RAÚL A. RUBIO CANO
Mayo 22 de 2018
El despertar de los ciudadanos afectados por la corrupción y la impunidad en la impartición de Justicia, por fin, ya se está enfocando al campo de los Notarios Públicos -que por lo visto-, de ser personas nombradas por el Estado para dar Fe Pública de situaciones muy diversas en la vida de nuestras sociedades, resulta que esa labor institucional, se ha trasformado en una vendimia de consecuencias funestas para mucha gente y, que habla en sí, de una putrefacción del mismo Estado, quien supuestamente está para garantizar el Bien Común de los ciudadanos y sus respectivos patrimonios, no para llevarlos a un siniestro mercadeo de sus bienes y derechos, al mejor postor. Hoy, de todos es conocido en este país, que llegar a ser Notario Público, depende ¿Qué tan “cuatacho” seas del gobernador en turno? y ello, ha ido creando un conjunto de células mafiosas del poder político en turno y esto, empieza a ser algo que ya hartó a los ciudadanos y por eso, poco a poco, y a veces más rápido de lo que esperamos, se viene la arremetida ciudadana contra ese tipo de delincuencia organizada de cuello blanco al interior del Estado. El caso de la sospechosa muerte por “supuesto suicidio” de la Notario Público N° 51 en Saltillo Coahuila, Hilda Elena Sánchez de León, abre esa cloaca de relaciones de las cúpulas del gobierno estatal de Coahuila y los diversos apartados de ese Estado. Según informaciones de la prensa en dicha entidad -El Heraldo (6/1/2018) y El Diario (7/1/2018)-, Hilda Elena, murió por la noche del 5 de enero pasado, ahorcándose con cable telefónico en su hogar; padecía desde hacía más de dos años de una depresión profunda; sin embargo, tiempo atrás del suicidio, ante Notario Público, realizó acciones testamentarias para entregar muy diversos bienes a familiares cercanos, pero, sin contar en esas sesiones con tutor alguno, a pesar de la crítica salud mental que padecía y de ser gente de la tercera edad (62 años). Además, su cuerpo fue cremado sin la autopsia de ley y bueno, las mismas autoridades estatales y familiares muy cercanos a dicha persona -por sus manera de actuar- dejan constancias de que operaron en el mencionado caso “de manera hermética” (El Heraldo), “con hermetismo” (El Diario); por eso hoy, su hermano Alberto Sánchez Osoria, se presenta ante el Congreso del Estado de Coahuila, a solicitar Punto de Acuerdo para establecer Declaración de Procedencia y se investigue y cite a las autoridades implicadas y, resuelva su debida consignación, para funcionarios que van desde el Gobernador del Estado, Secretario General de Gobierno en su carácter de administrador de libros de Notarios Públicos, al Lic. José Luis del Bosque Valdez Notario Público 104 y el C. Juez Segundo de primera instancia en materia civil, un caso que, por prácticamente esconder el cadáver de la supuestamente suicida y su desaparición en cenizas, “huele a homicidio”, según manifiesta su hermano Alberto ¿Cuántos casos parecidos se estarán dando en Nuevo León? ¡Órale!
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