*Humberto y Rubén, cabezas visibles de un modelo fascistoide de gobierno
*La familia feliz de Coahuila, espera seguir en el poder cuando menos dos sexenios más
Juan Monrreal López
Marzo 26 del 2010
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Saltillo, Coahuila.- Empeñados en perpetuar un modelo fascistoide de gobierno en Coahuila, la familia Moreira Valdés, no ceja de confeccionar ceremonias de auto reconocimiento a la medida, en los que el culto a la personalidad de todos y cada uno de los miembros del clan, se resalta mediante aplausos, placas conmemorativas, nombres de calles, denominaciones a escuelas, entrega de pergaminos, declaraciones a la prensa, entre otros agradecimientos entre familia.
Embebidos en ensalzarse, en la desesperada carrera por seguir gobernando Coahuila,- su mentores del momento, Carlos Salinas de Gortari, ambicionó gobernar hasta el año 2020, Elba Esther Gordilo, es presidenta vitalicia del SNTE-, han hecho del auto alabo, instrumento de propaganda. Recién, Carlos Moreira Valdés, secretario General de la Sección 38 del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), entregó el 8 de marzo, un reconocimiento a Humberto, por “la gran gestión al frente del gobierno de Coahuila”, incluyendo como “testigo de honor”, a la presidenta perpetua del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales.
Carlos Ariel Moreira, afirmó que no ha existido mejor profesor en la historia de la Sección 38, que su hermano Humberto.
La realidad es que en estos pocos más de cuatro años del gobierno de Humberto Moreira, la banda moreireano no ha dejado de socavar las instituciones coahuilenses, incluido el PRI.
Los Moreira Valdés se hicieron del poder carcomiendo el sistema educativo estatal. Primero empezaron por el INEA. Institución que Humberto Moreira, saqueó, construyendo su acumulación originaria de bienes y capitales que le posibilitaron estructurar ilegales núcleos de promotores en todo el estado hacia la consecución de la gubernatura. Durante años, los pagos a esos adeptos salieron de las nóminas del INEA, como se documentó en agosto del 2003 en Demócrata Norte de México.
Ya en el poder, la familia Moreira Valdés, no ha cejado en desgastar las instituciones del Estado, fortaleciendo su presencia y control, sobre los organismos de gobierno, tarea que en primer momento llevaron a cabo con los profesores que orquestaron el más grande fraude a la educación que se conozca en México.
Los resultados catastróficos de las pruebas enlace y otras evaluaciones que ubican a Coahuila con los índices más bajos en aprovechamiento, son resultado del complot contra las instituciones educativas de esa pandilla magisterial que dirige Humberto Moreira.
El modelo fascistoide de los Moreira Valdés
En estos años de gobierno, Humberto Moreira, junto con Rubén “El Zerevro” Moreira, han dejado constancia que mediante el populismo ha ido erigiendo un movimiento que conspira contra las instituciones.
Mediante el populismo, han concentrando el poder familiar por encima de los aparatos gubernamentales, incluido el propio Congreso de Coahuila, o el Tribunal Superior de Justicia.
Es más, en realidad, el PRI es inexistente.
El tricolor de Coahuila, es membrete.
En estos tiempos opera con una relación directa entre Rubén Moreira y los promotores de los seccionales, cuyas metas se centran en apoyar al gobierno de Humberto; a cambio de focos, leche, cemento, pastas, tanques de agua, impermeabilizantes, pintura, cemento; pero también en repetir a quien los quiera escuchar, de que el próximo gobernador será Rubén “El Zerevro” Moreira, igualmente a cambio de las prebendas que se otorgan de manera facciosa en las colonias y ejidos marginales de la entidad.
Apalancados en el populismo, difunden sus políticas de terror en contra de cualquier oposición, incluso al interior del propio PRI.
Los enemigos del “Gobierno de la Gente”, se encuentran fuera y dentro del PRI, repiten los cabecillas ligados directamente con Rubén “El Zerevro”, quien mediante cursos de “capacitación política”, ha difundido esta “idea” propagandística, pretendiendo blindar al moreirato.
Por eso, las campañas de toda índole en contra del ex diputado federal Javier Guerrero García, pero también las conjuras en contra de la presidenta del CEN del PRI, Beatriz Paredes Rangel. Humberto Moreira ha montado recientemente sesiones orientadas a socavar el liderazgo de la tlaxcalteca con apoyo de Elba Esther Gordillo Morales, conjuntamente con seis gobernadores. Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Hidalgo y Colima; Ismael Hernández Deras, Eugenio Hernández, Rodrigo Medina de la Cruz, Jesús Aguilar Padilla, Manuel Ángel Núñez Soto, Mario Anguiano Moreno, respectivamente.
Las denostaciones en contra del grupo de Enrique Martínez y Martínez, son parte de la agenda de la secta; al igual en contra de otros grupos priistas.
Ni que decir de la persecución que Rubén Moreira mantiene sobre el presidente del PAN Coahuila, Reyes Flores Hurtado, toda vez que el dirigente blanquiazul ha denunciado continuamente los excesos que el gobierno de Humberto Moreira, comete atropellando la Ley, - por ejemplo, apoyar con recursos públicos las movilizaciones de multitudes de Rubén -, con el objetivo de apuntalar la candidatura de su hermano para sucederlo en El Palacio Rosa, sede del poder ejecutivo del estado.
Conforme han ido tejiendo los hilos populistas, poco a poco, los Moreira Valdés han relegado al grupo original que los encumbró hasta la gubernatura y la dirección del PRI.
Sienten que sus llamados mesiánicos contra el enemigo externo de Coahuila, - Felipe Calderón Hinojosa-, más el respaldo de las huestes de los sectores marginales, son suficientes para desplazar a los pocos discrepantes del PRI que han cuestionado la gestión gubernamental de Humberto.
Con el azuzamiento a las falanges moreiristas; Humberto y Rubén, han ofertado a las nuevas elites que los acompañan en la aventura de complotar contra las instituciones coahuilenses, - empresarios, neo políticos -, seguridad a sus inversiones en la política, con tan sólo apostar a la candidatura de Rubén.
Basta ver a los funcionarios y empresarios- por ejemplo, Alonso Ancira -, que escoltan a Humberto en el gobierno. Burócratas sin historia política, pero leales, - por el momento -, hacia la familia más feliz de la entidad.
Los fascistoides Moreira; continuidad de su origen porro
La actitud de arrancar carne por la fuerza de los puños y cachiporras, con la que los Moreira Valdés controlaron a sus adversarios en la Benemérita Escuela Normal del estado y la escuela Normal Superior, no ha cambiado con la gubernatura.
Si con amenazas, persecuciones y madrizas de antología en contra de sus contrincantes, “ablandaron” a la Benemérita Escuela Normal del estado, - como lo han declarado a Demócrata Norte de México, algunos profesores que vivieron la época de terror que impusieron los Moreira en la ese centro escolar -, ahora con el gobierno bicéfalo que mantienen Humberto y Rubén, la conjura se encuentra centrada en macerar las instituciones de Coahuila.
El propósito es fortalecer la concentración del poder familiar, principiando con Humberto en la gubernatura. De Rubén en el PRI, ansiando que sea el próximo gobernador. Carlos Moreira, quien controla la Sección 38 y 5 del SNTE, promoviéndose para diputado o senador. Álvaro, quien desde la dirección de Desarrollo Social de Saltillo, se encuentra en abierta campaña hacia la diputación, incluso buscando ser alcalde de la capital estatal. Iván quien desde el Instituto estatal de capacitación y actualización del magisterio (IECAM), junto con Elisa, jefa del área para Jubilados, pensionados y adultos mayores, cierran la pinza en el control magisterial, al margen que la Secretaría de Educación Pública de Coahuila, (SEPC), siempre ha funcionado como caja chica del moreirato.
En el caso de Montserrat Moreira, despachando desde el DIF-Coahuila, al igual que su cuñada Irma Vanessa Guerrero, completan el centralismo administrativo que el clan mantiene sobre las instituciones coahuilenses, principalmente las que atienden los recursos destinados al combate de la pobreza, por cierto, condición que se ha extendido en el estado.
Con el poder concentrado, los Moreira Valdés, usan cualquier tipo de maniobra que mine las instituciones y acreciente el poder familiar. En este sentido, usaron las reformas que impuso el anterior gobierno que dirigió el autócrata Enrique Martínez y Martínez, quien reformó el periodo de duración de los alcaldes, extendiendo los mandatos a 4 años; por cierto con resultados catastróficos para Coahuila.
La mayoría de los funcionarios no terminaron su gestión y en casi todos los municipios coahuilenses, las cuentas públicas asientan irregularidades, independientemente de la pertenencia de partido de los ediles.
Aferrados a debilitar las instituciones, los Moreira, impulsaron la extensión de periodo de las diputaciones locales a 4 años, curules que ocupan priistas afines a extender la monarquía fascistoide de los Moreira, cuando menos otros 6 años por la vía Rubén; que pretenden reemplace a su hermano Humberto.
El Congreso de Coahuila, al igual que las otras instituciones del estado, se encuentra sometido. Reducido a la aprobación de todas las iniciativas de Ley que provengan de las oficinas del gobernador, funcionando como otro escudo del moreirato.
De hecho, no hay iniciativa que se exponga en la tribuna del Congreso de Coahuila, sin que Humberto Moreira, la haya “palomeado” en su despacho. La actual LVIII Legislatura, sólo es una extensión más del despacho del ejecutivo, incluso del cabildeo del presidente estatal del PRI, Rubén Moreira.
Ni que decir del fortalecimiento de la corriente moreirista en el Congreso.
La representación de los partidos de oposición, es menor en comparación con las anteriores legislaturas, incluso la Unidad Democrática de Coahuila (UDC), decidió incorporar a su fracción a Francisco Tobías Hernández, ex secretario particular de Humberto Moreira, convirtiéndose en una prolongación de los moreiristas.
Este tipo de realidades hace más aplastante el dominio del clan Moreira en las decisiones del parlamento coahuilense.
Hoy, el Congreso de Coahuila, sólo es un remedo de poder institucional.
Rubén Moreira, activismo irracional y manipulación
Convertido en el principal promotor del “gobierno de Rubén”, desde antes del 26 de mayo del 2007, fecha en que tomó posesión de la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI,- por cierto, sin oponente alguno-, el llamado “Zerevro” del “Gobierno de la Gente”, anunció lo que ahora se retrata en los llamados carros completos del PRI: Rubén desea un partido único en Coahuila, con una particularidad; la relación directa de las bases con él, como dirigente estatal.
Desde el 26 de mayo del 2007, Rubén Moreira anunció lo que por ahora es una realidad, acabar con los partidos de oposición en Coahuila, principalmente al PAN.
En aquellos días dijo que “No le vamos a dejar ningún espacio (al PAN), vamos por todo”, subrayando la visión totalitaria que vienen construyendo desde que Humberto ocupó la SEPC y luego la presidencia municipal de Saltillo. Aún más lejos, cuando con golpes y escarnio agredieron a profesores y alumnos de la Benemérita Normal del estado, así como de la Escuela Normal Superior.
Desde ese 26 de mayo, Rubén no ha cejado en destruir la estructura priista, aplicando en su lugar, la relación directa con muchedumbres acarreadas desde los barrios y ejidos más depauperados de Coahuila.
Rubén Moreira Valdés quiere afianzarse como jefe indiscutible del cascarón del PRI. Por ello, las movilizaciones multitudinarias para pelear contra el enemigo foráneo, representado por Felipe Calderón; mientras la incapacidad del moreirato arrojó a más de 40 mil coahuilenses al desempleo, durante el año 2009. Además, Coahuila ocupó el primer lugar de accidentes laborales del país, junto con ser el estado con menor tasa de productividad.
Ni que decir del fracaso del moreirismo en el sector de la seguridad pública; cientos de asesinados y centenas de secuestrados que siguen sin aclararse. Por el contrario, la ola de violencia, amenaza con incrementarse en toda la entidad. Los robos de la delincuencia común, se inflan como la espuma en todos lados.
Pero Rubén se mantiene aferrado a erigir un PRI con la relación directa entre él y las multitudes. En ese contexto se inscriben las movilizaciones de protesta contra el alza del IVA y los alimentos.
Primero fue Torreón. Luego, Saltillo. Ahora, Ciudad Acuña.
Bautizada como “la madre de todas las movilizaciones” el acarreo de Ciudad Acuña, sólo confirma que Rubén “El Zerevro”, persigue levantar un PRI que dependa de su jefatura personal. El desvío de recursos públicos que Rubén usa bajo el consentimiento de su hermano Humberto, no importan. El poder son ellos.
Como Benito Mussolini, Rubén ha comenzado a formar sus propios cuadros con la fachada del PRI. Con dinero del gobierno de Coahuila,- al igual que el fascista italiano-, ha incrementado el movimiento de propaganda enalteciéndolo, pero también, al igual que el fascista italiano siguen estableciendo un régimen policiaco con ex militares en retiro.
El prototipo fue bautizado como “El Modelo Coahuila”, por cierto, designado así por la periodista de encueratrices en decadencia, Isabel Arvide.
Los periodistas coahuilenses, instrumentos de propaganda del moreirato
“Valentín (Valdés Espinosa) hubiera tenido con unas cachetadas, para que lo mataban”, dijo deschavetado Humberto Moreira Valdés, a un grupo de reporteros que lo rodeaban, días después de que sus guaruras quisieron tundir a mansalva a un grupo de periodistas de Saltillo, que cubrieron el evento donde Carlos Ariel Moreira, lo nombró como “el profesor más importante en la historia de la Sección 38” del SNTE.“Que poca madre tiene Moreira, pero también nosotros”, dijo el reportero a Demócrata Norte de México, para subrayar que ningún informador “le paró los tacos”, al antes auto llamado hijo del pueblo.
Los Moreira, que se quejaron durante el sexenio de Enrique Martínez y Martínez del pull de periodistas que estructuró el ex secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero, con el fin de espiar políticos, empresarios e incluso a los propios periodistas; ahora desde el poder, mantienen un grupo de reporteros-espías que informan directamente a Humberto y Rubén, acerca de todos aquellos que puedan atentar contra su modelo fascistoide de gobierno.
Simultáneo a comprar los espacios radio eléctricos de casi todas las estaciones de radio saltillenses, sumadas a las televisoras que operan en la ciudad capital; los Moreira comenzaron a favorecer a los informadores que los defienden a capa y espada.
En cuatro años de moreirato, gacetilleros de la radio y televisión, -“antes de perras flacas”, dicen periodistas a Demócrata Norte de México-, se han convertido en empresarios del auto transporte, casas de cambio, dueños de franquicias. Los días de limitaciones económicas se acabaron, incluso para muchas de las televisoras, especialmente RCG, subrayan.
La televisora RCG, es propiedad de Roberto Casimiro González, y es conocida como Moreira´s Channel.
Roberto Casimiro, al igual que un grupo de sus reporteros, han sido señalados por sus fortunas de dudosa procedencia.
Por si fuera poco, los Moreira, son en la práctica, dueños de la mesa de redacción de casi todos los medios de Coahuila, de manera que el apoyo desmedido otorgado al grupo Zócalo para que abriera un diario en la capital del estado no fue novedad.
La primicia, dicen periodistas, políticos y empresarios saltillenses, es que el verdadero dueño del periódico Zócalo de Saltillo, es Rubén Moreira.
Pero eso no es todo, Rubén se ufana del control que mantiene sobre una cadena de difusoras de radio esparcidas por todo el territorio coahuilense, conocida como Coahuilteca Medios, un remedo de RCG.
Coahuilteca Medios, al igual que la mayoría de las empresas de información, sólo funcionan como amplificadores del modelo fascistoide moreireano.
El modelo totalitario impulsado por la familia feliz de Coahuila, Humberto, Rubén, Carlos, Álvaro, Iván, Elisa y Montserrat, se encuentra en marcha.
La conspiración contra las instituciones de Coahuila, se gesta sin duda, desde las oficinas de Humberto, en el Palacio Rosa; también de los departamentos de Rubén.
La propaganda es parte esencial del plan.
Los Moreira Valdés, quieren exprimir Coahuila, cuando menos hasta el 2023.
Está por verse.