- 24 Horas
- 17 enero 2013
MÉXICO.- La Procuraduría General de la República duda que los narcotraficantes Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”, líder de Los Zetas, y Nazario Moreno González, “El Chayo”, líder de La Familia Michoacana estén muertos, como se informó de manera oficial en la pasada administración.
En su portal de Internet, donde se encuentra la información de los delincuentes más buscados, la dependencia federal hizo una distinción en las fichas que identifican a Lazcano y Nazario como “occisos”, pues les colocó un asterisco con la leyenda en letras pequeñas: “Presuntamente fallecido en un enfrentamiento”.
Esta “precisión” no estaba en las fichas de los referidos capos durante la administración pasada, ni tampoco fue colocada en las de otros delincuentes que están muertos y cuyos cuerpos fueron exhibidos públicamente, como Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel o Ezequiel Cárdenas Guillén.
En el sexenio de Felipe Calderón, la PGR y otras instancias del Gobierno Federal, confirmaron el asesinato de los referidos delincuentes en enfrentamientos con las autoridades en el 2010 y 2012, pese a que no se quedaron con los cuerpos.
Lazcano: ADN sin respuesta
El 7 de octubre de 2012 se registró un enfrentamiento entre la Marina y delincuentes en el municipio de Progreso, Coahuila, que dejó dos personas muertas. Horas más tarde, según la versión oficial, los cuerpos fueron robados de la funeraria a la que habían sido trasladados en Sabinas.
Con todo, el Gobierno Federal indicó que tenía fotografías y huellas dactilares que confirmaban que la persona asesinada era Heriberto Lazcano.
El 13 de octubre, el entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Cuitláhuac Salinas, anunció que se exhumarían los retos de familiares de Lazcano de un cementerio en Pachuca, Hidalgo, a fin de obtener una prueba de ADN y compararla con la que se obtuvo del cuerpo del capo.
El funcionario dijo en que la pericial de dactiloscopia y el análisis forense de las fotos permitían confirmar la identidad de Lazcano, pero con la prueba de ADN se completaría la identificación. Tres meses después, los resultados de las periciales en genética se desconocen.
De acuerdo con fuentes de la PGR, las pruebas de laboratorio ya se terminaron desde diciembre, pero las conclusiones se mantienen clasificadas.
Ayer se publicó que la DEA aún ofrece una recompensa para aprehender al narcotraficante.
En su portal de Internet, donde se encuentra la información de los delincuentes más buscados, la dependencia federal hizo una distinción en las fichas que identifican a Lazcano y Nazario como “occisos”, pues les colocó un asterisco con la leyenda en letras pequeñas: “Presuntamente fallecido en un enfrentamiento”.
Esta “precisión” no estaba en las fichas de los referidos capos durante la administración pasada, ni tampoco fue colocada en las de otros delincuentes que están muertos y cuyos cuerpos fueron exhibidos públicamente, como Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel o Ezequiel Cárdenas Guillén.
En el sexenio de Felipe Calderón, la PGR y otras instancias del Gobierno Federal, confirmaron el asesinato de los referidos delincuentes en enfrentamientos con las autoridades en el 2010 y 2012, pese a que no se quedaron con los cuerpos.
Lazcano: ADN sin respuesta
El 7 de octubre de 2012 se registró un enfrentamiento entre la Marina y delincuentes en el municipio de Progreso, Coahuila, que dejó dos personas muertas. Horas más tarde, según la versión oficial, los cuerpos fueron robados de la funeraria a la que habían sido trasladados en Sabinas.
Con todo, el Gobierno Federal indicó que tenía fotografías y huellas dactilares que confirmaban que la persona asesinada era Heriberto Lazcano.
El 13 de octubre, el entonces titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Cuitláhuac Salinas, anunció que se exhumarían los retos de familiares de Lazcano de un cementerio en Pachuca, Hidalgo, a fin de obtener una prueba de ADN y compararla con la que se obtuvo del cuerpo del capo.
El funcionario dijo en que la pericial de dactiloscopia y el análisis forense de las fotos permitían confirmar la identidad de Lazcano, pero con la prueba de ADN se completaría la identificación. Tres meses después, los resultados de las periciales en genética se desconocen.
De acuerdo con fuentes de la PGR, las pruebas de laboratorio ya se terminaron desde diciembre, pero las conclusiones se mantienen clasificadas.
Ayer se publicó que la DEA aún ofrece una recompensa para aprehender al narcotraficante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario