Miguel Ángel Granados Chapa
¿Qué pensaría usted de un sacerdote que hace negocios con una señora a la que presta asistencia espiritual? Independientemente de lo previsto en el Código de Derecho Canónico, salta a la vista la incompatibilidad de funciones de un clérigo como el obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, que al mismo tiempo de atender el alma y quizá ser confesor de la señora Olga Azcárraga Madero de Robles León, le hizo un préstamo por 130 millones de dólares, con intereses por 0.50 por ciento, que se duplicarían si el crédito no fuera liquidado a tiempo.
El préstamo se hizo constar en un pagaré que a la letra dice:
"Pagaré. Bueno por US$130.000,000.00 Dólares
Por este pagaré valor recibido, en efectivo, la señora Olga Azcárraga Madero de Robles León, en representación de la empresa Arthinia Internacional, y en lo personal, en su carácter de avalista de la misma, promete pagar incondicionalmente a la orden del señor Onésimo Cepeda Silva, en esta plaza, la suma principal de US$ 130.000,000.00 Dólares (CIENTO TREINTA MILLONES DE DÓLARES 00/100 MONEDA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA) el día primero de julio de 2008.
Este pagaré causará intereses ordinarios desde la fecha de su suscripción, sobre saldos insolutos, a la tasa del .50 % (PUNTO CINCUENTA POR CIENTO) mensual hasta su vencimiento.
De no verificarse el pago de la cantidad que este pagaré expresa el día de su vencimiento, dará lugar a que se paguen intereses moratorios sobre la suma principal vencida y no pagada a una tasa mensual de 1% (UNO POR CIENTO), por todo el tiempo que esté insoluto, sin perjuicio al cobro más los gastos que por ellos se originen.
El suscriptor acepta que este pagaré sea 'SIN PROTESTO'.
Serán competentes para el caso de cualquier controversia respecto de este documento los Tribunales de la Ciudad de México, D. F. renunciándose a cualquier otro domicilio presente o futuro.
México, D. F., a 28 de abril de 2003"
Al pie del documento aparece la firma de "Olga A de Roblesleón".
La señora, que había llegado a formar una valiosísima colección de pintura, murió poco después de concertar esa operación crediticia, el 21 de noviembre de 2003. Era hermana de Rogerio Azcárraga Madero, presidente de Grupo Fórmula (que abarca Radio Fórmula y Tele Fórmula) y de la disquera Orfeón, y tía de Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa. Fue esposa de Ernesto Robles León, director de la empresa Bacardí por más de un cuarto de siglo y miembro del consejo de la Universidad Autónoma de Guadalajara, donde se le guarda aprecio permanente como lo indica el que el laboratorio de computación lleve su nombre.
El obispo de Ecatepec mantuvo en su poder este documento hasta que lo endosó en propiedad a favor del señor Jaime Matute Labrador, sin que se conozca a qué título le transfirió el dominio del pagaré, es decir sin que se sepa si lo vendió o lo donó, por cuánto si es una venta, o el motivo de la liberalidad si es el segundo caso. El hecho es que Matute Labrador lo utilizó para iniciar un juicio ejecutivo mercantil que por el carácter del documento le permitió trabar embargo sobre bienes de la sucesión de la señora Azcárraga apenas el 9 de septiembre pasado.
Muy otra hubiera sido la conducta de Matute Labrador de haber sido el heredero universal de la dama mencionada, quien practicó la filantropía entre otros rubros a favor de sacerdotes pobres, lo que, digámoslo entre paréntesis, es una ironía por su relación con un sacerdote tan rico que era capaz de prestarle, a ella, que disfrutaba de una fortuna, la enorme cantidad mencionada.
Matute Labrador presentó un testamento de la señora Azcárraga en que, con perjuicio de su familia y otros allegados, lo hacía heredero de sus bienes. Los parientes desconocieron esa voluntad de la testadora, impugnaron el documento y después de un prolongado juicio, obtuvieron amparo contra la justicia civil que había dada por buena la disposición testamentaria a favor de Matute Labrador y el instrumento fue declarado nulo el 4 de julio del año pasado.
Los abogados de la familia Azcárraga Madero suponen que, despechado por esa decisión adversa a sus pretensiones, Matute Labrador intentó otra maniobra para reclamar bienes de la señora cuya confianza tuvo, y urdió con el obispo Cepeda Silva la trama del pagaré. Porque la sucesión de la dama difunta sostiene que no hubo tal préstamo y que el pagaré fue redactado con posterioridad al deceso de la presunta firmante, aprovechando que su rúbrica figurara en papeles en blanco que para otros propósitos accediera a firmar.
Matute Labrador figuró como director, secretario y tesorero de Arthinia Internacional, empresa en que la señora Azcárraga fue presidenta y directora, cuyos activos eran los cuadros de la colección de arte mencionada. Su nombramiento como director, formalizado el 29 de junio de 1998, fue anulado por la asamblea de accionistas el 21 de enero de 2003 y se le pidió que rindiera cuentas de su gestión, lo cual no hizo. En cambio, según conjeturan los abogados de su contraparte, inventó el pagaré a favor de Cepeda Silva y el endoso en propiedad en su provecho. Alimentan su sospecha la cercanía entre las fechas de su remoción (21 de enero de 2003) y de la presunta firma del pagaré (28 de abril), y la de su vencimiento (primero de julio de 2008, una fecha que cinco años y medio atrás parece extravagante) con la transmisión del dominio de ese título de crédito (el 23 de junio de 2008) y el comienzo de su nueva ofensiva judicial. Su hipótesis se refuerza porque, en otro proceso civil, Cepeda Silva alega no "ser rico en lo material", lo cual resulta mentira en quien ha tenido en su patrimonio un pagaré por 130 millones de dólares.
Se espera que el obispo de Ecatepec sea llamado como tercero al juicio ejecutivo mercantil iniciado por Matute Labrador. En el ínter, ambos fueron denunciados por fraude procesal (la simulación de un acto jurídico) ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal. l
Proceso 19/10/2008
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