Ciudad endeudada, obra pública nula, asesinatos por doquier: saldos de un ejercicio presupuestal de más de 2 mil millones de pesos en un año
*De acuerdo a la Ley, debe estar en la cárcel
Juan Monrreal López
Abril 29 del 2010
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Gómez Palacio, Durango.- Con 14 meses como presidente municipal sustituto, Mario Calderón Cigarroa, ha ejercido presupuestalmente más de 2 mil millones de pesos, sin que esto se refleje en el despunte urbanístico del municipio, en el combate a la carencia patrimonial de los ciudadanos, en el achique de lo que los priistas definieron como polígonos de pobreza; por el contrario, la infraestructura urbana se cae a pedazos en las calles, en los ejidos, al igual que muchas colonias populares permanecen sin drenaje, sin agua, sin pavimento, mientras la inseguridad sigue arrojando muertos en las calles en números abundantes; por si fuera poco; Calderón Cigarroa, heredará la deuda más grande en la historia de este ayuntamiento, pese a ejercer en términos per cápita, un presupuesto superior al de la ciudad de Torreón.
Nombrado alcalde sustituto el 9 de febrero del 2009, en un modelo de golpe de estado técnico, - primero “enfermaron” al presidente municipal suplente, Fermín Cuéllar González, luego hicieron retroactiva la Ley Orgánica del Municipio Libre en su Artículo 52-, Calderón Cigarroa, sumará 182 millones de pesos más a la deuda de la ciudad, sin que dicho monto sea respaldado con obra pública que los justifique.
Peor. En 14 meses de gestión de Mario Calderón, la muerte vive en las calles. Los ejecutados en la ciudad se elevaron en más de 5 veces el número, en sólo un año, lo que muestra el fracaso de la Secretaría de seguridad pública municipal, a cargo de Víctor Hugo Cordero Georgiana, un policía falsario, que no debería desempeñar función pública alguna, - al margen de que vende rutas policiales, rente patrullas, exija tequiliú, según denunciaron varios oficiales de policía y tránsito a este medio-, pues se encuentra inhabilitado, como se asienta en la página de la Contraloría del gobierno de Sonora.
Más grave. Ignorante, violador consuetudinario de la Ley, Mario Calderón Cigarroa, se reunió en privado, a espaldas del cabildo y de los ciudadanos, con el secretario de Seguridad Pública del estado, el General retirado Valentín Romano López, para poner en sus manos la seguridad pública municipal, en flagrante violación a la Constitución General de la República, y por supuesto, al Municipio Libre.
La criminalidad en Gómez Palacio, se retrata a diario en los hogares del municipio. Un día hay muertos, el otro también. En La Laguna de Durango, se perpetraron 99 crímenes durante 2008. Para el 2009, el crecimiento fue espeluznante; 301 homicidios.
De los asesinatos, no hay detenidos.
Del número de secuestros, nadie habla. Incontables en términos públicos; escasos en términos oficiales, son numerosos en los hogares gómezpalatinos.
De poco, o nada han servido los retenes, ni las volantas militares existentes en la ciudad. Los ejecutados aparecen lo mismo en la zona industrial que en zonas habitacionales, a las puertas de las escuelas, en los ejidos, superando en mil por ciento la media nacional que es, 11.6 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Incluso, Gómez Palacio supera a Nueva Orleans, clasificada por el FBI como la ciudad más violenta de los Estados Unidos, 95 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Los 35 homicidios por cada 100 mil habitantes de Washington, hacen verla como un centro urbano apacible, comparada con esta ciudad.
Gómez Palacio, promedia 101 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Con esto, cientos de empresas, negocios, pequeños comercios, han cerrado por la ola de inseguridad.
Las áreas de diversión nocturna como restaurantes y bares, que existían sobre calles como el Bulevar Miguel Alemán, son ya historia.
Locales abandonados en pleno deterioro, o con letreros de se renta, se vende, son testigos mudos de los empleos que se perdieron en el sector restaurantero.
Asimismo, se sabe que durante la gestión de Calderón Cigarroa, no ha llegado inversión alguna al municipio, cancelando de manera dramática la posibilidad de agenciarse algún empleo.
Presupuestos públicos a la carta
Mario Calderón se autodefine, “como un hombre de campo, dedicado a criar ganado de engorda”, pero conoció el poder y el dinero público, “y me gustó eso de que me aplaudan. Se siente muy bonito”. “Toda la gente quiere saludarte, tocarte”, dice, en este su minuto de fama pública.
Como ganadero, Calderón Cigarroa, se dedica a contar cabezas de engorda, pacas de alfalfa, trozos de sal, toneladas de melaza, pero nunca tuvo a su disposición los más de 2 mil millones de pesos (200 millones de dólares) que ha ejercido desde la presidencia municipal.
A finales del año 2008, fue anunciado el presupuesto histórico a ejercerse durante el año 2009. En aquellos días, se informó que los recursos públicos de la ciudad ascenderían a mil 222 millones de pesos, dineros que servirían para generar y reparar la infraestructura municipal.
Los funcionarios municipales vociferaron que el dinero público a ejercerse no tenía antecedentes en la historia de la ciudad.
“Con este presupuesto el ayuntamiento despegará hacia el progreso”. “No quedarán obras sin concluir”, repetían todos a coro.
Pero los resultados son catastróficos.
Se suspendieron obras públicas que se tenían programadas e incluso con recursos etiquetados.
Se dejó de pagarles a los proveedores.
La insolvencia municipal no pudo ocultarse más.
Entonces con actos de malabarismo de palabras, de tejemanejes de números, pero con mayor cinismo; sin explicación alguna, sin sustento jurídico legal, Mario Calderón Cigarroa, declaró que el presupuesto se había achicado alrededor de 520 millones de pesos, como si la Cuenta Pública, fuera contabilidad de becerros y alfalfa en plena sequía.
La Ley de ingresos y el Presupuesto de egresos, son de observancia obligatoria. Cualquier cambio en la cuenta debe ser autorizado por el Congreso del estado, una vez que se discute en las sesiones de Cabildo. Pero con mayoriteos, los priistas han roto los ordenamientos que señalan estas leyes que norman la recaudación y el cómo ha de gastarse el dinero público.
Eso sí, el rubro presupuestal que se conoce como Servicios personales que comprende salarios fue el único que se incrementó. Los burócratas de Mario Calderón, decidieron que deberían cobrar más. De esta manera, la partida mil 100 se elevó de 288 millones de pesos 851 mil 394 pesos en el año 2009, hasta 304 millones 59 mil 736 pesos en 2010.
Mario Calderón Cigarroa, presupone que “mayoritear” en el Cabildo, es sinónimo de legalidad, según han denunciado reiteradamente los regidores de oposición a Demócrata Norte de México, sin embargo, las quejas de la oposición no pasan de ser quejumbres en lugar de emprender denuncias legales, por lo que al final de cuentas en Gómez Palacio, las leyes de la Administración Pública, son letra muerta.
Presupuesto abultado, endeudamiento gordo, ciudad en ruinas
De acuerdo a las últimas cifras,- 2009-, del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) Gómez Palacio cuenta con 323 mil 937 habitantes, mientras en su vecina y conurbada Torreón, Coahuila, viven 577 mil 477 personas.
El asunto es que el presupuesto original de Torreón, fue de 1 mil 400 millones de pesos, una cantidad menor que la de Gómez Palacio, si se comparan los presupuestos de egresos de ambas ciudades, sumando a Gómez Palacio, los 182 millones de deuda contraída por el Cabildo que preside Mario Calderón.
Así, comparativamente cada ciudadano gómezpalatino habría tenido presupuestalmente el 100 por ciento más, per cápita, comparado con el asignado a los torreonenses; sólo que las diferencias entre las infraestructuras de ambos municipios, saltan a la vista.
Mientras Gómez Palacio, es una ciudad cayéndose a pedazos, Torreón conserva un orden en el mantenimiento y crecimiento de la infraestructura municipal, pese a la pandilla de saqueadores que dirige el alcalde de esa ciudad, Eduardo “Lalito” Olmos.
Deuda choncha
Al concluir el año 2008, Gómez Palacio, mantenía un débito de 289 millones de pesos; resultado de 211 millones de pasivos, más 78 millones de pesos de deuda pública a largo plazo.
Pero el 28 mayo del 2009, Mario Calderón Cigarroa, apoyado por el tesorero Luis Felipe Cantú, más los regidores priistas; adquirieron con Nacional Financiera, deudas por el orden de 20 millones de pesos, usando el acuerdo del cabildo.
Sin embargo, con la fraudulenta administración a tope, sólo bastaron 14 días para que nuevamente, Luis Felipe Cantú Robles, - apoyado por sus cuentas oscuras y con el argumento de que, “los 20 millones de pesos, no fueron suficientes para pagar a los proveedores”-, convenciera a Calderón Cigarroa, de mayoritear en el cabildo para conseguir 60 millones de pesos más, consignados a “cubrir pagos a proveedores y gasto corriente”, según arguyeron; cálculo que como muchas de las decisiones de Calderón Cigarroa, se encuentran prohibidas por la Ley de Deuda Pública del estado de Durango.
Por si fuera poco, el 15 de octubre del propio 2009, mediante un acuerdo ilícito en el cabildo, se aprobó un crédito de 252 millones de pesos, pues la poca obra pública en proceso, se detuvo. Como si eso no bastara, había proveedores a los que no se les había pagado en un año.
Pero el acuerdo de Cabildo, no fue suficiente para conseguir el débito sin “tocar baranda”.
Un grupo de gómezpalatinos aglutinados en el Frente de Contribuyentes, denunció el “robo” así como la sucia herencia del endeudamiento de la ciudad, que dejará Mario Calderón sobre el municipio.
Con sendos desplegados en el periódico El Siglo de Torreón, el llamado Frente de Contribuyentes, denunció que Calderón Cigarroa heredaría a la ciudad un adeudo de más de 500 millones de pesos. Esto atenuó las ansias de los diputados locales priistas salidos de los cuatro distritos de la ciudad, (Juan Moreno Espinoza, Marina Vitela, Polo Pasillas, Gabriel Villa), quienes al igual que los otros legisladores tricolores tuvieron que recular. Aun así, los representantes priistas en el Congreso de Durango, aprobaron que se contrajera un crédito de 182 millones de pesos, con BANOBRAS, quedando entonces en 471 millones de pesos, la deuda que Calderón Cigarroa heredará a cuando menos 6 administraciones, presuponiendo que el municipio ya no será endeudado, pero además que se cumpla puntualmente con el llamado servicio de la deuda que para este año 2010, el Presupuesto de Egresos municipal tiene contemplados pagar 49 millones 934 mil 668 pesos, una cifra similar a la empleada en el Ramo 33 de combate a la pobreza y la destinada al rubro se Obras Públicas.
Cuentas mochas
Expresa el dicho popular que “el pez por su hocico muere”; así le está sucediendo a la administración de Mario Calderón; entre más hablan intentando justificar la descomunal deuda, más se ensartan en su propia verborrea.
Mario Calderón, desglosó el destino que se le daría a los 182 millones del préstamo de BANOBRAS. Pero ni así le cuadraron las cuentas.
Calderón Cigarroa, el alcalde sustituto de esta ciudad, - quien por cierto no recibió ningún voto ciudadano para ocupar ese cargo -, dijo que los dineros se destinarían de la siguiente manera: 77 millones de pesos a urbanización. 12 millones en infraestructura deportiva (?). 9 millones en drenaje. 9 millones en plazas públicas. 8 millones en edificios públicos. 5 millones en estudios y proyectos. 3 millones en electrificación. 2 millones en vivienda. 2 millones en infraestructura educativa. 2 millones en agua potable y por último, 1 millón en alumbrado.
Todas las obras se encuentran sin especificar en que lugar se llevarán a cabo. Aun, peor. Los trabajos de infraestructura no tienen expedientes técnicos. Para acabarla, al sumar las cantidades anunciadas por Calderón Cigarroa, éstas arrojan un total de 129 millones.
La pregunta es ¿qué destino tendrán los 53 millones restantes?
Por si esto fuera poco, los trabajos que justifiquen el dinero manejado no se sobresalen en la ciudad. Un ejemplo; los 12 millones en infraestructura deportiva; los 9 millones en plazas públicas, que al igual que el apoyo a la vivienda, son rubros registrados en la Cuenta Pública de modo doble e incluso triple.
Según Leyes de Durango, Mario Calderón, merece cárcel
AL margen de cualquier legislación del Estado de Durango, Mario Calderón Cigarroa, junto con los regidores priistas, hicieron sus propias leyes de deuda pública imponiendo mayoriteos en las Sesiones de Cabildo.
De acuerdo a la Ley de deuda pública del estado, el alcalde sustituto Calderón Cigarroa, violentó varios artículos de los Capítulos II y III de dicha Ley, convirtiendo en ilegales los empréstitos adquiridos.
Además, con todo el poder que le brinda la impunidad montada en el estado, Calderón Cigarroa, no observó el Código Fiscal de Durango, convirtiéndose en sujeto indiciado.
Por si fuera poco, El Código Penal establece que Mario Calderón Cigarroa, alcanza la aplicación de diversos artículos penales.
Por ejemplo; El Capítulo V, Delitos contra el estado; en su Subtítulo III, Delitos contra el servicio público cometidos por servidores públicos. Sumado a estos se encuentra el Capítulo V, relativo a la Coalición de servidores públicos. También el Capítulo VI que contempla el Uso indebido de atribuciones y facultades. Capítulo VIII, Tráfico de influencia. Capítulo X, Peculado; y párele de contar.
De acuerdo a la Constitución de Durango, Mario Calderón Cigarroa, es punible de juicio político, al margen de las sanciones que marca el Código Penal vigente.
La propia Constitución señala en su Artículo 118 que “Cualquier ciudadano bajo su más estricta responsabilidad y aportando elementos de prueba se le concede acción popular para denunciar por escrito ante el Congreso del Estado”.
Las pruebas existen en rimeros para hacerlo.
Gómez Palacio, ciudad en ruinas
Con las calles de la ciudad convertidas en tiraderos de cadáveres; con negocios cerrando por doquier; sin generación de empleos; con un presidente municipal inútil, que además no recibió un solo voto ciudadano para desempeñar esa función; con la impunidad dominando en la vida pública, más una deuda que mantendrá cuando menos 15 o 20 años empeñado al municipio de acuerdo con el actual servicio de la deuda; el futuro de esta ciudad que aporta más del 50 por ciento del PIB estatal, se ve negro.