Juan Monrreal López
Octubre 29 de 2020
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Durango, Durango. – El pasado 21 de octubre, el gobernador panista de Durango, José Rosas Aispuro Torres, alarmado por el acelerado repunte de contagios de SAR-COV2 causante del COVID-19 conocido popularmente como coronavirus, lanzó otra vez una serie de medidas que detengan la expansión de la pandemia, cuando desde el inicio de esta calamidad en el estado, las normas trazadas para combatirla fueron parafernalia (José Rosas Aispuro; más pies que cabeza, para enfrentar el COVID-19; es gobernador de Durango https://democratanortedemexico.com/2020/04/28/jose-rosas-aispuro-mas-pies-que-cabeza-para-enfrentar-el-covid-19-es-gobernador-de-durango/ ), como hasta ahora, que se dictan esta “nueva” serie de reglas que ni sus funcionarios obedecen, tal como aconteció el pasado fin de semana con el secretario de Turismo, Eleazar Gamboa de la Parra, quien junto con su familia, rentó sin preocupación y molestia alguna, los salones del Hotel Holyday Inn Durango, para que se efectuara una boda, a la vez que tugurios, cantinas, expendios, siguieron violando las órdenes dictadas por el gobernador, en la ciudad de Durango, Gómez Palacio y Ciudad Lerdo, los tres principales municipios con contagios y muertes por COVID-19, según se registra en las estadísticas oficiales.
De acuerdo con los recuentos gubernamentales del COVID-19, el mes de octubre retrata fielmente las políticas de salud fracasadas frente a la pandemia.
En octubre, el crecimiento ha sido del 300 por ciento en la primera semana del mes. Para el segundo septenario, creció al 400 por ciento. Ahora, en la semana que corre, el incremento en el porcentaje es del 500 por ciento, aproximadamente, si se toma en cuenta que el promedio habitual en los meses anteriores fue de 70 casos. Es decir, 200 casos diarios en la primera semana de octubre. 288 infectados ordinariamente, el segundo setenario; mientras en esta ultima semana, hasta el día 26 el registro llegó a 300 casos, aunque el día 26 los contagiados despuntaron hasta 364.
Sin acotamiento institucional alguno al poder que detenta, – el poder Judicial, y el Congreso del estado, obedecen ciegamente, merced a pingües negociaciones las órdenes y caprichos del Ejecutivo- Rosas Aispuro, navega en un mar de corrupción e ineptitud sin ser llamado a cuentas por nadie, -ni siquiera el secretario de Salud, Sergio González Romero, quien ha jugado el papel de lector de boletines, en lugar de trazar las políticas de salud, ha sido llamado por los legisladores duranguenses a explicar los manejos fallidos para enfrentar el coronavirus-, como si la situación que guarda Durango, en el manejo del COVID-19 fuera exitosa.
Así que, para “vestir” su gobierno autócrata con ropaje ciudadano, inventó organismos como el Pacto de Responsabilidad Social, formado por la “Sociedad Civil” y el gobierno, en una reunión virtual el pasado 14 de julio.
Ahora, el pasado 21 de octubre, José Rosas Aispuro, dio a conocer que el empleado del clan Herrera Ale,- Ernesto, Carlos Manuel, y la ex presidente de Gómez Palacio, Juana Leticia Herrera, dueños de la quesería Chilchota, por cierto, con las cuentas congeladas por la Unidad de Inteligencia Financiera de la secretaría de Hacienda-, Jorge Clemente Mojica Vargas,-perseguidor y espía de periodistas, “para cuando menos tablearlos”- director del pasquín Victoria, propiedad del clan mencionado, es el representante Ciudadano del Pacto de Responsabilidad Social, una encomienda que nadie le otorgó , mas que los caprichos del gobernador panista, que de acuerdo a diversas encuestas está reprobado y pierde cada vez más la aprobación ciudadana.
Además, en la voz de la calle, crece el repudio de la sociedad duranguense a la que ha engañado con un cambio durante estos 4 años de gobierno, en que se ha dedicado a construir un gobierno totalmente prianista, que destina el presupuesto para beneficiar a unos cuantos.
Aispuro Torres, simulación y corrupción para combatir el COVID-19
Sin medidas eficaces para combatir la pandemia, José Aispuro Torres, hizo de la aparición del COVID-19 en la entidad, un hoyo negro del que no sale información alguna acerca de los recursos económicos y materiales empleados para enfrentar esta crisis de salud, (José Rosas Aispuro, manejos turbios y opacidad en 500 millones de pesos, usados contra COVID-19 https://democratanortedemexico.com/2020/07/08/jose-rosas-aispuro-manejos-turbios-y-opacidad-en-500-millones-de-pesos-usados-contra-covid-19/ ).
La comunicación respecto al empleo de los recursos públicos para combatir la pandemia, es nula, y el gobernador los ha convertido, prácticamente en una caja chica, ante la complacencia del Instituto Duranguense de Acceso a la Información Pública (IDAIP) bajo la responsabilidad de la Comisionada Presidente, Alma Cristina López de la Torre, quien encubre al Ejecutivo estatal y sus secretarios, para que no entreguen referencia alguna.
Por eso, las “medidas drásticas para reducir los contagios en Durango”, anunciadas por José Aispuro, el pasado 21 de octubre, son farsas.
De hecho, los primero en violarlas son sus cercanos, tanto funcionarios, – como el secretario de Turismo, Eleazar Gamboa de la Parra-, y empresarios, quienes se han beneficiado del régimen que ha llevado a la entidad al desplome de los índices de bienestar de la población duranguense en estos 4 años.
Sí esta generación de duranguenses identificaba a los ex gobernadores José Ángel Guerrero Mier, Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera, como funcionarios corruptos, el panista, José Rosas Aispuro Torres, los supera, en rechazo y repudio ciudadano y en vínculos con la pudrición.
Enfocado en la ciudad de Durango, como bastión político, todos los comités estatales sólo se conforman con personeros de este municipio, dejando sin voz a los 38 municipios restantes.
Aunque cabe señalar que, esos organismos son prácticamente inútiles.
Así sucede con el llamado Centro Estatal de Contingencias COVID-19 (CECCOVID-19), una comisión que no ha sesionado; pero además en el colmo Aispuro Torres, excluyó a Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COPRISED, a los 38 alcaldes, fuera del panista de Durango, Jorge Salum del Palacio, e introdujo en este Centro a su asesora inseparable Verónica Terrones Romero, aunque sea nulidad en el tema.
Con el COVID-19 hasta incrementándose descontrolado, José Aispuro Torres, responde con medidas limitadas y simulaciones
Las disposiciones dictadas por Aispuro Torres, el pasado 21 de octubre, nos son nuevas. Incluso el discurso pronunciado, es un compendio de lugares comunes que ya había balbuceado en ocasiones anteriores.
Así, que, “las medidas drásticas para reducir (los) contagios (de COVID-19) en Durango (Aispuro, dixit)” son reminiscencias.
Otra vez quiso impactar con el consabido, “estamos en una situación de emergencia sanitaria”, cuando con ésta se tiene al menos 8 meses en el país.
Luego reiteró medidas que han fracasado, “llevar a cabo acciones más drásticas como la reducción en el número de pasajeros en el transporte público al 50 por ciento”, cuando los dueños de las concesiones lo han manifestado una y otra vez, “no sale ni para la gasolina”, sin que Aispuro y su gobierno, hayan trazado una estrategia de apoyo real hacia los concesionarios del autotransporte.
Las medidas son tan ridículas, como prohibir los matrimonios, para evitar las fiestas.
También es bufa, la reducción de la venta de bebidas alcohólicas hasta las 9 de la noche, cuando los tugurios, bares y expendios trabajan sin limitación real alguna, ya que las autoridades estatales y municipales, están aliados a las mafias locales que controlan el giro del alcohol.
Un recorrido por la ciudad de Durango, – el municipio con más contagiados-, Gómez Palacio y Ciudad Lerdo, despejarán cualquier duda.
Luego como si el estado de Durango, fuera sólo la ciudad, Aispuro Torres, anunció que “museos, Paseo del Viejo Oeste, el Teleférico, Paseo el Pueblito y otros sitios de entretenimiento, los cuales estarán cerrados hasta que no disminuya la velocidad del contagio”.
Eso sí, para dar “soporte social” a estas medidas, llamó a la banda de empresarios y políticos a su servicio sin importar que no estuvieran los alcaldes de los 38 municipios restantes, ni representaciones del poder legislativo y judicial.
Por ello, el boletín oficial resalta que, “A este llamado se sumaron el alcalde Jorge Salum del Palacio, así como Mauricio Holguín, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), Nora Covarrubias, presidenta del Colegio Médico de Durango, Miguel Camacho Herrera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de los Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC); Jorge Mojica Vargas, representante Ciudadano del Pacto de Responsabilidad Social; Raúl Medina Samaniego, del Sindicato de la Alianza y René Carreón Gómez, Oficial Mayor de la Confederación de Trabajadores de México (CTM)”, por cierto, muchos de estos y sus familias, beneficiados por los créditos ilegales del llamado SEDECOGATE, una estafa a las arcas públicas.
La realidad es que, el ciclo económico de las empresas, es intocable; no importa que los trabajadores se contagien.
De acuerdo a un líder de la CTM de la Laguna de Durango, “existen muchos infectados de coronavirus, sólo que existen instrucciones de no alarmar a la planta laboral, ya que hay múltiples centros de trabajo donde no se cumplen con las medidas sanitarias para evitar los contagios”.
El propio boletín oficial del 21 de octubre subraya, “no detener la actividad económica”.
Por esto, cuando se supo de la propagación del COVID-19 en la procesadora de cárnicos SuKarne a finales de mayo, rápidamente escondieron los datos para evitar el probable cierre del procesador de carnes.
Aun, así, se conoció oficialmente que 8 trabajadores de ese rastro estaban contagiados, minimizando la cifra de 35 que había en esos momentos, reveladas por trabajadores infectados revelaron a Demócrata Norte de México.
Por desgracia la ineptitud y corrupción del gobernador, José Rosas Aispuro Torres, no contendrán la pandemia de COVID-19, nadie le cree, ni siquiera sus cercanos que se sienten impunes, como el secretario de Turismo, Eleazar Gamboa de la Parra, y todos los empresarios cobijados por el manto del PRIAN, ropón que usa el gobernador de Durango.
Viene lo peor de la peste del SARS-COV2, calamidad que solo la población bien orientada podrá contener antes de que se aplique la vacuna.
Aispuro Torres, fracasó como gobernador, dos años antes de que entregue el poder.
Twitter: @jmonrreall
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