Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de julio de 2020, p. 4
Miércoles 22 de julio de 2020, p. 4
Cada año se registran en México, 40 mil muertes por enfermedades asociadas al consumo de bebidas azucaradas. Son las mismas que hasta ahora ha causado la pandemia de Covid-19, advirtió Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, al poner en evidencia el daño que causan en la salud y la vida de las personas esos productos, así como los alimentos procesados, el tabaco y la ingesta excesiva de alcohol.
Ayer, el reporte sobre el comportamiento del coronavirus indicó que los contagios siguen en aumento con 6 mil 859 para un acumulado de 356 mil 255. También se incrementó en 915 la cantidad de decesos, con lo que el indicador llegó a 40 mil 400.
El funcionario comentó que parte importante de la cantidad de muertes por el coronavirus se explica por las enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión, las que a su vez están relacionadas con la mala alimentación.
Resaltó que en 2018, éstos y otros padecimientos crónicos (cáncer, afecciones cardiovasculares) provocaron la mitad de la mortalidad general en México, e insistió en su mensaje del pasado fin de semana en Chiapas, sobre la necesidad de realizar cambios estructurales en la política pública, con el fin de modificar esta realidad que también ha tenido impacto en la pandemia.
Las modificaciones en las acciones de gobierno implican que haya controversias y hacer frente a intereses económicos
poderosísimos, que en años pasados llevaron a ocultar la información y
usar eufemismos para decir muévete, chécate. No es así como se resolverá el problema, sino con información clara, sostuvo.
Recordó que en octubre entrará en vigor el nuevo etiquetado frontal en alimentos y bebidas, que forma parte de una estrategia en la que está incluida la política fiscal.
No es interés del gobierno ofender a nadie ni dañar la economía, pero es muy claro el perjuicio que la obesidad tiene en la economía y ya se refleja en que México es uno de los pocos países donde la esperanza de vida al nacer disminuyó, entre otros factores, por la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes.
Luego de que el sábado pasado López-Gatell calificó a las bebidas azucaradas de
veneno embotellado, lo que generó reacciones de rechazo de la industria refresquera, ayer celebró que haya polémica, porque
despierta la conciencia de las personas.
En este caso, sostuvo, la evidencia es consistente y abrumadora respecto de que hay productos nocivos para la salud: el tabaco en todas sus presentaciones, hasta las más innovadoras, es uno de los riesgos más grandes para la salud. No hay dosis saludable. El tabaco mata. Y siguió con las bebidas y alimentos procesados, cuyo consumo contribuyó a partir de los años 80 al aumento del sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas.
Recordó que en México, 35 por ciento de niños y adolescentes, así como 75 por ciento de personas mayores de 20 años, viven con exceso de peso corporal. Sólo esta condición aumenta la probabilidad de complicaciones graves y muertes por Covid-19, subrayó.
Por eso la decisión de poner en marcha una política gubernamental diferente que ayude a las personas a tomar mejores decisiones; que al salir a la calle sea más fácil encontrar alimentos saludables: frutas, verduras, un pan integral
de a deveras, no sólo pintado, en lugar de un refresco; o que la actividad física no se inhiba por causas de inseguridad en la calle.
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