Matan en el país a 11 estadounidenses en hechos violentos en el último año
Antonio Baranda
Ciudad de México (16 febrero 2011).- En el último año han muerto en el País al menos 90 ciudadanos extranjeros en hechos violentos asociados, la mayoría, con el crimen organizado.
De acuerdo con un recuento de REFORMA basado en reportes periodísticos, 71 eran centro y sudamérica (guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, ecuatorianos y brasileños), 11 estadounidenses, 4 venezolanos, 2 colombianos y un canadiense.
Cabe señalar que, adicionalmente, una misionera estadounidense identificada como Nancy Davis, de 59 años de edad, falleció el 26 de enero de este año en un hospital de Mc Allen, Texas, después de haber sido baleada en un retén "ilegal" en Reynosa, Tamaulipas.
La víctima extranjera más reciente es un agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas de EU (ICE, por sus siglas en inglés) que estaba asignado a su Agregaduría en la Ciudad de México, y ayer murió baleado en los límites de Querétaro y San Luis Potosí al trasladarse en un vehículo oficial a Monterrey.
Apenas el 12 de febrero pasado fallecieron afuera del bar Butter Club de Guadalajara, Jalisco, el colombiano John Jairo Cruz Romero, quien contaba con antecedentes penales en el País, y los venezolanos Alí Humberto Montañez Porras, Mónica Zulay Gomes Gouveia, Yanina Patricia Suárez y Vanesa Vargas.
Los sudamericanos murieron a balazos y heridas provocadas por una granada de fragmentación lanzada por un grupo del crimen organizado.
También este año fallecieron los estadounidenses Carlos Mario González Bermúdez, de 16 años, y Juan Carlos Echeverri, de 15, así como el colombiano de 30 años John Alexander Campos Galicia; los primeros el 5 de febrero en Ciudad Juárez, Chihuahua, y el tercero en la Delegación Xochimilco del Distrito Federal.
El evento más sangriento -en el periodo referido- se registró el 23 de agosto del año pasado en el ejido El Huizachal del Municipio de San Fernando, Tamaulipas, donde 72 migrantes indocumentados de centro y sudamérica fueron asesinados por miembros de la organización delictiva de "Los Zetas".
Las investigaciones arrojaron que la masacre se debió a que no pagaron el dinero que les exigían para dejarlos libres, o bien se negaron a formar parte del grupo criminal. Hasta finales de 2010 se habían reconocido 50 cuerpos: 21 hondureños, 14 salvadoreños, 10 guatemaltecos, un ecuatoriano y 4 brasileños.
En septiembre, sicarios de "Los Zetas" atacaron en Tamaulipas al estadounidense David Michael Hartley al confundirlo, aparentemente, con un espía del Cártel del Golfo. Ese mes también murió su connacional Roy Clark, de 67 años, en Acapulco, Guerrero.
Uno de los eventos que generó más tensión diplomática fue la ejecución en Ciudad Juárez de la funcionaria del Consulado de EU en esa ciudad, Lesley Ann Enríquez, y de su esposo Arthur Redelfs, a manos de integrantes de la pandilla de "Los Aztecas", que colabora con el Cártel de los Carrillo Fuentes.
Del total de casos, sólo la muerte del estadounidense Joseph Proctor, registrada el 22 de agosto en Acapulco, fue atribuida a agentes de la autoridad. Según las investigaciones, tres soldados mexicanos lo asesinaron y luego le "sembraron" un arma de alto poder para hacer pasar su muerte como resultado de un enfrentamiento con delincuentes.
Reforma
16/02/2011
Antonio Baranda
Ciudad de México (16 febrero 2011).- En el último año han muerto en el País al menos 90 ciudadanos extranjeros en hechos violentos asociados, la mayoría, con el crimen organizado.
De acuerdo con un recuento de REFORMA basado en reportes periodísticos, 71 eran centro y sudamérica (guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, ecuatorianos y brasileños), 11 estadounidenses, 4 venezolanos, 2 colombianos y un canadiense.
Cabe señalar que, adicionalmente, una misionera estadounidense identificada como Nancy Davis, de 59 años de edad, falleció el 26 de enero de este año en un hospital de Mc Allen, Texas, después de haber sido baleada en un retén "ilegal" en Reynosa, Tamaulipas.
La víctima extranjera más reciente es un agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas de EU (ICE, por sus siglas en inglés) que estaba asignado a su Agregaduría en la Ciudad de México, y ayer murió baleado en los límites de Querétaro y San Luis Potosí al trasladarse en un vehículo oficial a Monterrey.
Apenas el 12 de febrero pasado fallecieron afuera del bar Butter Club de Guadalajara, Jalisco, el colombiano John Jairo Cruz Romero, quien contaba con antecedentes penales en el País, y los venezolanos Alí Humberto Montañez Porras, Mónica Zulay Gomes Gouveia, Yanina Patricia Suárez y Vanesa Vargas.
Los sudamericanos murieron a balazos y heridas provocadas por una granada de fragmentación lanzada por un grupo del crimen organizado.
También este año fallecieron los estadounidenses Carlos Mario González Bermúdez, de 16 años, y Juan Carlos Echeverri, de 15, así como el colombiano de 30 años John Alexander Campos Galicia; los primeros el 5 de febrero en Ciudad Juárez, Chihuahua, y el tercero en la Delegación Xochimilco del Distrito Federal.
El evento más sangriento -en el periodo referido- se registró el 23 de agosto del año pasado en el ejido El Huizachal del Municipio de San Fernando, Tamaulipas, donde 72 migrantes indocumentados de centro y sudamérica fueron asesinados por miembros de la organización delictiva de "Los Zetas".
Las investigaciones arrojaron que la masacre se debió a que no pagaron el dinero que les exigían para dejarlos libres, o bien se negaron a formar parte del grupo criminal. Hasta finales de 2010 se habían reconocido 50 cuerpos: 21 hondureños, 14 salvadoreños, 10 guatemaltecos, un ecuatoriano y 4 brasileños.
En septiembre, sicarios de "Los Zetas" atacaron en Tamaulipas al estadounidense David Michael Hartley al confundirlo, aparentemente, con un espía del Cártel del Golfo. Ese mes también murió su connacional Roy Clark, de 67 años, en Acapulco, Guerrero.
Uno de los eventos que generó más tensión diplomática fue la ejecución en Ciudad Juárez de la funcionaria del Consulado de EU en esa ciudad, Lesley Ann Enríquez, y de su esposo Arthur Redelfs, a manos de integrantes de la pandilla de "Los Aztecas", que colabora con el Cártel de los Carrillo Fuentes.
Del total de casos, sólo la muerte del estadounidense Joseph Proctor, registrada el 22 de agosto en Acapulco, fue atribuida a agentes de la autoridad. Según las investigaciones, tres soldados mexicanos lo asesinaron y luego le "sembraron" un arma de alto poder para hacer pasar su muerte como resultado de un enfrentamiento con delincuentes.
Reforma
16/02/2011
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