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¡Los vivos, los muertos!
*Coahuila entre los 10 estados más violentos
La Catrina llegó al IFE / y a los 5 se
llevó, / ellos la siguen felices / con su bolsa de un millón. / Y Polito en el
IPEC / llora y llora porque dicen, / que por ser tan obedientes/ al mandato de
Moreira, / la calaca abrió la tumba / para que ahí en paz muriera.
Hoy es día de muertos, la gente
peregrina por los camposantos. Así se les llamaba antes a los panteones, porque
se consideraba que quienes estaban ahí participaban ya de la paz y la santidad
del Todopoderoso.
Hoy México se llena de flores, de música
y de oraciones, pero también el espacio público está empapado de muerte y de
violencia. Sí, el contexto está ligado a la injusticia social, a la ineficacia
y falta de autoridad del gobierno; a su ausencia de proyección hacia la
ciudadanía, lo que tiene, por lo tanto, un significado distinto, lleno de ira,
de coraje e impotencia. Estamos sufriendo y eso repercute en nuestra vida
cotidiana, en nuestras costumbres y tradiciones. Un síntoma muy evidente es la
ruptura de los lazos sociales.
Vivimos en un shock colectivo ante la
violencia y eso duele tanto que muchísima gente no tiene fuerza para entrar en
contacto con esa realidad, por lo tanto, no hay conciencia de lo que en verdad
sucede.
Por eso están en marcha mecanismos que
buscan proteger al individuo del dolor, pero lo que debemos exigir es que esta
situación de guerra y muerte termine.
Cuántas viudas, huérfanos, padres y
madres lloran hoy -y lo harán toda su vida- por sus muertos, los que les
arrebató esta guerra estúpida con la que nos han condenado a un luto perene!
Para muchos, en este País la justicia es un bien muy escaso.
El gobierno de Enrique Peña Nieto
asegura que la violencia ha disminuido, pero en los 11 meses de su gestión se
han registrado 15 mil 552 homicidios dolosos (Semanario Zeta), y Coahuila
aparece entre los 10 estados más violentos, aunque Rubén Moreira diga lo
contrario.
Tenemos gobiernos insensibles, además
de incompetentes. Los negocios cierran y las personas migran. En Torreón y
Saltillo la violencia se recrudece.
¿Cuánto horror más podemos soportar?
¿Cuántos muertos más requiere el Gobierno para aceptar que su forma de combatir
la delincuencia ha sido un error fatal?
Es propicio para nosotros hacer un alto
en el camino y dar un espacio para toda esa gente que ha sido víctima de esta
gran tragedia que vive el País: los feminicidios de Ciudad Juárez, los del
Estado de México, Coahuila y Guanajuato; los miles de migrantes que han sido
sacrificados por el crimen organizado, los periodistas; los civiles, los
militares, los encobijados, colgados, cremados, sepultados en fosas
clandestinas; todos ejecutados en un país de ametralladoras y matones, sin
respeto por la vida, territorio de inseguridad e ilegalidad. Ahora sí es
literalmente cierto que, aquí, la vida no vale nada.
En la Ciudad de México se realiza hoy
una velada en homenaje a las personas que han muerto víctimas de la violencia,
acto organizado por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad,
encabezado por el poeta Javier Sicilia, y el Zócalo capitalino fue transformado
en un camposanto con la inauguración de la megaofrenda del Día de Muertos,
dedicada al artista José Guadalupe Posada, a 100 años de su muerte.
En nuestra ciudad, el coro Voces del
Desierto y el grupo folclórico Quetzalli, ofrecerán al público el espectáculo
denominado Recorrido Musical del Día de Muertos, que se realizará en la Casa
Tiyahui.
Muchos nos preguntamos, ¿cómo dejar de
ser un país de muerte y regresar a ser el país de la vitalidad, el entusiasmo,
el tesón, la ambición de décadas pasadas, que revivió la potencia cultural de
nuestra historia, desarrolló nuestras potencialidades intelectuales y
económicas e hizo que fuéramos una de las cimas de Latinoamérica, un país
líder, una referencia? ¿Cómo, cuándo?
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