sábado, 4 de enero de 2020

Marina Vitela Rodríguez y Omar Castañeda, farsantes de la 4T; nepotismo, contubernio e impunidad, su gobierno


Omar Castañeda González, es Sindico del Ayuntamiento de Gómez Palacio, ligado a René Bejarano
Juan Monrreal López
Enero 4 de 2019
Gómez Palacio, Durango. – Copartícipe del trienio del saqueo, impunidad y persecuciones contra ciudadanos, políticos, empresarios y periodistas, desde la regiduría que ocupó en el régimen del terror y de la depredación que dirigió la priista Juana Leticia Herrera Ale, el Síndico del Ayuntamiento morenista Omar Castañeda González, intenta acabar con el “desorden” de la ciudad, actualizando los reglamentos municipales con “visión 2030”, cuando ha evadido el compromiso legal y central de su función; fincar responsabilidades por la serie de irregularidades administrativas, saqueo de propiedades municipales, pagos millonarios en los últimos 30 días de la pasada administración a empresas que no acreditaron con testigos o soportes la extracción de fondos por más de 140 millones de pesos, aclarar la concesión irregular del servicio de limpieza a la empresa Circulo Recolector S.A. de C.V. -a “dueños” que no certificaron capitales y propiedades para crear la compañía, por lo que se presume, son lavadores de dinero-, además de la instalación de la planta de veneno de cianuro de sodio propiedad de Chemours S.A. de C.V. entre otros actos ilegales que defendió y apoyó con su voto desde la sala del Cabildo y que ahora pretende sepultar juntamente con la presidente municipal de MORENA, Alma Marina Vitela Rodríguez, quien ha dicho que “no va a arriesgarse” a escarbar los ilícitos de la pasada administración “ya que tiene miedo” a la ex alcaldesa, Juana Herrera.
Omar Castañeda González, es jefe de una de las pandillas que subsisten en el PRD duranguense, ligada a René Bejarano, que se trepó a la planilla municipal de MORENA cuando este partido lanzó la convocatoria abierta para el registro de aspirantes a alcaldes en 2019, no obstante que era regidor plurinominal de la alianza PAN-PRD, que colocó en el palacio de gobierno del estado al priista-panista, José Rosas Aispuro Torres, del autollamado ¨Gobierno del Cambio”.
Por su parte, Marina Vitela Rodríguez, es priista de pura cepa, que apareció en la vida pública duranguense al ligarse cercanamente al delegado del PRI, Jorge Meade Ocaranza, cuando gobernaba el estado Ismael Alfredo Hernández Deras, hoy diputado federal y dirigente del CEN de la CNC.
Técnica en enfermería, pronto escaló diputaciones locales, federales y regidurías, apoyando siempre las causas más deleznables.
Aun así, fue capaz de unirse a la corriente de Alfonso Ramírez Cuéllar, quien la habría acercado a Andrés Manuel López Obrador y candidatearla como aspirante diputada federal por MORENA, PES y PT, en el Distrito federal 02 de Durango.
Una vez ganada la diputación federal, abandonó la curul como chapulín y se registró como candidata a presidente municipal en el 2019, para contender contra la desprestigiada priista Anavel Fernández Martínez, toda vez que la desacreditada presidente municipal Juana Leticia Herrera, no se registró como candidata por temor a ser arrollada por el voto ciudadano.
Con todo esto, Marina Vitela Rodríguez, apenas si consiguió alrededor de 27 mil votos, la mitad de sufragios obtenidos por cualquier otro alcalde, lo que habla de la mala reputación de la morenista, quien fue impuesta como candidata a diputada federal por el propio Andrés Manuel López Obrador, a contrario sensu de una multitud que la abucheó frente al hoy presidente de la República.
Marina Vitela y Omar Castañeda, sin cumplir la Ley Orgánica del Municipio Libre de Durango
De acuerdo con la Ley Orgánica del Municipio Libre de Durango, la presidente tiene como obligación Vigilar la correcta administración del patrimonio municipal, según lo señala el Artículo 52 en su Fracción XIII.
La misma ley, marca en el Artículo 60, que son facultades y obligaciones del síndico municipal, revisar y, en el caso de estar de acuerdo, suscribir los estados de origen y aplicación de fondos de la cuenta pública de gasto anual del municipio y los estados financieros según estipula la Fracción III.
En caso de existir irregularidades en el manejo del patrimonio y bienes públicos, el Síndico puede “Asumir las funciones de ministerio público por ministerio de ley”, marca la Fracción VI, del mencionado artículo.
Sin embargo, aun cuando existen estos ordenamientos la presidente municipal y el síndico, han evadido su responsabilidad ante los evidentes daños patrimoniales y desvíos de fondos cometidos por la pasada administración conducida por la priista Juana Leticia Herrera.
De hecho, acerca de la Cuenta Pública 2019,- que guarda un cúmulo de irregularidades y saqueo-, tanto Marina Vitela, como Omar Castañeda, al igual que los regidores del actual Cabildo, estarían cometiendo faltas a la ley, puesto que han validado todas las irregularidades cometidas por Juana Herrera.
En realidad, nada ha cambiado. Por el contrario, los viejos e ilegales vicios e las administraciones priistas siguen presentes.
El nepotismo, contubernio e impunidad, son la marca de este gobierno farsante de la llamada 4T.
Aquí, la trinidad de “no mentir, no robar y no traicionar”, son frase hueca, ante la complacencia de la delegación de MORENA y la militancia.
“La esperanza de México”, está transformada en la ilusión de algunos militantes de ser llamados a la nómina, más no al “cambio verdadero”, que tanto arguyen los seguidores de AMLO de los dientes hacia fuera.
Que se hayan firmado contratos irregulares como los de Círculo Recolector S.A. de C.V.; concesionado irregularmente las aguas negras del municipio; que la empresa Chemours S.A de C.V siga construyendo la fábrica que pretende producir 65 mil toneladas de veneno de cianuro de sodio sin seguir el debido proceso legal, así como el desvío de cientos de millones de pesos de la Cuenta Pública, junto con la apropiación de bienes municipales, entre otras muchas irregularidades,  son asuntos que no pretenden investigar y fincar responsabilidades a la anterior alcaldesa Herrera Ale, ya que Marina Vitela  y  Omar Castañeda, “tienen miedo”, en tanto se “andan por las ramas” de mejorar los reglamentos con “visión 2030”.
El contubernio e impunidad, siguen como instrumento de “gobernanza”, aun cuando en realidad, son viejas prácticas del PRIANRD, partidos de donde vienen la mayoría de los funcionarios municipales.
De acuerdo a Omar Castañeda, el Ayuntamiento, realizará una reforma profunda a los reglamentos municipales, puesto que éstos se encuentran desfasados y propician una “ciudad desordenada con anillos de pobreza e inseguridad, (Omar Castañeda, dixit)”, en tanto, obras prioritarias no se pueden efectuar como consecuencia del saqueo y la impunidad que hasta el momento siguen brindando la alcaldesa y el síndico, quien teme “asumir las funciones de ministerio público por ministerio de ley”, para fincar responsabilidades a quienes desvalijaron el patrimonio municipal.
Por lo pronto, este militante del PRD ligado al Movimiento Nacional por la Esperanza, que dirige René Juvenal Bejarano Martínez, “El Señor de las Ligas”, despacha como alcalde de facto, ante la incompetencia de Alma Marina Vitela Rodríguez; incluso, al más viejo estilo, Omar Castañeda, ya promueve su candidatura a la presidencia municipal para el año 2022, usando el poder público.
En Gómez Palacio, la 4T, no existe; la presidencia la conducen bufos de la transformación.
Twitter: @jmonrreall

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