José Steinsleger
E
l domingo pasado, la embajada de Buenos Aires en Tel Aviv recibió una carta en la que 70 niños palestinos piden a su ídolo, Lionel Messi, abstenerse de participar en el
amistosoentre Israel y Argentina, que tendrá lugar en Jerusalén, el 9 de junio próximo.
La carta se titula
Sobre las tumbas, y en ella plantean:
Como se nos ha dicho, vienes a jugar con tus amigos a Malha, en un estadio construido sobre nuestra aldea destruida. Los chicos dicen que, a pesar de sentir felicidad por tener a su ídolo cerca, también están decepcionados de que el partido sea en ese lugar.
El encuentro iba a jugarse en el Sami Hofen, estadio del puerto de Haifa que tiene capacidad para 10 mil personas más que el Teddy Kollek de la Ciudad Santa. Pero a última hora, el primer ministro Benjamin Netanyahu llamó al presidente Mauricio Macri, y se entendieron maravillosamente.
En Buenos Aires, el presidente de la Asociación del Futbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, y el embajador del enclave sionista, Ilan Sztulman, anunciaron en conferencia de prensa el cambio de la sede para el partido. Una decisión que causó la protesta del presidente de la Federación Palestina de Futbol, Jibil Rajoub, quien también envió una carta a la AFA, la Confederación Sudamericana de Futbol y la FIFA.
Por su lado, el embajador de Palestina en Argentina, Husni Abdel Wahed, declaró: “Por más sumas y copas que gane la selección argentina ha perdido el cariño y el respeto de todo un pueblo, porque está siendo cómplice de la ocupación israelí. Antes de jugar este partido, Argentina perdió mucho…”. Añadiendo:
Este partido es como si nosotros celebrásemos el aniversario de la ocupación de Malvinas.
Asimismo, bajo el lema #Argentina no vayas y #NothingFriendly (no hay nada de amistoso), el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS, que en Europa tiene locos a los sionistas), llamó a impedir que los jugadores sean utilizados para fines políticos.
Según el sociólogo y periodista Jorge Elbaum (versado en deportes y dirigente del movimiento progresista Llamamiento Judío), los integrantes de la delegación argentina manifestaron que el partido de marras se ha convertido en herramienta política.
En plática telefónica, Elbaum nos aseguró que muchos de los jugadores de la selección, y el director técnico Jorge Sampaoli, han solicitado a la AFA que el partido
amistosono se lleve a cabo. La respuesta que obtuvieron fue que la cancelación no podía tomarla la AFA, dado que existía un
acuerdo intergubernamental(sic), que de ninguna manera podía quebrantarse.
El disgusto de Sampaoli habría generado una situación de tensión nunca vista entre los dirigentes y el técnico, y que concluyó con la reducción de la estadía a dos jornadas, cuando estaba planificada para el doble de días.
Por consiguiente, los deportistas y el técnico de la albiceleste pusieron de condición que se garantice la ausencia de políticos israelíes, “…ni en forma previa ni posterior al partido”. Uno de los jugadores, referente del equipo, confesó a Elbaum:
Es difícil ir a jugar un partido amistoso a un país que acaba de matar a 130 personas, entre ellos 10 pibes, en referencia a la reciente masacre en la franja de Gaza.
Elbaum piensa que el
amistosoIsrael-Argentina es el paso previo para mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, tal como lo hicieron Guatemala y Paraguay. Un traslado financiado por El rey de Las Vegas,Sheldon Adelson, magnate amigo de Trump y uno de los máximos beneficiados con el pago a los fondosbuitres, efectuados por Macri en abril de 2016.
La organización del encuentro que se transmitirá a 50 países del mundo (y que en 20 minutos agotó las 31 mil entradas disponibles), estuvo a cargo de la empresa Comtec Group que, de acuerdo con su página web, la selección argentina no sólo está contratada para jugar al futbol. “Junto con el futbol –se lee– el equipo realizará un viaje espiritual (sic) a los principales sitios de Israel antes de viajar a Rusia para la Copa Mundial”.
Para la BBC de Londres, el partido
amistosoque se transmitirá por televisión a 50 países del mundo, respondería a:
una antigua cábala del futbol argentino dice que el último partido amistoso antes del Mundial se ha de jugar contra Israel. Omitiendo, cínicamente, que en esta ocasión la AFA cobrará 2 millones 200 mil dólares, entre 1.7 millones de cachet y otros 500 mil que asumirá la organización en concepto de gastos. Una paga récord.
Los 70 niños de Palestina (uno por cada año de ocupación), dicen en su carta: “Nuestra felicidad se convirtió en lágrimas y se rompieron nuestros corazones. ¿Es acaso lógico que Messi, nuestro héroe, vaya a jugar en un estadio construido sobre las tumbas de nuestros ancestros?…Nosotros, en representación de nuestros amigos y amigas, rezamos a Dios para que conceda nuestro deseo de que Messi no rompa nuestros corazones”.
Cosas del Señor: súbitamente, una visita de la selección argentina al Vaticano para recibir la bendición de Francisco, se diluyó. Pero el contrato en Jerusalén, no. Y los 70 niños palestinos esperan la respuesta de su ídolo, Lionel Messi, embajador de buena voluntad del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Adenda: al cierre de este artículo el partido fue suspendido. Como dicen los creyentes, Dios es grande.
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