Gustavo Leal F. *
La epidemia suma 610 vidas segadas. ¿Por qué el sistema nacional de salud no detectó pronto el virus, ni ha garantizado su tratamiento oportuno?
El doctor Kumate lo planteó así: “¿por qué hubo discrepancias de información? Los gobernadores son señores de horca y cuchillo. Incluso se dice, en broma, que algunos gobernadores priístas estarían más contentos con un presidente panista; así se convierten en auténticos virreyes en su territorio, y con un presidente del PRI tienen que cumplir al menos con cierta línea. Por eso, el principal problema ha sido la información que llega de los estados donde los servicios de salud están descentralizados”. Es decir: el fracaso de esa descentralización diseñada por sus antecesor, Soberón, y luego por sus sucesores De la Fuente (operada por José Narro) y Frenk con el Seguro Popular.
Hay que agregar un modelo de atención descoordinado y desabastecido frente a una demanda acrecida. Para Hugo López Gatell, director de epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa), es necesario prever que aproximadamente 270 mil personas presentarán síntomas durante diciembre y enero: “hasta 30 por ciento de los mexicanos podría estar expuesto”. La tasa de mortalidad pudiera ubicarse entre 0.1 y 0.3 por ciento: una de cada 10 personas contagiadas fue hospitalizada.
Rogelio Pérez Padilla –director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER)– advierte que hasta “2 por ciento de los enfermos llegará a tener neumonía: la principal causa de muerte” y alrededor de 50 por ciento “demandará servicios”.
Mientras Alejandro Macías, subdirector del Instituto Nacional de la Nutrición (INCMSZ) y comisionado especial del Sector Salud para la Atención de la Influenza A/H1N1, espera que la demanda de atención médica se eleve entre 20 y 30 por ciento: “ya hay hospitales saturados” (octubre). Aunque en su opinión: “el sistema de salud funciona bien y de ninguna manera está colapsado. Ocurre que hay una distribución poco equitativa de los enfermos” Por ello mismo su nuevo encargo tendrá entre sus “primeras actividades” diseñar un “sistema” de referencia de pacientes; diseño del que ya se ocupa –al menos– hace 30 años el sistema de salud.
Además de la mutación del virus, para Macías hay que considerar también “un fenómeno que ha preocupado un poco: el incremento de casos de influenza estacional”. Si se dividen, agregó, los “seis, siete meses desde que inició la epidemia con los alrededor de 600 fallecimientos, nos tocaría a 20 decesos por semana, lo cual no es nada desmedido”. Hay que acostumbrarnos, remató, a que los números “va a ir subiendo en algunas decenas” Porque en México “no debe haber más de 5 mil camas funcionales de terapia intensiva” para más de 100 millones de habitantes.
Con todo, el doctor Córdova aclara que “la saturación” del INER y del INCMSZ “era del todo esperable” porque son hospitales que regularmente están en esta situación: Y Macías remata: sólo es una cuestión de “distribución” de enfermos.
Sólo faltaba que, desde la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, Santiago Echeverría agregara que los cuadros de influenza “tienen una evolución natural. Cuando empieza un brote va subiendo, llega a su punto máximo y luego va descendiendo. En este momento ya está en pleno periodo de descenso”. Porque Yunes quiere “un frente contra las epidemias” mientras en el ISSSTE “están preparados para el rebrote”.
Y que, justo celebrando el Día del Médico, Calderón se atreviera a presumir que “en términos generales, todos los enfermos que han acudido a centros de salud han recibido atención médica”. Y todavía agregó: ha habido mayor número de casos pero “también es cierto que la tasa de mortalidad se ha reducido significativamente”.
Por su parte, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Ssa documenta que el número de muertes maternas a causa de males respiratorios se ha disparado: “se incrementó cinco veces en el año”.
Pesa también la dependencia del mercado de vacunas. Tanto así que fue preciso que Calderón recibiera en Los Pinos (octubre) al director de la farmacéutica Sanofi-Aventis para garantizar la entrega de la vacuna. Mientras la planta que edifica Sanofi en Ocoyoacac, estado de México –que las elaborará en coordinación con la paraestatal Biológicos y Reactivos de México– operará plenamente hasta ¡2012! Aunque, según el director en México de Sanofi-Pasteur “no habrá reducción en su costo por tener una planta en México, debido a los controles de calidad que se siguen”.
Como puntualiza el doctor Córdova: desde “hace cinco años México ha comprado las dosis contra la influenza estacional a esas firmas europeas que tienen gran experiencia en la producción de biológicos de este tipo”, ¡experiencia que México tuvo y perdió!
Así como la visión financiera con que se ha tramitado la emergencia sanitaria. Según Córdova (a noviembre) la epidemia había costado 57 mil millones de pesos, 0.7 por ciento del PIB y ya dispone de un nuevo préstamo del Banco Mundial por 491 millones de dólares.
Por eso el Sistema Nacional de Salud ha operado con una baja capacidad de respuesta que, en materia de epidemias y atención, no lo caracterizaba en otros tiempos. Para decirlo con el singular lenguaje del muy, muy polifacético subsecretario de la Ssa Mauricio Hernández: “vamos a seguir viendo un incremento de muertes porque hay más casos. Creo que los datos indican que ahorita vamos a la baja”.
*Universidad Autónoma Metropolitana–Xochimilco
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