domingo, 3 de junio de 2018

Ataque de EPN a los mexicanos en su alimentación…


RAÚL A. RUBIO CANO
Mayo 10 de 2018

Los amigos de Greenpeace nos informan: Al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, la autoridad agrícola encabezada por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), intenta eliminar la leyenda que se asienta en el etiquetado de los productos orgánicos indicando que “se encuentra libre de organismos genéticamente modificados (OGM)”, también conocidos como transgénicos, lo que en la actualidad le da la oportunidad al consumidor a saber y a tomar decisiones informadas. En efecto, en la actualidad el Artículo 44 del Reglamento de la Ley de Productos Orgánicos la señala: “En el etiquetado de los productos orgánicos se deberá asentar el número de certificado orgánico, el número de identificación del Organismo de Certificación Orgánica expedidor, así como la mención de que el producto se encuentra libre de organismos genéticamente modificados..”; para dejarlo de la siguiente manera: “En el etiquetado de los productos orgánicos se deberá asentar el número de certificado orgánico, el número de identificación del Organismo de Certificación Orgánica expedidor con la leyenda: “Certificado orgánico por:”, así como la leyenda: “No se aplicaron los métodos excluidos por la Ley de Productos Orgánicos”, generando un etiquetado confuso y poco explícito para los consumidores que desde años atrás hemos demandado la necesidad de contar con el etiquetado de los OGM, derecho que se nos ha negado en el marco de la Ley de Bioseguridad de OGM y que ahora el Senasica quiere limitar aún más mediante este intento de modificación del Reglamento de la Ley de Productos Orgánicos sin consultar a los consumidores. Cabe recordar que dentro de las definiciones de la Ley de Productos Orgánicos el Artículo 3, fracción X, señala los métodos excluidos dentro de la producción orgánica: Los métodos utilizados para modificar genéticamente organismos o influir en su crecimiento y desarrollo por medios que no sean posibles según condiciones o procesos naturales y que no se consideren compatibles con la producción orgánica. Tales métodos incluyen de manera enunciativa y no limitativa a la fusión de células, micro-encapsulación y macro-encapsulación, y tecnología de recombinación de ácido desoxiribonucléico (ADN), incluyendo supresión genética, duplicación genética, la introducción de un gen extraño, y cambiar las posiciones de los genes cuando se han logrado por medio de la tecnología de recombinado ADN. También son conocidos como organismos obtenidos o modificados genéticamente. En tales métodos quedan excluidos el uso de la reproducción tradicional, conjugación, fermentación, hibridación, fertilización in vitro o el cultivo de tejido”. “Las autoridades mexicanas y la industria biotecnológica llevan años repitiendo a los consumidores mexicanos que los productos derivados de la biotecnología moderna son inocuos, y de hecho, señalan que los transgénicos son idénticos a los productos convencionales, usando términos técnicos como “equivalencia sustancial” que como consumidores no satisface nuestro derecho a saber y a elegir, siendo una imposición gubernamental y empresarial el hecho de que tengamos que consumir este tipo de productos aún a costa de nuestra voluntad”, expresó María Colín asesora legal de Greenpeace México. ¡Órale! raurubio@gmail.com

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