Rosa Esther Beltrán Enríquez
Nuevas tendencias
Constantemente oímos hablar de cambios
de paradigmas, muchas de las veces los cambios son sólo retoques, aderezos que
encubren las prácticas de siempre, no obstante, algo está ocurriendo en el
planeta, algo que fue como una pequeña bola de nieve que, espero, terminará por
provocar una avalancha.
El entorno violento y caótico que es
denominador común en muchos países, y que se ha recrudecido en México es un
factor que genera soluciones creativas e impulsa la evolución de las personas
hacia otro nivel de conciencia y existencia. De ahí surgen soluciones,
repuestas a los grandes retos de la vida y la conciencia de que se forma parte
del universo como el camino para trascender.
Deepak Chopra afirma: “El cuerpo humano
fue hecho en el crisol de las estrellas, es polvo espacial, un cuerpo luminoso
consciente de sí mismo y del universo”. Este médico propone que al alma es la
principal fuente de creatividad, no son ni el cuerpo ni a la mente, es el alma
el medio para cultivar “emociones divinas”, como la compasión y la empatía
factores esenciales para crear una conciencia del universo.
Chopra, médico hindú, escritor y
conferencista, autor de 50 libros, estuvo hace unos días en México. Él considera
que la transformación social hoy sólo es posible si cada persona incrementa su
conciencia de quién es, qué quiere y cuál es el propósito de su propia
existencia.
Lo que puedes hacer es ser el cambio de
lo que quieres ser y hacer. Si quieres que haya paz, tienes que ser una persona
pacífica, si quieres un entorno amoroso, tienes que amar y ser compasivo, si
quieres sustentabilidad, tienes que ser sostenible no sólo en tu entorno, sino
también en tu biología, si quieres la restauración de la cultura, tienen que
ser la mejor expresión de la cultura.
En realidad, lo que Chopra afirma no es
nuevo, se viene planteando desde los años 70 en diversas organizaciones
sociales, pero en la situación de crisis que vive este planeta las ideas se
renuevan y se enriquecen con rapidez, porque la transformación social surge de
convicciones personales-nadie puede luchar por aquello en lo que no cree- así
que se convierte en una meta social por alcanzar.
En nuestro tiempo, los “pioneros de
paradigmas” en medicina, ciencia, religión y espiritualidad, psicología,
negocios y potencial humano tienen en común la percepción de que la humanidad
está dando un salto cuántico hacia adelante en su desarrollo evolutivo, es un
cambio que va acompañado de un giro en la visión del mundo que esencialmente
busca contestar dos preguntas, ¿quiénes somos? y ¿cuál es la naturaleza del
universo en el que vivimos?
Se propone con insistencia que la clave
para la superviviencia de la humanidad yace en la coherencia entre los seres
humanos y la naturaleza, porque el humano es la única especie capaz de ser
incoherente con su entorno ya que a lo largo de los últimos 200 años ha sido
cada vez más incongruente su relación con el medio ambiente provocando cambios
climatológicos irreversibles; se ha llegado a un punto crítico, de manera que o
se asciende a un nuevo nivel de conciencia o seremos una de las muchas especies
extintas de este planeta.
El egoísmo es el principal enemigo de
la tierra, el sistema educativo patriarcal ha generado violencia y ambición,
con él la sociedad se ha enfocado a la competencia, sin embargo, a través del
sentido materno de la compasión se puede regenerar hacia una comunidad, porque
son las madres las que han inventado la empatía (Claudio Naranjo, siquiatra).
La humanidad se encuentra en un cambio
de época; de la era“logos”, basada en el razonamiento, se transita a la de
“holos”, enfocada en la unicidad planetaria basada en la conexión entre la
naturaleza, la humanidad y el universo, porque todo está interconectado,
sostiene Ervin Laszlo, filósofo húngaro, quien visitó México recientemente.
Hay conciencia de que nuestro hogar, la
Tierra está amenazada por el ser humano y con ella nuestro destino común, por
ello buscamos una nueva convergencia de las mentes y los corazones que nos
lleve al apoyo de la sustentabilidad y a la reconciliación.
Sigamos alimentado y trabajando por el
sueño de que otro mundo es necesario y posible.
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