*Michaele y Tareq Salahi burlaron los controles del Servicio Secreto y se codearon con la elite del poder
David Brooks
Corresponsal
Periódico La JornadaViernes 27 de noviembre de 2009, p. 40
Nueva York, 26 de noviembre. Era el acto más codiciado entre la elite del país y la cúpula de Washington, la primera cena de Estado de la presidencia de Barack Obama, y todos estaban a la espera del momento en que se divulgara la lista de invitados para ver quién era premiado y quién no. Pero para dos de los asistentes la lista era irrelevante.
Se mencionaba a 335 invitados para la noche del martes, entre ellos figuras poderosas de Hollywood, del mundo político, los medios de comunicación, las centrales sindicales, y amigos y colaboradores de Obama y su esposa Michelle. Las cámaras grabaron el desfile de los invitados al llegar a la Casa Blanca, cada uno identificado por reporteros expertos en reconocer personalidades.
Por ahí pasaron el director de cine Steven Spielberg, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el general Colin Powell, el presidente de la central obrera AFL-CIO Richard Trumka, varios conductores de noticieros nacionales y, claro, Michaele y Tareq Salahi: ella en un espectacular sari rojo y dorado; él, en un elegante esmoquin.
¿Quiénes? Los Salahi son ahora tal vez los asistentes más famosos a la cena de Estado, por el solo hecho de que no estaban invitados.
A pesar de la intensa seguridad que se despliega en todo acto al que asisten el presidente y su familia –que se multiplicó después de los ataques del 11-S y aumentó aún más porque Obama ha recibido, desde su campaña, tal vez más amenazas que cualquier otro en la historia–, la pareja Salahi no tuvo ningún problema en llegar a departir con los asistentes, entre ellos el vicepresidente Joseph Biden; el jefe del gabinete, Rahm Emanuel; el alcalde de Washington, Adrian Fenty, y la conductora de CBS News Katie Couric, como comprueban las fotos que les tomaron y que ellos subieron a su sitio de Facebook.
Ah, sí, la cena era en honor del primer ministro de India, Manmohan Singh, pero ya nadie se acuerda de eso. Mucho más interesante es la pareja Salahi. El Servicio Secreto fue obligado a confesar, después que el Washington Post reportó la hazaña, que los Salahi llegaron y se les permitió pasar. “Un punto de verificación del Servicio Secreto no se apegó a los procedimientos apropiados”, dijo Edwin Donovan, un vocero. Pero aseguró que la pareja, como todos los demás, sí pasó por “magnómetros” y otras medidas de seguridad y, por lo tanto, el presidente y sus invitados nunca estuvieron en peligro.
La Casa Blanca sólo confirmó que los Salahi no estaban invitados y que nunca se les sentó a las mesas de la cena. No se sabe tampoco qué tan cerca llegaron del presidente o su esposa, o de los invitados de honor de India.
Los Salahi son conocidos en el área de Washington por su promoción de vinos y polo en Virginia. Además, se sabe que están bajo consideración para formar parte de un reality show, el de Las verdaderas amas de casa en Washington.
En su sitio de Facebook, la pareja subió varias fotos suyas en el acto, con el mensaje: “nos honra estar en la Casa Blanca durante la cena de Estado en honor a India con el presidente Obama y nuestra primera dama”.
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