Cada año funcionarios corruptos saquean esos recursos de países en desarrollo, advierte
La crisis griega muestra cómo el cohecho debilita a los países desarrollados, acusa directiva
Si Suiza aprueba una ley será posible devolver a Haití activos que robó Jean Claude Duvalier
Reuters
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de junio de 2010, p. 27
París, 8 de junio. Los líderes mundiales deben tomar medidas para detener la fuga de 40 mil millones de dólares a paraísos fiscales que provocan miembros de administraciones corruptas, aseguró el Banco Mundial, al destacar que esos bienes robados a países en desarrollo podrían ser utilizados para pagar medicamentos esenciales y agua potable.
Pero los sobornos y la corrupción son un problema para las economías desarrolladas que luchan para controlar sus finanzas, expuso la directora gerente del BM, Ngozi Okonjo-Iweala, en un foro internacional dedicado a la recuperación de activos robados.
“La crisis griega demuestra que la corrupción puede debilitar a los países desarrollados, y no sólo a los que están en vías de desarrollo”, explicó Okonjo-Iweala, en conferencia de prensa.
“En momentos en que los líderes mundiales se reunirán en el G-20 y otros encuentros en las próximas semanas para discutir la crisis económica, los planes de estímulo y la regulación financiera, la lucha contra la corrupción y el robo de activos debe ser una de las prioridades de su agenda”, añadió.
Los líderes de los países del G-20 se reunirán en Canadá a fines de mes con el fin de discutir mecanismos para impulsar el sistema financiero global y para introducir reformas a la regulación.
Según las estimaciones del BM, entre 20 mil y 40 mil millones de dólares son saqueados cada año en los países en desarrollo por funcionarios corruptos, antes de ser lavados en los principales centros financieros.
Si se recuperaran y devolvieran 20 mil millones de estos fondos, se podrían pagar 48 mil kilómetros de carreteras de doble vía o tratamientos esenciales para 120 millones de personas con VIH/sida.
Grecia ha pagado un alto costo por no poder controlar la corrupción sistémica del país, perdiendo cerca de 30 mil millones de dólares al año u 8 por ciento del producto interno bruto, debido a malas prácticas financieras que afectaron sus debilitadas arcas públicas.
“Nuestro fracaso en detener y revertir los flujos criminales tiene un costo elevado”, añadió Okonjo-Iweala.
En conferencia de prensa junto con la canciller suiza Micheline Calmy-Rey, la jefa del Grupo del Banco Mundial dijo que la tarea para evitar la corrupción y los desfalcos recae en el sector privado y en el público.
Sin embargo, los centros financieros como Suiza deben tomar la iniciativa en la persecución de los casos de corrupción extranjera y doméstica, realizando investigaciones para definir la procedencia del capital, señaló.
Calmy-Rey acotó que Suiza busca implementar una ley para incautar y devolver los activos que sean claramente ilícitos. “De ser aprobada, será posible devolver los activos de (Jean Claude) Duvalier a Haití”, mencionó Calmy-Rey a periodistas. En uno de los casos más notorios de saqueo desde el gobierno, Jean-Claude Duvalier robó activos por entre 300 y 800 millones de dólares en Haití durante su dictadura, entre 1971 y 1986.
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