotros lo advertimos desde el pasado 22 de
diciembre”.
La UPOEG, denuncia el asesor jurídico de la Policía Comunitaria,
“está intentando desde hace tiempo frenar el proceso de incorporación de las
comunidades de Ayutla de los Libres, con el fin de encaminar el trabajo de la
CRAC a los intereses del gobierno del estado. Es un problema muy fuerte, algo
que no se habíamos vivido nunca en la CRAC. Por eso exigimos respeto a los
principios de la organización comunitaria”.
Para la CRAC-PC, la consecuencia inmediata, que ya se
está viviendo, es que “el gobierno está militarizando aún más la zona, con más
ejército y más Marina en la zona de los Ayutlas. El operativo Guerrero Seguro,
destinado para la zona de Acapulco ya funciona también en Ayutla y Teconoapa,
con la presencia de las fuerzas federales.
La gente de la región ya no quiere ser sólo víctima de la
delincuencia. No hay más salida que defenderse, señalan los comuniatrios, “pero
hay que tener cuidado porque hay quienes quieren aprovechar la organización
comunitaria de los pueblos no para llevarlos a la paz, sino al matadero. Este
es el riesgo. Y que quede claro que no estamos en contra de la gente que está
participando en los retenes y en la vigilancia. Sólo decimos que no es la
Policía Comunitaria, que sus dirigentes no pueden hablar en nombre de ella y
que se deben respetar los principios y estructura de la CRAC, que cuenta con
sus formas organizativas y de incorporación muy definidas”
Tampoco, “estamos descalificando a toda la organización
de la UPOEG, pero se tiene que parar la simulación”, advierte.
El comunicado de la Coordinadora Regional es claro.
Enumera:
1.- En ningún tiempo, desde 1995 en que se formó nuestra
seguridad comunitaria, nuestros elementos se han cubierto el rostro con
capuchas o pasamontañas. Nuestra identificación siempre ha sido el uniforme de
playera verde y pantalón negro, contamos con credenciales expedidas por las
autoridades comunitarias, y por ser nombrados por nuestras asambleas, todo
nuestro pueblo nos conoce, por lo que no tenemos ninguna necesidad de cubrir
nuestras caras. Nuestros Policías Comunitarios siempre estarán descubiertos de
la cara. Respetuosamente pedimos a los participantes de este levantamiento que
dejen de utilizar nuestro uniforme y/o escudos en sus operativos.
2.- No estamos en guerra ni en confrontación con el
narcotráfico. Nuestra misión es resguardar nuestras comunidades. No podemos
realizar operativos en localidades que no están incorporadas al sistema
comunitario. Por lo que en ningún momento nos hemos planteado perseguir a la
delincuencia allá donde ande. Sólo procedemos a la detención de personas,
cuando existe una denuncia previa por alguna persona agraviada, o bien que se
encuentre a alguien cometiendo alguna falta o error; en este caso, se procede a
la detención y se remite al detenido ante la Casa de Justicia, y son los
coordinadores regionales quienes proceden a investigar y en todo caso a imponer
una sanción de trabajo comunitario como proceso de reeducación. Cada persona
detenida o acusada en el sistema comunitario, cuenta con un expediente. Todo
esto lo tenemos previsto en nuestro Reglamento Interno.
3.- En los 17 años de existencia de la Policía
Comunitaria, nunca se ha ejecutado ni se ha desaparecido a ningún detenido o
persona acusada ante el sistema comunitario. Las personas que son detenidas
pueden ser visitadas por sus familiares quienes están al tanto de sus procesos.
Informamos que no tenemos bajo nuestra responsabilidad ni resguardo a las
personas que se han detenido en los retenes. Las personas que quieran
asegurarse de lo anterior, pueden acudir ante nuestras Casas de Justicia
Comunitaria para verificar.
4.- Nuestro Sistema de Seguridad y Justicia, en ningún
momento desde su nacimiento ha establecido en ninguna parte un “toque de queda”
ni ha ordenado, ni siquiera sugerido, la suspensión de clases en las
instituciones educativas. En el territorio comunitario, las personas pueden
transitar libremente en cualquier hora sin temor, ya que es tarea de nuestra
policía comunitaria garantizar su seguridad y no al revés. Manifestamos todo
nuestro respeto a los miembros del magisterio, ya que en la historia de nuestra
organización, varios profesores han cumplido su servicio comunitario incluso
como policías comunitarios. Nuestra institución comunitaria, en todo caso debe
velar por que se brinde en todo tiempo la educación a nuestros niños y jóvenes.
5.- Nuestra institución comunitaria, siempre se ha
planteado una relación de respeto en relación al gobierno en sus diferentes
niveles y ordenes, pero nunca hemos aceptado ni aceptaremos que nos de
indicaciones o nos condicione. No nos subordinamos. Nuestro único mando es el
pueblo. No pedimos la coordinación con otras corporaciones policiacas, ejército
o marina. Nuestros operativos los planifica y los ejecuta únicamente nuestra
Policía Comunitaria, con su estructura y sus mandos.
Publicado el 21 de enero de 2013
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