lunes, 1 de octubre de 2018

¡¡¡In Memoriam de Eduardo González, Mí Compadrito…!!!


RAÚL A. RUBIO CANO
Septiembre 26 de 2018

Hay historias locales que deben indagarse y comentarse. Lástima que el cronista de Monterrey, Polo Espinosa, le quedó muy grande el puesto para realmente ir documentando todo ello, contribuyendo así al oscurantismo necesario, para que unos cuantos pillos, se den gusto destruyendo la ciudad y, supuestamente nadie se dé cuenta de ello. ¿Qué tanto ha dicho Polo de la destrucción que se lleva sobre la colonia Independencia, Tanques y América? Pues nada, porque como cronista es parte del aparato municipal de Monterrey y ni modo que hable del dolor humano que significa el que estén jodiendo a esos miles de vecinos con los mentados Distritos Urbanos e Interconexión, que unos cuantos Zares inmobiliarios quieren armar a chaleco, cueste lo que cueste. O ¿Qué tanto ha dicho Polo como cronista de los sufrimientos de los vecinos de múltiples colonias en su salud y bienes a causa del distrito TEC? Pues tampoco nada, se mordería la lengua, porque hoy Polo construye gran edificio en lo que fueran las oficinas y taller de Regio.com, las antiguas instalaciones de la fábrica de muebles La Malinche. Sitio de grandes sufrimientos y éxitos de un equipo de periodistas que llevamos ese medio informativo a un nivel de ser “un cadillo” y arrancar éxitos propositivos para nuestra comunidad a los gobiernos en turno desde El Benjas hasta Medina, y, es que ante la debacle del gobernador Sócrates, a sus cercanos colaboradores como Polo, se les persiguió políticamente y por eso, la astucia de éste personaje urbano, fue el refugio en un medio y con periodistas de combate, obteniendo en poco tiempo esa casa editorial premios internacionales, nacionales y locales, por el tipo de periodismo que se hacía y donde aunque Polo era dueño y director, junto con su socio Cayetano Garza, el que sería puente y conector entre “las locomotoras” de ese medio: Gloria González, Francisco Ortiz, Lalo Cepeda, Guffo, un servidor y demás tropa, era Eduardo González (Mí compadrito), el “gran maquinista”. Y, en lo que a mi responde por 15 años de trabajo en Regio, pude realizar periodismo crítico por esa dirección de Lalo González, quien se nos fue al Oriente, pero estará siempre presente, y nosotros agradecidos con él, por su trato y respeto que tuvo para todos, a pesar de recibir constantemente las reprimendas de Polo por errores nuestros o zarandeadas escritas con exceso de violencia, a las ratas del gobierno y empresarios voraces. Toda una obra periodística que ante las tundas a Medina y su papá, Polo llegó al punto de zafarse de ese escudo que formó cuando cayó Sócrates en desgracia; para ese entonces, Lalo había cambiado de trabajo y Polo terminó despidiéndome y bajando de Internet con Oscar Tamez y un gato de CEMEX, esa valiosa información de más de 15 años que según ellos, desaparecieron para siempre (¡Vaya espíritu de cronista!); fruto de rudo trabajo, sufrimientos, grandes éxitos y una gran amistad, bajo la dirección de ese “Gran Maquinista” de Eduardo González ¡Hasta Siempre, Compadrito!raurubio@gmail.com

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