RAÚL A. RUBIO CANO
Septiembre 12 de 2016
El viernes 9 de septiembre, el periódico El Norte ofreció cinco páginas en la Sección Negocios en donde dos de ellas brindan un “bello” cuadro de lo que la transnacional Coca Cola, la oligarquía local (en particular Arca Continental y Coca Cola FEMSA) y sus ramificaciones a Centro y Suramérica, están haciendo con el agua. El escenario es espantoso porque además de la Coca Cola y sus cuates, todo va poniendo en claro que el ascenso de la privatización del vital líquido va a tambor batiente y pareciera que no hay quien los detenga en eso de convertir el derecho al agua para la ciudadanía en una vil mercancía. Todo este camino ha sido posible al ir destruyendo el Estado nacional y sus empresas mediante el desarrollo de las políticas económicas neoliberales (introduciendo en todo el elemento de la corrupción) que dejan el camino abierto a las transnacionales y a sus socios locales con el fin de apoderarse de los bienes públicos y convertir derechos constitucionales en mercancías. Esas dos páginas nos hablan de cómo México ocupa el segundo lugar mundial en el consumo de agua embotellada: 191.3 litros per cápita en 2015, sólo superado por Nigeria con 193.6 litros. Se dice que “…a nivel continente americano los mexicanos son los que más agua embotellada toman, ya sea de garrafón o en presentaciones familiares o individuales…”, según estudio de Euromonitor Internacional en 80 naciones (El Norte). Coca Cola es la primera empresa de las 500 de la revista Fortune que regresan al medio ambiente toda el agua que utilizan en sus procesos. En entrevista, Mariano Montero (¿será algo de Cosijjoppi Montero de Reforestación Extrema?) de Fundación FEMSA, el mismo que también jala ya para el gobierno Bronco en Desarrollo Social u algo así, informó que han invertido 12.3 millones de dólares en tres años, beneficiando a 196 comunidades, unas 110 mil personas (o sea, como dos estadios de los Rayados) de Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México. ¡Caray!, sí dividimos millones de dólares entre beneficiados, a un dólar de 19 pesos, les tocarían unos dos mil 124 pesos por chompa en tres años, menos de mil pesos por año. Vaya forma de sustentabilidad que predican estos Femsos para decir que se cuidan ecosistemas y pobladores… Por eso, mientras la IP y las transnacionales se agandallan el agua que es de todos, los Lilianos y demás ignorantes e ingenuos nos quieren distraer gritando ¡No a Monterrey VI!, un proyecto detenido técnica, legal y económicamente. No hay lana del Gobierno Federal y, recientemente, dos veces los integrantes de la Consejo de Cuenca del Pánuco (siete estados y unos 360 municipios) han dicho ¡No a Monterrey VI! con el machete en la mano… ¡Órale! raurubio@gmail.com
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