domingo, 27 de marzo de 2022

Báthory contra la 613 plantea un símil entre la Condesa Sangrienta y las víctimas sin nombre


Escenificación de Daniela Parra que se montará en una corta temporada en el teatro Benito Juárez

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▲ La obra retoma la leyenda de la condesa que asesinó a más de 600 mujeres en el siglo XVI, con el fin de abordar el tema actual de los feminicidios. Las ocho funciones del montaje comienzan el 31 de marzo.Foto Alfredo Millán
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de marzo de 2022, p. 4

La historia de la condesa húngara Erzsébet (Elizabeth) Báthory (1560-1614), cuenta que torturó y asesinó a más de 600 mujeres en el siglo XVI, se relata en la puesta en escena de Báthory contra la 613, que, con dirección de Daniela Parra, se escenificará en breve temporada en el teatro Benito Juárez a partir del 31 de marzo.

Escrita por el dramaturgo español Juan Manuel Romero Gárriz, la obra gira en torno a un juicio imaginario a Elizabeth Báthory, conocida como la Condesa Sangrienta, quien vivió durante el imperio austrohúngaro y cobró fama por ser la mujer, se dice, que más congéneres asesinó en la historia. En escena, la condesa es llevada a juicio por su víctima número 613.

Cuenta la leyenda que cada una de las 612 doncellas que estuvieron a su servicio fueron víctimas de impensables castigos antes de morir, ya que la condesa creía que bañarse en la sangre de sus vírgenes víctimas la mantenía joven y bella.

La doncella 613 será la parte acusadora en busca de justicia, quien en el juicio habla por aquellas que no pudieron defenderse. Mientras, la inculpada se hará cargo de su defensa, debido a que cree que esas jóvenes eran de su propiedad, así que no tiene inconveniente en ir describiendo sus hazañas.

Toda esa sangrienta leyenda puede ser inventada como parte de una conspiración política, comentó Daniela Parra. De cualquier forma, hoy la Condesa Sangrienta es un personaje vanagloriado por la cultura contemporánea del siglo XXI, mientras sus víctimas continúan como sólo una cantidad de mujeres asesinadas sin identidad.

De ahí que el montaje se propone sensibilizar al espectador respecto de la invisibilidad de las víctimas.

Al leer la obra de Romero Gárriz, explicó Parra, “la conecté inmediatamente con los cientos de cruces que hay en el desierto en el norte de México, y con las cifras de las mujeres asesinadas cada día, uno de los motivos por los cuales marchamos cada 8 de marzo, ya que, lamentablemente, a las víctimas se les nombra como números, como cifra de una estadística. Por ello el cuestionamiento es: ¿cuántos cadáveres más hay y en cuántos sótanos?

Si me pierdo, ¿quién me recordará?, ¿quién me buscará?, son preguntas con las que las mujeres mexicanas vivimos todos los días. Hemos crecido con la palabra feminicidio como parte de nuestro lenguaje”, comentó la creadora escénica.

La doncella 613 en cierto momento dice: ¿Quién conoce mi nombre?, ¿quién el de las otras 600? Nada encuentro en Internet; si me busco, nada..., agregó.

Esta versión está salpicada de cierto humor, para retratar una realidad en la que los asesinos más crueles son idolatrados.

Con las actuaciones de Ana Isabel Esqueira, Andrea Parra y Daniela Carpintero, quienes interpretan a diversos personajes; escenografía e iluminación de Érika Gómez; vestuario de Rodrigo Sosa, y audio de Brandon Salazar, Báthory contra la 613 se presentará sólo en ocho funciones, del 31 de marzo al 10 de abril, los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Benito Juárez, ubicado en Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc, en la estación Reforma del Metrobús.

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