Abdellatif Kechiche aborda la vida de una sudafricana, hoy emblema de la segregación racial
El realizador franco-tunecino narra mediante irritantes y repetidas escenas el circo montado en Londres y París para exhibir, por su exagerada voluptuosidad, a esa mujer del siglo XIX
Afp y Dpa
Periódico La Jornada
Jueves 9 de septiembre de 2010, p. 8
El realizador franco-tunecino narra mediante irritantes y repetidas escenas el circo montado en Londres y París para exhibir, por su exagerada voluptuosidad, a esa mujer del siglo XIX
Afp y Dpa
Periódico La Jornada
Jueves 9 de septiembre de 2010, p. 8
Venecia, 8 de septiembre. El filme francés Venus negra, del franco-tunecino Abdellatif Kechiche, escandalizó este miércoles en el festival de Venecia con la cruda historia, estelarizada por la actriz cubana Yahima Torres, de una africana del siglo XIX humillada por sus genitales deformados.
La triste y verdadera vida de la sudafricana Sarah Baartman, emblema hoy día de la segregación racial, es protagonizada por Torres, quien debutó como actriz con un papel fuerte y difícil.
“Si bien el filme exigía escenas crudas acepté porque se denunciaba el racismo que aún existe en el mundo”, admitió en una charla la cubana, de 30 años, quien llegó a engordar 13 kilos para el papel.
Kechiche, autor en 2007 del encantador Cous Cous, compite de nuevo en Venecia con la historia de la exuberante Venus hoten tote, que a finales del siglo XVIII viajó desde su África natal hasta Europa, en busca de fama como bailarina, pero que terminó vendida y expuesta como animal de feria y objeto de estudio por su extraña voluptuosidad.
Deber moral
“Sentí el deber moral de dejar testimonio del recorrido de esa mujer”, dijo el director en conferencia de prensa.
Por medio de irritantes y repetidas escenas del sórdido espectáculo de circo montado para exhibirla en Londres y París, Kechiche involucra al espectador, al que llama a tomar conciencia de lo que contempla.
“Mirar juntos nos hace sentir menos responsables”, advirtió el realizador al denunciar el racismo prevaleciente en el mundo occidental, en particular en Francia, con la expulsión de gitanos.
“Es espantosa esa política. Se usan métodos que recuerdan catástrofes recientes vividas en Europa”, dijo.
Con su cuarto largometraje, Keciche destaca la pasividad y complacencia de todos y cada uno –el espectador del pasado y el actual– ante el ultraje y escarnio público de otro por ser simplemente diferente: negro, corpulento o deformado.
En el filme Sarah es amarrada como fiera en una jaula, obligada a exhibir sus nalgas voluminosas y a dejarse tocar por el público.
“Es desgraciadamente una historia muy contemporánea”, sostiene Kechiche, que describe en 160 minutos la evolución de ese cuerpo, inicialmente joven y vivo, hasta su desgaste, cansancio, abuso y mutilación.
“El acto más bárbaro fue su disección”, sostiene el director.
La cinta muestra también la fascinación de los científicos franceses de la época, quienes no sólo violaron el cuerpo de esa mujer tras su muerte, sino que lo conservaron en formol y desarrollaron complejas teorías que, encontraron eco en la autora del fascismo”, explicó Kechiche.
El cuerpo de Sarah Baartman estuvo expuesto en el Museo del Hombre en París y fue repatriado a Sudáfria en 2002 a solicitud de Nelson Mandela, quien lo consideró icono de la lucha contra el apartheid.
Trabajo de género
The Town, la historia de policías y ladrones en un suburbio de Boston que trajo hoy hasta el Festival de Venecia el actor estadunidense Ben Affleck, se llevó hoy un aplauso unánime, mientras que no concitaron el mismo apoyo las propuestas europeas presentadas a concurso.
La segunda película como director del Ben Affleck, que se presentó fuera de competencia, ha sido coescrita, dirigida y protagonizada por el actor que alzó el Óscar junto a Matt Damon con Good Will Hunting.
“Affleck es un director que por casualidad actúa”, aseguró su compañera de cartel Rebecca Hall (Vicky Christina Barcelona).
The Town, un trabajo de género inspirado en los clásicos de cine de gánsters, es una adaptación de la novela de Chuck Hogan, El príncipe de los ladrones.
Para su segunda película como director, Affleck se reservó el papel de “príncipe de los ladrones”, que atraca bancos, se enamora de la directora de un banco que atracó (Rebecca Hall) y es perseguido por el agente del FBI (Jon Hamm). Gran parte de la dirección es el casting, comentó Affleck, quien en 2006 obtuvo la Copa Volpi con Hollywoodland.
En la sección oficial la crítica quedó dividida con Attenberg, en la que la tercera y última directora a concurso, Athina Rachel Tsangari, recoge el testigo de Canino y convierte a su director, Yorgos Lanthimos, en actor.
Este jueves proyectarán la cuarta película italiana a concurso, La soledad de los números primos, de Saverio Costanzo, del libro homónimo.
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