La redacción
MÉXICO, DF., 21 de marzo (apro).- La violencia en el estado de Sinaloa, la tierra del jefe del cartel del Pacífico, Joaquín El Chapo Guzmán, comienza a ser una constante, igual que en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Acapulco, Guerrero, donde no hay día en que no aparezcan ejecutados y decapitados.
En las últimas 24 horas se reporta la ejecución de una familia, incluidos dos menores de edad; el hallazgo de cinco cuerpos en la carretera México-Nogales y el incendio de cinco viviendas.
En el primer hecho, el abuelo, la hija y dos nietos fueron ejecutados en la comunidad serrana de Guillapa, municipio de San Ignacio.
Según informes preliminares, la familia fue recibida a balazos el domingo antes de llegar a la comunidad serrana, ubicada arriba del poblado de Ajoya.
Se estableció que las víctimas fueron atacadas a balazos por un grupo de gavilleros cuando regresaban de la comunidad de Guillapa por ganado de su propiedad, la policía indicó que la familia había sido amenazada por este grupo de pistoleros de no regresar por sus reces.
Mientras, envueltas en plástico negro y cinta adhesiva color café, junto a una tienda Oxxo, a la orilla de la carretera México-Nogales, fueron halladas esta mañana cinco personas que presumiblemente fueron ejecutadas.
Se informó que los cadáveres estaban colocados en hilera a la orilla de la carretera.
Y el pasado fin de semana, el poblado de Los Limones, perteneciente al municipio de Mazatlán, y la Constancia, municipio de El Fuerte, fue escenario del salvajismo con que actúa el crimen organizado: grupos armados incendiaron cinco viviendas, con un saldo de tres personas lesionadas, según reportes de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa.
En La Constancia, tres personas resultaron con quemaduras de consideración, luego de que la casa de una familia fue incendiada por un grupo de sujetos que, sin mediar palabras, prendió fuego al domicilio.
Mientras las tres personas eran trasladadas a un hospital de la comunidad de Mochicahui para su atención médica, un convoy de camionetas siguió a la ambulancia en la que iban los heridos, sin que se registraran incidentes.
En tanto, durante las primeras horas del sábado un grupo armado incendió cuatro viviendas del poblado Los Limones, de la sindicatura El Habal, en Mazatlán.
Según la Subprocuraduría de Justicia en la zona sur del estado, los desconocidos llegaron al poblado y preguntaron por tres personas en dos domicilios. Al no encontrarlas, sacaron a una mujer y a sus hijos, y luego dispararon contra los inmuebles y los quemaron.
Posteriormente se dirigieron a otras dos viviendas, donde sacaron a un adulto mayor y repitieron la misma acción, además de que dispararon contra un vehículo que se encontraba en una cochera y prendieron fuego a las casas.
En noviembre pasado, un comando incendió cinco casas y asesinó a tres personas en Vinatería, en la sierra alta de Sinaloa de Leyva.
La PGJE informó que en esa ocasión alrededor de 40 hombres armados y vestidos de negro entraron a la comunidad, compuesto por 25 viviendas, sacaron a los habitantes de sus casas, los interrogaron y luego ejecutaron tres de ellos: Isabel Luna Vega, de 31 años de edad, Oscar Sauceda Luna, de 30, y Oswaldo Cervantes Pérez, de 19 años.
Meses antes, en julio, un comando incendió varias viviendas en los poblados de las Tatemas y Amapa. En esa ocasión, las autoridades no localizaron rastros de sangre de posibles víctimas o reportes de secuestro.
Sin embargo, un día después, en las afueras de una comunidad cercana de Sinaloa de Leyva, denominada Baburias, se hallaron tres cuerpos atados de pies y mano, envueltos en plástico dentro de un túnel.
Proceso
22/03/2011
MÉXICO, DF., 21 de marzo (apro).- La violencia en el estado de Sinaloa, la tierra del jefe del cartel del Pacífico, Joaquín El Chapo Guzmán, comienza a ser una constante, igual que en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Acapulco, Guerrero, donde no hay día en que no aparezcan ejecutados y decapitados.
En las últimas 24 horas se reporta la ejecución de una familia, incluidos dos menores de edad; el hallazgo de cinco cuerpos en la carretera México-Nogales y el incendio de cinco viviendas.
En el primer hecho, el abuelo, la hija y dos nietos fueron ejecutados en la comunidad serrana de Guillapa, municipio de San Ignacio.
Según informes preliminares, la familia fue recibida a balazos el domingo antes de llegar a la comunidad serrana, ubicada arriba del poblado de Ajoya.
Se estableció que las víctimas fueron atacadas a balazos por un grupo de gavilleros cuando regresaban de la comunidad de Guillapa por ganado de su propiedad, la policía indicó que la familia había sido amenazada por este grupo de pistoleros de no regresar por sus reces.
Mientras, envueltas en plástico negro y cinta adhesiva color café, junto a una tienda Oxxo, a la orilla de la carretera México-Nogales, fueron halladas esta mañana cinco personas que presumiblemente fueron ejecutadas.
Se informó que los cadáveres estaban colocados en hilera a la orilla de la carretera.
Y el pasado fin de semana, el poblado de Los Limones, perteneciente al municipio de Mazatlán, y la Constancia, municipio de El Fuerte, fue escenario del salvajismo con que actúa el crimen organizado: grupos armados incendiaron cinco viviendas, con un saldo de tres personas lesionadas, según reportes de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa.
En La Constancia, tres personas resultaron con quemaduras de consideración, luego de que la casa de una familia fue incendiada por un grupo de sujetos que, sin mediar palabras, prendió fuego al domicilio.
Mientras las tres personas eran trasladadas a un hospital de la comunidad de Mochicahui para su atención médica, un convoy de camionetas siguió a la ambulancia en la que iban los heridos, sin que se registraran incidentes.
En tanto, durante las primeras horas del sábado un grupo armado incendió cuatro viviendas del poblado Los Limones, de la sindicatura El Habal, en Mazatlán.
Según la Subprocuraduría de Justicia en la zona sur del estado, los desconocidos llegaron al poblado y preguntaron por tres personas en dos domicilios. Al no encontrarlas, sacaron a una mujer y a sus hijos, y luego dispararon contra los inmuebles y los quemaron.
Posteriormente se dirigieron a otras dos viviendas, donde sacaron a un adulto mayor y repitieron la misma acción, además de que dispararon contra un vehículo que se encontraba en una cochera y prendieron fuego a las casas.
En noviembre pasado, un comando incendió cinco casas y asesinó a tres personas en Vinatería, en la sierra alta de Sinaloa de Leyva.
La PGJE informó que en esa ocasión alrededor de 40 hombres armados y vestidos de negro entraron a la comunidad, compuesto por 25 viviendas, sacaron a los habitantes de sus casas, los interrogaron y luego ejecutaron tres de ellos: Isabel Luna Vega, de 31 años de edad, Oscar Sauceda Luna, de 30, y Oswaldo Cervantes Pérez, de 19 años.
Meses antes, en julio, un comando incendió varias viviendas en los poblados de las Tatemas y Amapa. En esa ocasión, las autoridades no localizaron rastros de sangre de posibles víctimas o reportes de secuestro.
Sin embargo, un día después, en las afueras de una comunidad cercana de Sinaloa de Leyva, denominada Baburias, se hallaron tres cuerpos atados de pies y mano, envueltos en plástico dentro de un túnel.
Proceso
22/03/2011
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