OPERATIVOS ANTINARCO DE LA MARINA
El delirante proceso de militarización en el país, atizado desde la Presidencia sin que se haya traducido en una reducción de la criminalidad, alcanzó ya al Distrito Federal, si bien años antes hubo algunos despliegues castrenses en la capital de la república
Domingo, 30 de Enero de 2011
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
MÉXICO, DF.- Los cuerpos de infantería de Marina utilizados por Felipe Calderón para operaciones terrestres, al estilo de los marines estadounidenses, están cada vez más presentes en centros urbanos, incluida la Ciudad de México, sin que sus actuaciones cuenten con el aval del Congreso.
Desde septiembre de 2009, cuando realizaron su primera incursión en el Distrito Federal, los infantes de Marina han tomado por momentos el control de calles en la capital del país para labores de vigilancia, cateo e inspección, pero según la propia Secretaría de Marina-Armada de México, los "marines mexicanos" en cualquier momento pueden entrar en combate urbano.
Encapuchados y pertrechados con rifles de asalto, lanzagranadas y otro armamento de alto poder han llegado con unidades artilladas a zonas habitacionales y comerciales del DF preparados para un eventual enfrentamiento con grupos de la delincuencia organizada, como ha ocurrido en estados como Morelos, Tamaulipas o Nuevo León.
Ni el Ejército había hecho una demostración de fuerza de ese tipo en la Ciudad de México, donde se asienta su cuartel general.
A pesar de que los operativos militares, sobre todo de los infantes de marina, son cada vez más recurrentes, el gobierno del DF minimiza la presencia de las fuerzas federales en su territorio.
"Hemos tenido presencia de la Marina, el Ejército y la Policía Federal en otras ocasiones. Llegan con objetivos específicos en seguimiento de investigaciones que viene realizando", dice en entrevista el procurador General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
SU CUARTEL GENERAL
Pero la presencia de la Marina en la Ciudad de México va más allá de esos "objetivos específicos". Concentrada hasta este sexenio en la defensa marítima del país, la Marina-Armada de México ya hizo de la capital del país también su Cuartel General de Alto Mando, desde donde prepara las operaciones de los infantes de marina en todo el país.
Desde la llegada de Calderón la Armada cambió su organización y operación sin contar con la autorización del Congreso. Apenas en marzo del año pasado el Senado aprobó modificaciones a la Ley Orgánica de esa fuerza, pero desde entonces está congelada en la Cámara de Diputados.
La "política estratégica" de la Armada impulsada por Calderón y el secretario de Marina, Francisco Saynez Mendoza, ha estado dirigida a la creación de una nueva estructura operativo-militar en la que la Infantería de Marina es la principal unidad operativa.
Según anunció el propio Saynez, en el segundo año de gobierno de Calderón esa fuerza ya tenía más de 15 mil efectivos, concentrados en batallones, fuerzas especiales y otros agrupamientos que representan casi la tercera parte del personal de la Armada y que han actuado en operativos como la ejecución de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, en diciembre de 2009 en Morelos, y de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, en noviembre del año pasado en Matamoros, Tamaulipas.
No se trató sólo de una modificación para aumentar el número de infantes de marina, explica Victoria Unzueta, asesora del PRD en la Cámara de Diputados en materia de seguridad. Ese cuerpo ya existía, lo que se hizo fue modificar el esquema de la Armada para que pudiera realizar operaciones en zonas continentales, tal y como lo hacen los marines estadounidenses, añade.
LOS PREPARA EU
De hecho, los infantes de marina mexicanos están recibiendo preparación y entrenamiento en Estados Unidos. De acuerdo con el cable 3573, enviado por el embajador Carlos Pascual al Departamento de Estados el 17 de diciembre de 2009, en el caso de la ejecución de Arturo Beltrán Leyva --ocurrida un día antes-- las fuerzas de la Secretaria de Marina actuaron "respondiendo y actuando ante información proporcionada por Estados Unidos".
El cable, uno más de los que han sido difundidos por Wikileaks, puntualiza un hecho que convierto a los miembros de la infantería de marina mexicana en verdaderos marines: "La unidad que realizó la operación recibió amplio entrenamiento por parte de Estados Unidos…"
La presencia de los marines de Calderón en la Ciudad de México, gobernada por el PRD, ha sido creciente. Su presentación ocurrió el 19 de septiembre de 2009, cuando infantes de marina se apostaron en Moliere 222, frente a las oficinas del Grupo Bal, del empresario Alberto Bailleres, en Polanco, muy cerca de la sede de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Los marinos tenían su objetivo en una de las subsidiarias de ese grupo, Química del Rey, cuya dirección apareció en los sacos de sulfato de sodio donde se habían escondido 11 millones de dólares que ocho días antes habían sido decomisados por la Marina en Manzanillo, Colima, y que tenían como destino el puerto colombiano de Buenaventura. Los marinos no entraron al inmueble porque nunca recibieron la orden de cateo.
OPERATIVOS CAPITALINOS
La semana pasada marcó lo que ha sido la principal presencia de los infantes de marina en la Ciudad de México. En menos de 72 horas realizaron tres operativos en la delegación Benito Juárez.
Entre la una y media y las cinco de la mañana del lunes 24, un grupo de marinos se desplegó en la colonia Del Valle. En el número 21-A de Miguel Laurent, entre Fresas y Tejocotes, catearon un departamento y detuvieron al supuesto integrante de un cártel del narcotráfico.
Según informó la Marina fue detenida una persona que se identificó como Juan Ramón Córdova Peñaloza, de 47 años, originario del Distrito Federal y a quien le decomisaron tres armas y vehículos.
Al día siguiente, como parte de la misma investigación, muy cerca de ahí catearon el hotel Vermont en el cruce de las calles Vermont y Colorado, en la colonia Nápoles. Después de seis horas los marinos no detuvieron a ninguna persona, pero aseguraron armas y municiones, según dijo la Marina.
El miércoles 26 una veintena de marinos regresaron al inmueble de Miguel Laurent para vigilar durante varias horas la diligencia que realizó la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). La Marina evitó informar el objeto de esas acciones y sólo trascendió que se trataba de un jefe de Los Zetas o de una persona relacionada con Héctor Beltrán Leyva.
La atención sobre las acciones militares de la semana pasada en la Ciudad de México aumentó porque el Ejército y la Policía Federal realizaron otros tres cateos.
SITIO DE PASO
La Ciudad de México ya ha sido escenario de detenciones de presuntos jefes del narcotráfico por parte de las fuerzas federales.
En marzo de 2009, agentes de la PGR y fuerzas especiales del Ejército detuvieron en el número 269 de la calle Lluvia, en Jardines del Pedregal, a Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, hijo de Ismael El Mayo Zambada, uno de los jefes del cártel de Sinaloa.
Un mes después, también la PGR y el Ejército detuvieron en una residencia de Bosques de las Lomas a Vicente Carrillo Leyva, El Ingeniero, hijo del fallecido Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, jefe del cártel de Juárez.
En enero de ese mismo año fue detenido por la PGR, en la colonia Villas de Coyoacán, Miguel Ángel Soto Parra, exmilitar cofundador de Los Zetas.
En Lindavista, en el norte del DF, en octubre de 2008 fue detenida una célula del cartel de Sinaloa. Entre los aprehendidos estuvieron el hermano del Mayo, Reynaldo Zambada, El Rey o El Patrón, y su sobrino Jesús Zambada Reyes.
En 2007, en un restaurante de San Jerónimo, en el sur de la ciudad de México, fueron detenidos Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico, y su entonces pareja sentimental, el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez, El Tigre, integrante del cártel colombiano del Valle del Norte, que se volvió testigo protegido del gobierno estadunidense y que ha declarado en contra de Sandra Ávila.
En la Ciudad de México también han sido detenidos grupos operativos de "Los Zetas" del cártel del Golfo, "a Familia Michoacana, el cártel de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva, A esas organizaciones la PGR les ha asegurado casas en las colonias Juárez, Del Valle, Lindavista, Jardines del Pedregal, San Ángel, Coyoacán, Pedregal, Bosques de las Lomas e Interlomas.
BENEPLÁCITO
El jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, ha dado su aval a estas acciones de las fuerzas federales en la ciudad. En junio de 2009 aseguró: "Nosotros vemos bien todas las acciones que se puedan tomar, ya sea por instancias federales o locales, y más si las hacemos de manera coordinada"; se refería a un operativo realizado un mes antes por el Ejército y la Policía Federal en la colonia Obrera, delegación Cuauhtémoc.
Pero el propio secretario capitalino de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb, matizó "la coordinación" con el gobierno federal y pidió "una mejor comunicación" para la realización de los operativos.
El procurador Miguel Mancera dice que todas esas capturas "relacionadas con diferentes grupos delictivos de alto nivel, han sido focalizadas, pero nunca resultado de un enfrentamiento a tiros en las calles, porque no hay una base efectiva de esos grupos en el ciudad".
Sostiene que el Distrito Federal "no es un punto de concentración o asentamiento de cárteles, ni tampoco foco de distribución de la droga". Explica: lo que han dicho los propios actores de la delincuencia organizada en algunas declaraciones es que la Ciudad de México se les dificulta para la operación porque requieren de mucha gente, de una rápida movilidad y de grandes esquemas de protección.
Según Mancera la Ciudad de México no lo facilita porque hay un cuerpo policiaco muy grande, de más de 70 mil elementos, concentrado en un mando único.
Pero la ciudad, que cada día puede llegar a tener unos 15 millones de personas con los cinco millones de población flotante, también facilita el ocultamiento de narcotraficantes, "siempre y cuando se mantengan discretos", dice el funcionario.
Asegura que cuando fue capturado El Rey Zambada dijo que había venido a festejar su cumpleaños; es decir, que como muchos otros narcotraficantes entraba a la ciudad y luego se iba.
NARCOMENUDEO
El verdadero problema de la ciudad, dice, es el narcomenudeo, que se registra desde fines de los años noventa especialmente en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y parte de Álvaro Obregón. Esas demarcaciones son consideradas por la autoridad capitalina como "puntos rojos" y que irradian en áreas circunvecinas como las delegaciones Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Tlalpan.
El procurador capitalino admite que hay una tendencia creciente: "No hay semana en la que no hagamos una detención que no tenga que ver con el narcomenudeo", pero insiste en que "no hay nada que conecte con un grupo en específico".
Sobre la presencia de ejecutados y narcomensajes que se han registrado en el DF afirma que no se trata "necesariamente de gente de esta ciudad", sino de "encargos" de otras partes del país.
Las incursiones militares en la Ciudad de México han derivado, como en todo el país, en un aumento de quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (APRO)
Domingo, 30 de Enero de 2011
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
MÉXICO, DF.- Los cuerpos de infantería de Marina utilizados por Felipe Calderón para operaciones terrestres, al estilo de los marines estadounidenses, están cada vez más presentes en centros urbanos, incluida la Ciudad de México, sin que sus actuaciones cuenten con el aval del Congreso.
Desde septiembre de 2009, cuando realizaron su primera incursión en el Distrito Federal, los infantes de Marina han tomado por momentos el control de calles en la capital del país para labores de vigilancia, cateo e inspección, pero según la propia Secretaría de Marina-Armada de México, los "marines mexicanos" en cualquier momento pueden entrar en combate urbano.
Encapuchados y pertrechados con rifles de asalto, lanzagranadas y otro armamento de alto poder han llegado con unidades artilladas a zonas habitacionales y comerciales del DF preparados para un eventual enfrentamiento con grupos de la delincuencia organizada, como ha ocurrido en estados como Morelos, Tamaulipas o Nuevo León.
Ni el Ejército había hecho una demostración de fuerza de ese tipo en la Ciudad de México, donde se asienta su cuartel general.
A pesar de que los operativos militares, sobre todo de los infantes de marina, son cada vez más recurrentes, el gobierno del DF minimiza la presencia de las fuerzas federales en su territorio.
"Hemos tenido presencia de la Marina, el Ejército y la Policía Federal en otras ocasiones. Llegan con objetivos específicos en seguimiento de investigaciones que viene realizando", dice en entrevista el procurador General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
SU CUARTEL GENERAL
Pero la presencia de la Marina en la Ciudad de México va más allá de esos "objetivos específicos". Concentrada hasta este sexenio en la defensa marítima del país, la Marina-Armada de México ya hizo de la capital del país también su Cuartel General de Alto Mando, desde donde prepara las operaciones de los infantes de marina en todo el país.
Desde la llegada de Calderón la Armada cambió su organización y operación sin contar con la autorización del Congreso. Apenas en marzo del año pasado el Senado aprobó modificaciones a la Ley Orgánica de esa fuerza, pero desde entonces está congelada en la Cámara de Diputados.
La "política estratégica" de la Armada impulsada por Calderón y el secretario de Marina, Francisco Saynez Mendoza, ha estado dirigida a la creación de una nueva estructura operativo-militar en la que la Infantería de Marina es la principal unidad operativa.
Según anunció el propio Saynez, en el segundo año de gobierno de Calderón esa fuerza ya tenía más de 15 mil efectivos, concentrados en batallones, fuerzas especiales y otros agrupamientos que representan casi la tercera parte del personal de la Armada y que han actuado en operativos como la ejecución de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, en diciembre de 2009 en Morelos, y de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, en noviembre del año pasado en Matamoros, Tamaulipas.
No se trató sólo de una modificación para aumentar el número de infantes de marina, explica Victoria Unzueta, asesora del PRD en la Cámara de Diputados en materia de seguridad. Ese cuerpo ya existía, lo que se hizo fue modificar el esquema de la Armada para que pudiera realizar operaciones en zonas continentales, tal y como lo hacen los marines estadounidenses, añade.
LOS PREPARA EU
De hecho, los infantes de marina mexicanos están recibiendo preparación y entrenamiento en Estados Unidos. De acuerdo con el cable 3573, enviado por el embajador Carlos Pascual al Departamento de Estados el 17 de diciembre de 2009, en el caso de la ejecución de Arturo Beltrán Leyva --ocurrida un día antes-- las fuerzas de la Secretaria de Marina actuaron "respondiendo y actuando ante información proporcionada por Estados Unidos".
El cable, uno más de los que han sido difundidos por Wikileaks, puntualiza un hecho que convierto a los miembros de la infantería de marina mexicana en verdaderos marines: "La unidad que realizó la operación recibió amplio entrenamiento por parte de Estados Unidos…"
La presencia de los marines de Calderón en la Ciudad de México, gobernada por el PRD, ha sido creciente. Su presentación ocurrió el 19 de septiembre de 2009, cuando infantes de marina se apostaron en Moliere 222, frente a las oficinas del Grupo Bal, del empresario Alberto Bailleres, en Polanco, muy cerca de la sede de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Los marinos tenían su objetivo en una de las subsidiarias de ese grupo, Química del Rey, cuya dirección apareció en los sacos de sulfato de sodio donde se habían escondido 11 millones de dólares que ocho días antes habían sido decomisados por la Marina en Manzanillo, Colima, y que tenían como destino el puerto colombiano de Buenaventura. Los marinos no entraron al inmueble porque nunca recibieron la orden de cateo.
OPERATIVOS CAPITALINOS
La semana pasada marcó lo que ha sido la principal presencia de los infantes de marina en la Ciudad de México. En menos de 72 horas realizaron tres operativos en la delegación Benito Juárez.
Entre la una y media y las cinco de la mañana del lunes 24, un grupo de marinos se desplegó en la colonia Del Valle. En el número 21-A de Miguel Laurent, entre Fresas y Tejocotes, catearon un departamento y detuvieron al supuesto integrante de un cártel del narcotráfico.
Según informó la Marina fue detenida una persona que se identificó como Juan Ramón Córdova Peñaloza, de 47 años, originario del Distrito Federal y a quien le decomisaron tres armas y vehículos.
Al día siguiente, como parte de la misma investigación, muy cerca de ahí catearon el hotel Vermont en el cruce de las calles Vermont y Colorado, en la colonia Nápoles. Después de seis horas los marinos no detuvieron a ninguna persona, pero aseguraron armas y municiones, según dijo la Marina.
El miércoles 26 una veintena de marinos regresaron al inmueble de Miguel Laurent para vigilar durante varias horas la diligencia que realizó la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). La Marina evitó informar el objeto de esas acciones y sólo trascendió que se trataba de un jefe de Los Zetas o de una persona relacionada con Héctor Beltrán Leyva.
La atención sobre las acciones militares de la semana pasada en la Ciudad de México aumentó porque el Ejército y la Policía Federal realizaron otros tres cateos.
SITIO DE PASO
La Ciudad de México ya ha sido escenario de detenciones de presuntos jefes del narcotráfico por parte de las fuerzas federales.
En marzo de 2009, agentes de la PGR y fuerzas especiales del Ejército detuvieron en el número 269 de la calle Lluvia, en Jardines del Pedregal, a Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, hijo de Ismael El Mayo Zambada, uno de los jefes del cártel de Sinaloa.
Un mes después, también la PGR y el Ejército detuvieron en una residencia de Bosques de las Lomas a Vicente Carrillo Leyva, El Ingeniero, hijo del fallecido Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, jefe del cártel de Juárez.
En enero de ese mismo año fue detenido por la PGR, en la colonia Villas de Coyoacán, Miguel Ángel Soto Parra, exmilitar cofundador de Los Zetas.
En Lindavista, en el norte del DF, en octubre de 2008 fue detenida una célula del cartel de Sinaloa. Entre los aprehendidos estuvieron el hermano del Mayo, Reynaldo Zambada, El Rey o El Patrón, y su sobrino Jesús Zambada Reyes.
En 2007, en un restaurante de San Jerónimo, en el sur de la ciudad de México, fueron detenidos Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico, y su entonces pareja sentimental, el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez, El Tigre, integrante del cártel colombiano del Valle del Norte, que se volvió testigo protegido del gobierno estadunidense y que ha declarado en contra de Sandra Ávila.
En la Ciudad de México también han sido detenidos grupos operativos de "Los Zetas" del cártel del Golfo, "a Familia Michoacana, el cártel de Sinaloa, los hermanos Beltrán Leyva, A esas organizaciones la PGR les ha asegurado casas en las colonias Juárez, Del Valle, Lindavista, Jardines del Pedregal, San Ángel, Coyoacán, Pedregal, Bosques de las Lomas e Interlomas.
BENEPLÁCITO
El jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, ha dado su aval a estas acciones de las fuerzas federales en la ciudad. En junio de 2009 aseguró: "Nosotros vemos bien todas las acciones que se puedan tomar, ya sea por instancias federales o locales, y más si las hacemos de manera coordinada"; se refería a un operativo realizado un mes antes por el Ejército y la Policía Federal en la colonia Obrera, delegación Cuauhtémoc.
Pero el propio secretario capitalino de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb, matizó "la coordinación" con el gobierno federal y pidió "una mejor comunicación" para la realización de los operativos.
El procurador Miguel Mancera dice que todas esas capturas "relacionadas con diferentes grupos delictivos de alto nivel, han sido focalizadas, pero nunca resultado de un enfrentamiento a tiros en las calles, porque no hay una base efectiva de esos grupos en el ciudad".
Sostiene que el Distrito Federal "no es un punto de concentración o asentamiento de cárteles, ni tampoco foco de distribución de la droga". Explica: lo que han dicho los propios actores de la delincuencia organizada en algunas declaraciones es que la Ciudad de México se les dificulta para la operación porque requieren de mucha gente, de una rápida movilidad y de grandes esquemas de protección.
Según Mancera la Ciudad de México no lo facilita porque hay un cuerpo policiaco muy grande, de más de 70 mil elementos, concentrado en un mando único.
Pero la ciudad, que cada día puede llegar a tener unos 15 millones de personas con los cinco millones de población flotante, también facilita el ocultamiento de narcotraficantes, "siempre y cuando se mantengan discretos", dice el funcionario.
Asegura que cuando fue capturado El Rey Zambada dijo que había venido a festejar su cumpleaños; es decir, que como muchos otros narcotraficantes entraba a la ciudad y luego se iba.
NARCOMENUDEO
El verdadero problema de la ciudad, dice, es el narcomenudeo, que se registra desde fines de los años noventa especialmente en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y parte de Álvaro Obregón. Esas demarcaciones son consideradas por la autoridad capitalina como "puntos rojos" y que irradian en áreas circunvecinas como las delegaciones Venustiano Carranza, Cuauhtémoc y Tlalpan.
El procurador capitalino admite que hay una tendencia creciente: "No hay semana en la que no hagamos una detención que no tenga que ver con el narcomenudeo", pero insiste en que "no hay nada que conecte con un grupo en específico".
Sobre la presencia de ejecutados y narcomensajes que se han registrado en el DF afirma que no se trata "necesariamente de gente de esta ciudad", sino de "encargos" de otras partes del país.
Las incursiones militares en la Ciudad de México han derivado, como en todo el país, en un aumento de quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (APRO)
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