viernes, 17 de enero de 2014

Mireles, líder de autodefensas, estuvo preso por narcotráfico

 

17/01/2014 05:38 Andrés Becerril y Miguel García Tinoco

Excélsior tuvo acceso al expediente donde consta que el médico cirujano fue detenido en 1988 por cultivo y venta de mariguana, pese a lo cual llegó a ser candidato a senador por el PRD

José Manuel Mireles Valverde, médico y uno de los líderes más visibles de las autodefensas de Tepalcatepec, estuvo encarcelado tres años y ocho meses por narcotráfico.
José Manuel Mireles Valverde, médico y uno de los líderes más visibles de las autodefensas de Tepalcatepec, estuvo encarcelado tres años y ocho meses por narcotráfico.
CIUDAD DE MÉXICO, 17 de enero.- José Manuel Mireles Valverde, que saltó a la fama pública hace casi once meses como líder de un grupo de civiles michoacanos de Tepalcatepec que se armó para defenderse de los secuestros, extorsiones y asesinatos cometidos por narcotraficantes del cártel de Los Caballeros Templarios, hace 26 años formó parte de ese mundo al que hoy Mireles afirma combatir, según documentos de la justicia federal.
El 8 de noviembre de 1988 Mireles Valverde fue arrestado a las puertas de su domicilio en el municipio michoacano de Tepalcatepec por elementos de la desaparecida Policía Judicial Federal (PJF) en posesión de 86 kilos de mariguana, empaquetados en diez costales.
Víctima de un accidente aéreo ocurrido el pasado 4 de enero, el líder de las autodefensas de Tepalcatepec, que en 1988 fue procesado y en 1991 sentenciado por delitos contra la salud, fue custodiado por la Policía Federal en la Ciudad de México con una guardia a las puertas del hospital donde convalecía. Hoy no se sabe públicamente de su paradero.
Excélsior tiene copia del expediente del proceso penal 209/988, que se convirtió después en el II-233/988 y que se le siguió a Mireles Valverde por el delito contra la salud en su modalidad de siembra, cultivo, cosecha y posesión de mariguana, además por la venta del mismo enervante.
Por estos hechos, Mireles recibió una sentencia de siete años y tres meses, y una multa de 50 mil pesos que pudo haber pagado con seis jornadas de trabajo en favor de la comunidad. Aunque el tiempo que estuvo en prisión fue de tres años y ocho meses.
La sentencia definitiva de siete años y tres meses en contra de Mireles está fechada el 15 de mayo de 1991. Catorce meses después, el 9 de julio de 1992, Mireles recibió tratamiento de preliberación. El Consejo Técnico Interdisciplinario del Centro de Readaptación Social en Uruapan así como la valoración co-criminológica y la aprobación de la Comisión Dictaminadora de la Dirección de Prevención y Readaptación Social de Michoacán, concluyeron que Mireles “revela adecuada readaptación”.
Tras su huella
Mireles Valverde, conocido entre sus amigos como El Loco Mireles, fue detenido junto con Jesús Cisneros Andrade, José Cortés Leal y Ricardo Mireles Valverde, hermano del líder de las autodefensas de Tepalcatepec, que libró la cárcel y actualmente tiene una tienda de aparatos eléctricos en esa localidad.
Según el expediente de la justicia federal, los policías judiciales “se constituyeron en la población de Tepalcatepec, Michoacán, con el objeto de localizar a José Manuel Mireles Valverde, debido a que tenían conocimiento que dicho sujeto se dedicaba a la venta de mariguana.
“Que efectivamente —sigue el expediente­—, a la hora y fecha indicadas —tres de la tarde del 8 de noviembre de 1988— lo abordaron afuera de su domicilio, informándoles que en sociedad con Atanasio Guízar Chávez efectuó una siembra con semillas de ese vegetal, que él proporcionaba fertilizantes y demás aperos necesarios para la siembra, cultivo y cosecha de la yerba de la cual se encargaba su socio.
“Que convinieron que el declarante (Mireles) recibiría como pago el 25 por ciento de la producción total; que de la droga que le correspondió había vendido ochenta y cuatro kilogramos a un norteamericano de nombre Ronald MacNeal y que la otra parte de la yerba aún la conservaba, ya que la tenía guardada en una casa abandonada, en el rancho San Isidro, municipio de Tepalcatepec, Michoacán, hasta condujo a sus captores y les hizo entrega de diez costales que contenían ochenta y seis kilogramos aproximadamente de mariguana”, señala el documento judicial.
Su vida en la cárcel de Uruapan
Mireles ingresó al penal de Uruapan, Michoacán, el 18 de noviembre de 1988, según oficio firmado por el juez segundo de primera instancia en materia penal, Alejandro Pardo Ontiveros. Su estatus era de “primodelincuente”, dice el documento judicial.
Armando Saavedra, un veterano periodista michoacano, que en esa época estuvo preso en el mismo penal con Mireles y a quien trató ahí durante un año, cuenta que el director del penal de Uruapan de aquella época, a los pocos días de que Mireles había sido recluido en ese penal regional, lo nombró encargado de la tienda de la prisión. “llegó muy bien recomendado”, recuerda el periodista.
Saavedra dice que Mireles —a quien siguió frecuentando después—, en aquella época le pareció un hombre tranquilo, con gran apego a la familia, porque recibía constantemente visitas de sus parientes. Y opina que en el tiempo de reclusión, no vio que Mireles tuviera madera del líder que es hoy, y que en todo caso el liderazgo que tiene en estos momentos es meramente circunstancial.
De acuerdo con el expediente penal del líder de las autodefensas de Tepalcatepec —región de Tierra Caliente que desde finales de los años veinte tiene problemas similares a los de la actualidad—, un destacamento de policías de la Judicial Federal, encabezados por el agente Carlos Castillo Espino tenían información de que un grupo de supuestos narcotraficantes operaban en la comunidad de Agua Buena, municipio de Coalcomán, y que entre a los que supuestamente buscaban estaba Mireles Valverde.
En el operativo federal de 1988, los policías judiciales incautaron, según los documentos judiciales, tonelada y media de mariguana, que de acuerdo a las investigaciones ministeriales era propiedad de Guízar Chávez. En el consultorio de Mireles se encontró equipo de radiocomunicación y varios costales del enervante revueltos entre otros con ajonjolí que estaban en ese lugar.
En más de una ocasión, José Manuel Mireles, que se graduó como médico cirujano partero por la Universidad Michoacana y que intentó hacer una carrera política afiliándose al PRI, desde donde compitió para ser presidente municipal de Tepalcatepec y perdió, ha rechazado que haya estado preso.
En las actuaciones del expediente penal, la defensa de Mireles Valverde apeló a la tortura para obtener la declaración que lo inculpó y llevó a prisión.
“En efecto, al rendir su declaración preparatoria, mi defenso dijo que lo detuvieron en su consultorio para enseguida ser trasladado al campo de futbol de Tepalcatepec, Michoacán, en donde brutalmente fue golpeado y torturado para que aceptara que era el dueño de plantíos de mariguana, y de dicho campo fue trasladado a las oficina de la Policía Judicial Federal en donde lo hicieron firmar diversas actas tanto ante ellos como ante el Ministerio Público Federal, sin ser impuesto de sus contenido”, dice el expediente penal, donde el defensor de Mireles apunta que su cliente y el judicial federal que lo arrestó, Castillo Espino, nunca se carearon.
Mireles se fogueó en el penal de Morelia
En 1990, Mireles Valverde fue trasladado al penal de Morelia y ahí, junto con un convicto acusado de cohecho, Ives Landa Ruiz, y otros internos, se apoderaron del autogobierno del penal. Landa Ruiz salió de prisión debido a un amparo directo en 1992, el mismo año que Mireles.
El autogobierno del penal de Morelia, al que pertenecía Mireles, cuentan que controlaba la entrada de drogas, principalmente mariguana y alcohol. Al final de la administración del entonces gobernador priista Genovevo Figueroa —que después se hizo perredista—, Mireles y su grupo protagonizaron varios episodios violentos por el control del autogobierno de la cárcel moreliana.
El periodista michoacano Francisco López Guido, que emparentó con Mireles Valverde por que se casó con una hermana de José Manuel Mireles González, padre del hoy líder de las autodefensas de Tepalcatepec, fue el encargado de litigar y hacer lobby en favor del médico en su proceso penal.
López Guido escribió durante más de cuatro décadas una columna en el periódico La Voz de Michoacán, que se llamó “Toca-Mal”, el año pasado anunció que se retiraba.
Considerado por quienes lo han tratado como un hombre carismático y a quien “le gira la piedra”, Mireles empezó su nueva vida después de pasar casi cuatro años de la cárcel, en Estados Unidos. Se avecindó en Modesto, California.
En California, el médico Mireles reprodujo el modelo de la Casa Michoacán, que originalmente se fundó en el estado de Illinois. Trabajó como voluntario en la Cruz Roja de Modesto; además de ese voluntariado en la benemérita institución, Mireles era la cabeza visible de un grupo de abogados que trabajan en contra de abusos policiacos principalmente en defensa de los hispanos, llevaba a cabo un programa de alfabetización y trabajaba en una clínica contra el alcoholismo y la drogadicción en Ceres City.
El activismo en EU
Mientras Mireles prepara su regreso a México, a principios de 2006, el doctor participó en el libro Michoacán, voto en el extranjero. Una conquista de los migrantes, coordinado por Gonzalo Badillo Moreno, que apareció en 2007, tuvo un tiraje de 25 mil ejemplares y fue presentado por Lázaro Cárdenas Batel, entonces gobernador de Michoacán.
En ese texto, Mireles escribió un texto en el que muestra su oposición hacia el gobierno y las fuerzas del orden, pero también hacia la delincuencia, a quienes liga como aliados.
“No, no queremos imponer ni quitar nada, solamente queremos ser tomados en cuenta en una forma justa y ordenada en el desarrollo político, económico y social de nuestras comunidades de origen. Nuestros gobernantes deben considerar que miles de nosotros, quizá millones, hemos salido de nuestro país huyendo de algo o de alguien y que ese algo puede ser el hambre…
“Ese alguien –sigue el texto de Mireles–, pueden ser los mismos agentes armados: militares, federales, estatales o municipales que se dedican a secuestrar, asaltar, asesinar y violar a nuestras familias en nuestras comunidades de origen, con la impunidad que les otorgan sus charolas o credenciales de “resguardadores de la ley y el orden” firmadas por los gobernantes en turno, quienes solapan y protegen a estos esbirros considerados como única forma de aplicar la ley en los pueblos de México, quienes acosándolos siempre mediante el terror y el desarme en retenes y “revisiones” dizque rutinarias, los ponen en manos de los que sí son delincuentes para que puedan ser secuestrados, asaltados o asesinados, sin protección o defensa de autoridad alguna. Por este motivo nuestra raza emigra en busca de seguridad y de la tortilla, que nuestro país, con todas sus instituciones; no le proporciona”.
En esa misma colaboración, el líder de las autodefensa se presenta así: “El suscrito, José Manuel Mireles Valverde, originario de Tepalcatepec, Michoacán, con residencia en el estado de California, E.U., fundador de CASA MICHOACÁN, Organización no Gubernamental para el servicio de nuestra comunidad; tanto en México como en Estados Unidos”.
Pasó por el PRI, el PRD y Alternativa
Además de haber sido priista en sus años juveniles, en 2006, auspiciado por Leonel Godoy Rangel (que en 2008 fue gobernador de Michoacán), Mireles fue inscrito por el PRD en la Alianza Por el Bien de Todos en el lugar 25 de la lista plurinominal para integrar el Senado de la República. El doctor Mireles estaba en la lista para el Senado por debajo de María del Carmen Refugio Loya Serrano y arriba de Mónica Hernández Martínez, según consta en las listas dadas a conocer por el Instituto Federal Electoral.
Año y medio después y ante la imposibilidad de integrarse a la LX Legislatura, encabezada en el PRD por Rosario Ibarra y Carlos Navarrete, Mireles buscó otro espacio político y se marchó al Partido Alternativa Socialdemócrata. Para las elecciones locales de Michoacán, del 7 de noviembre de 2007, el doctor Mireles fue inscrito como candidato de mayoría relativa propietario en el distrito XXI con cabecera en Coalcomán, en fórmula con Ana Delia Valencia Chávez con el sello de Alternativa Socialdemócrata, entonces dirigido nacionalmente por Alberto Begné Guerra.
Sobre la postulación de Mireles y Valencia Chávez, que es la esposa del doctor Mireles, Begné Guerra comenta que la inscripción de candidatos locales era responsabilidad de los comités ejecutivos estatales y no del nacional, que él presidía.
No obstante, Begné recordó que desde 2006 pidió apoyo a Eduardo Medina Mora, entonces director del Centro de
investigación y Seguridad Nacional (Cisen), para tener información sobre “candidatos dudosos” para las elecciones federales.
Legalmente, los antecedentes penales de Mireles no son un obstáculo para que haya sido inscrito como candidato. En la reforma electoral de 2007 al Cofipe se establecía un candado para que los partidos políticos impusieran el requisito de no haber tenido una sentencia ejecutoriada en materia penal, pero en 2008 fue derogado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Desde 2006 y hasta la fecha, la ex candidata Valencia Chávez aparece en una lista de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, como responsable de estancias infantiles en Tepalcatepec.
Sin cargo en el Congreso de la Unión ni en el Congreso local de Michoacán, Mireles entró a la nómina del gobierno estatal de Godoy Rangel, como asesor de asuntos internacionales de la Secretaría de Salud, en donde estuvo hasta 2011.
“¿Quiere redimirse o hace el trabajo sucio?”
Un ex jefe policiaco del estado de Michoacán que conoce buena parte de la historia de José Manuel Mireles Valverde, menciona que antes de haber sido recluido en el penal de Uruapan, quince días después de haber cumplido 30 años, el doctor Mireles había sido un habitante más de Tepalcatepec, que como muchos en la región tenía un gusto especial por la cacería, de ahí su facilidad para manejar armas, igual que la mayoría de quienes integran la base de las autodefensas.
Comenta que tiene idea de que su padre, José Manuel Mireles González, es originario de Tepalcatepec, pero que su madre, Margarita Valverde, es originaria del norte del estado de Sonora, porque el apellido Valverde no es muy común en Michoacán.
El ex funcionario estatal consultado para este trabajo, mencionó que Tierra Caliente y en especial Tepalcatepec se convirtió en una zona de narcotráfico desde la década de los ochenta, pero que nunca se habían registrado delitos en contra de la población en general, es decir que nunca se había cobrado derecho de piso, pues los narcotraficantes locales mantenían bajo perfil, hasta que en 2000 empezaron a llegar los cárteles de carácter nacional, como los golfos, zetas, la gente del Chapo Guzmán, los Valencia, los Arellano, que se empezaron a disputar la plaza a sangre y fuego.
Informes del gobierno del estado de Michoacán señalan que los hermanos Juan Manuel Farías Álvarez, alias El Abuelo y Uriel Farías Álvarez alias El Paisa, son quienes auspiciaron a partir de febrero de 2013 el surgimiento de las autodefensas en Buenavista Tomatlán y en Tepalcatepec, con el objetivo de acabar con Los Templarios, que a su vez son una escisión del cártel conocido como La Familia Michoacana.
Uriel Farías fue presidente municipal de Tepalcatepec cuando se registró el llamado michoacanazo del gobierno del presidente Felipe Calderón. El 26 de mayo de 2009, siendo gobernador Leonel Godoy Rangel, fueron arrestados 12 presidentes municipales, entre ellos Uriel Farías, pero, como todos los demás, quedó en libertad.
El Abuelo Farías —que pasó seis años en prisión— dicen los informes gubernamentales, fue quien se encargó de hacerle frente tanto a gente del cártel de Los Zetas como a los aliados del Chapo Guzmán, cuando estos grupos delictivos empezaron a ganar terreno en los límites de Michoacán y Jalisco, que es históricamente su base de operación y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
El ex jefe policiaco estatal menciona que la irrupción de José Manuel Mireles Valverde en la escena nacional desde febrero del año pasado tiene dos lecturas: se trata de redimir, porque se retiró de las actividades delincuenciales en las que participó en el pasado y está arrepentido; o le está haciendo el trabajo sucio al grupo delictivo de Los Farías, que según informes de las autoridades locales, desde hace años es parte del cártel Jalisco Nueva Generación.

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