viernes, 11 de abril de 2008

Carlos Aguilera; en Ciudad Lerdo todos murmuran su destitución

Por diferencias personales y políticas, Ismael Hernández lo quiere botar de la alcaldía


Juan Monrreal López
Abril 11 del 2008

Ciudad Lerdo, Durango.- Agobiado por el rumor de que será removido de la alcaldía que hoy ocupa, Carlos Aguilera Andrade ha iniciado una serie de actividades desesperadas con el fin de allegarse la simpatía popular de los lerdenses del área urbana.

Ataviado con pantalón de mezclilla y una camiseta con propaganda del área natural protegida Cañón de Fernández, el edil se dio a la tarea de recoger 10 toneladas de basura del primer cuadro de la ciudad.

“Sinceramente, creo que lo que hacen los trabajadores de limpieza en 12 horas, pudiera desarrollarse en 5 horas”, dijo alardeando de la labor efectuada.

Y es que “lo que me di cuenta es que nadie les dice que hacer a los recolectores cuando empiezan a prestar el servicio, por eso vamos a tratar de capacitarlos”, refirió.

Carlos Aguilera, tomó posesión como alcalde el 1 de septiembre de 2007, derrotando al panista Carlos Alberto Morales Núñez, ex Secretario del ayuntamiento que presidió Rosario Castro Lozano, jefa importante del panismo estatal junto con su hermano Juan de Dios Castro.

Carlos Aguilera pertenece al grupo municipal de los dirigentes cenecistas conocidos como los, “power rangers”. Con ese mismo grupo, Luís Fernando González Achem, ganó la presidencia, pero se largó cubierto con escándalos administrativos que nuca fueron castigados, merced a las intervenciones de Ismael Hernández Deras y el jefe del grupo Carlos Herrera; a pesar que la alcaldesa Rosario Castro Lozano, mostró claramente las irregularidades administrativas del grillo conocido como el “güero Achem”.

Y es que en este municipio, tanto priístas como panistas mantienen compromiso de lealtad con el clan gómezpalatino.

Fuentes panistas confiaron que “Rosario Castro, obedeció órdenes del grupo Carlos Herrera, clan que le ha patrocinado las campañas políticas en las que ha participado”, por eso dejó de presionar.

El “güero Achem”, como Rosario Castro han servido al grupo Carlos Herrera, por eso, “los ánimos justicieros” de la Coordinadora del Instituto nacional para el federalismo y desarrollo municipal (INAFED) pronto se apagaron.

Tres años después, sucedería lo mismo con la administración municipal que entregó Castro Lozano.

Con una cuenta pública en total anormalidad, Carlos Aguilera amenazó con llevar por el camino de la Ley las irregularidades encontradas. Pero el fuego legal esgrimido por Aguilera Andrade, pronto fue apagado por el jefe del grupo Carlos Herrera, patrocinador de su campaña.

Carlos Aguilera, diputado del montón

Ex jefe de servicios municipales en la administración de Luís Fernando González, Carlos Aguilera ganó la representación local por el área rural lerdense.
Como diputado de la LVIII Legislatura, las huellas que plantó fueron sus persistentes actitudes de misoginia para argumentar en contra de la gestión de Rosario Castro o cualquier otra fémina que no llenara el perfil que Aguilera Andrade tuviera en mente.

Aguilera fustigó desde la tribuna legislativa que se castigaran los desfalcos de Rosario Castro, más lleno de retorcimiento de género que con argumentos constitucionales. Tal fue al denuesto en contra de las mujeres, especialmente en contra de Rosario Castro, que las parlamentarias Gloria Martínez Castañola y Lilia Velia Carranza García, lograron que la Comisión de equidad y género reprobara de manera pública estas actitudes.

Pero los retorcimientos en que se vio involucrado Aguilera Andrade a su paso por la LVIII Legislatura, no pararon allí.

Su asistente Salvador Arreola Soria fue acusado de violar a tres menores de edad en la casa del diputado Aguilera, en un hecho por demás turbio. Además, cuenta la investigación que en ese domicilio se encontraron drogas. No obstante, las acusaciones se acumularon hasta alcanzar cuatro mujeres ultrajadas, entre ellas, las tres menores, alumnas de primaria, y una persona adulta.

Salvador Arreola Soria es hermano del entonces suplente de Aguilera Andrade, José Ramón Arreola Soria, pero también del ex Secretario de educación pública del estado, Héctor Arreola Soria, conocido como “el chino”, hoy titular de la Dirección general de educación superior tecnológica de la Secretaría de educación pública.
Carlos Aguilera quiso negar la relación que sostenía con el inculpado.
En aquellos días declaró que, “esto es una promoción gratuita de mala leche en mi contra”. Sin embargo, Manuel Herrera, Oficial mayor del congreso, reconoció públicamente que Salvador Arreola Soria, trabajaba como colaborador de Aguilera Andrade y que percibía “un sueldo mayor a 4 mil pesos como asistente del diputado”.

Un rumor recorre Lerdo, la destitución de Carlos Aguilera

El siseo en las distintas oficinas públicas tienen un mismo sonido; la destitución de Carlos Aguilera.

Los pasillos de la presidencia municipal, tanto como las del Registro público de la propiedad, dependiente del gobierno del estado; los seccionales priístas, o la militancia del panismo, mantienen el mismo murmullo: Carlos Aguilera, se va.

Y es que al margen de que Aguilera Andrade no haya realizado obra pública alguna en los casi 8 meses al frente de la alcaldía, pertenece al grupo Carlos Herrera, tropa política contraria a los intereses de Ismael Hernández Deras.

Según la clase gubernamental de la capital del estado, señala que, “Aguilera mantiene profundas disputas personales con Hernández Deras, lo que agrava más su permanencia al frente de ese Ayuntamiento”.

Aguilera reconoció desde siempre su “profundo agradecimiento” hacia el jefe del grupo Carlos Herrera, pues de “él recibí apoyos suficientes para obtener la alcaldía”, repitió una y otra vez en las comidas que se organizaron para celebrar su triunfo electoral sobre el aspirante panista Carlos Alberto Morales Núñez.

Ciudad Lerdo, es parte importante de uno de los Distritos federales que se disputarán el próximo año, y desde ahora, Hernández Deras, junto con sus allegados, lo quieren para ellos. Pretenden, a toda costa, cerrar el paso a cualquier candidato del grupo Carlos Herrera, corriente política que estuvo a punto de arrebatarle la candidatura con la que obtuvo el poder estatal.
Esa es la encrucijada de Aguilera Andrade. Confrontaciones políticas y personales con Ismael Hernández. Cero obra pública en 8 meses. Fuerzas políticas que ya chocan para la próxima contienda federal. Brújula de gestión descompuesta; pero lo que es peor, no cuenta con simpatías ciudadanas.
En este contexto debe ubicarse la medida desesperada de recoger basura en el centro de la ciudad. Quizá pronto lo veamos de agente de tránsito o consumando algún arresto vestido de policía.

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