lunes, 15 de septiembre de 2008

El desafío

Daniel Lizárraga

El crimen organizado está respondiendo a las marchas contra el secuestro y a los convenios de funcionarios, empresarios y políticos contra la inseguridad. Entre la confusión de los operativos armados para enfrentar al narcotráfico, los sicarios se dan a entender con su lenguaje brutal, en el que cada víctima de sus balas es un signo. Los cadáveres aparecen diseminados en el norte, apilados y decapitados en el sur y, ahora, amontonados cerca del parque La Marquesa, a las puertas de la capital del país. Están gritando su reto.

OCOYOACAC, ESTADO DE MÉXICO.- El viernes 12 se realizó la mayor ejecución masiva de que se tenga registro oficial, con un saldo de 24 personas asesinadas. Fue perpetrada por alguna de las bandas del crimen organizado que controlan la zona central del país a tan sólo 70 kilómetros de la Ciudad de México. Se realizó justo el día que el presidente Felipe Calderón Hinojosa pronunció un vehemente discurso en el cual dijo "que esta guerra la vamos a ganar".

"Esta es la lucha", rezaba una pinta, en color blanco, localizada sobre la carretera a Xalatlaco, justo a la entrada del camino que conduce al paraje La Loma, sitio en el cual los lugareños encontraron los cuerpos sin vida. Todos tenían el tiro de gracia y estaban descalzos, amordazados y apilados con la ropa hecha jirones. De acuerdo con las primeras conclusiones de los médicos forenses, siete de esas personas llegaron aún con vida a ese sitio y ahí mismo las remataron a mansalva.

La mañana de ese viernes, dentro de las instalaciones del Colegio Militar, Calderón exhortó a los firmantes del Acuerdo Nacional por la Seguridad a que pasaran de los dichos a los hechos al declarar la guerra contra los enemigos de México.

"Hoy los mexicanos sabemos muy bien que sólo derrotaremos a la delincuencia y a la criminalidad si asumimos esta batalla como una misión colectiva, si cada quien asume la parte de responsabilidad que le corresponde, si cada entidad del Estado y cada expresión del poder nacional, así sea municipal, estatal y, desde luego, federal, hace la tarea y el deber patrio de defender a México de sus enemigos; si nadie se excluye y omite, precisamente, el cumplimiento del deber", expresó durante la Ceremonia de Clausura y Apertura de Cursos del Sistema Educativo Militar.

De acuerdo con los primeros peritajes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, las ejecuciones pueden haberse realizado al mismo tiempo en que Calderón pronunciaba su arenga en el Colegio Militar.

En entrevista con El Noticiero, de Televisa, el cual comienza a transmitirse a las 22:30 horas, el procurador mexiquense, Alberto Bazbaz, dijo que las ejecuciones quizá ocurrieron entre 10 y 15 horas antes. De hecho, comentó que desde la mañana los elementos de seguridad pública estatales se encontraban en alerta toda vez que habían recibido reportes de que algunas personas habían sido levantadas en la zona oriente de la entidad.

Entre el momento en que fueron encontrados los cadáveres y las primeras horas del sábado 13, las autoridades federales y locales aún no contaban con alguna prueba o indicio sobre la identidad de los responsables.

Las ejecuciones se registraron a unas horas de que comiencen los festejos patrios en la Ciudad de México, luego de que Calderón anunciara un aumento presupuestal del 39% al rubro de seguridad pública y tras la marcha "Iluminemos a México" realizada el pasado 30 de agosto contra la inseguridad pública.

El único reporte emitido por la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que las personas fallecidas eran hombres de entre los 25 y los 35 años de edad, con cabello muy corto y ropa propia de las zonas cálidas.

El paraje La Loma se encuentra en plena zona boscosa. Durante el día, en una de las carreteras cercanas, que va a Chalma, circulan cientos de vehículos y los puestos ambulantes atienden a los peregrinos. Sin embargo, durante la noche la zona está completamente despoblada. Los peritos de la procuraduría mexiquense así como la Policía Federal y el Ejército trabajaron a marchas forzadas y con equipo especial de iluminación.

Este multihomicidio superó la decapitación de 12 personas ocurrida en Yucatán. El pasado 28 de agosto, en los alrededores de Mérida, un grupo de motociclistas y habitantes de Chichí Suárez fueron quienes descubrieron los cuerpos.

A pesar de estos acontecimientos, Calderón dijo estar convencido que "vamos a ganar" con la participación y el apoyo de todos. "Por eso, en esta guerra contra la delincuencia, contra los enemigos de México, no habrá tregua ni cuartel porque rescataremos uno a uno los espacios públicos y los pueblos y las ciudades en poder de malvivientes, para devolverlos a los niños, a los ciudadanos, a las madres de familia, a los abuelos", sentenció.

Desde que rindió protesta como presidente, el 1 de diciembre de 2006 y hasta el viernes 12, Calderón ha pronunciado al menos una docena de discursos en los que expresa su deseo de combatir el narcotráfico como si se tratara de una guerra.

"Para ganar la guerra contra la delincuencia organizada es indispensable trabajar unidos, más allá de nuestras diferencias, más allá de cualquier bandera partidista y de interés particular", expresó el 23 de enero de 2007. Lo ha venido repitiendo desde entonces.

Por otro lado, la noche del viernes 12 y durante las primeras horas del sábado 13, elementos del Ejército, de la Policía Federal, así como integrantes de las corporaciones policiacas del Estado de México, se dedicaron a reunir los casquillos usados en el paraje de La Loma; no obstante, su labor se dificultaba por la oscuridad reinante. Las fuerzas de seguridad pública no recibieron ninguna llamada, ni denuncia que los pusiera en alerta sobre la presencia de personas extrañas en la zona.
Los cuerpos sin vida fueron llevados hasta ese sitio a bordo de un vehículo pesado, algún tráiler por ejemplo, sin que los conductores fueran detenidos ni inspeccionados por la Policía Federal de Caminos o alguna otra corporación.

En cuanto la Agencia de Seguridad Estatal emitió por radio una llamada de auxilio, el paraje ubicado a unos 15 minutos del Parque Nacional de La Marquesa se convirtió en un terreno prohibido. Hasta ahí llegaron policías locales, estatales y federales, además de elementos del Ejército. La zona de acordonamiento abarcaba dos hectáreas alrededor de donde fueron descubiertos los cadáveres. Sin embargo, no hubo manera de dar con los responsables.

Los pobladores de las comunidades más cercanas no se acercaron. Felipe Calderón ha sido insistente al pedir a la población que participe en mayor medida en el combate al crimen organizado mediante denuncias anónimas a la policía federal.

Durante una gira por Lázaro Cárdenas, Michoacán, realizada el 24 de noviembre del año 2007, el presidente manifestó: "Además de mejores policías, la lucha contra la delincuencia requiere, sobre todo, la participación decidida de la sociedad. El México seguro por el que estamos luchando exige una sólida cultura de prevención y denuncia del delito. Sé que no lo lograremos mientras la gente no tenga plena confianza en la Policía y el Ministerio Público.

Hasta el momento, la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Federal no han hecho público informe estadístico alguno sobre el número de llamadas recibidas de manera anónima desde que Calderón convocó a la población para que participe en la guerra contra la delincuencia.

Proceso14/09/2008

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