Habló de su autobiografía, Chasing the Light, con Ethan Hawk
▲ Desde la izquierda, el realizador en un campamento de Vietnam, en la filmación de Pelotón y en un festival de cine de Serbia.Foto Imágenes tomadas de su Facebook
▲ El realizador estadunidense en la infancia; en la inferior, con su padre,
pragmático y solitario.Foto Imágenes tomadas de su Facebook
Juan Ibarra
Periódico La Jornada
Jueves 23 de julio de 2020, p. 6
Jueves 23 de julio de 2020, p. 6
La fotografía de un joven Oliver Stone tomada durante su última misión en Vietnam ilustra la portada de Chasing the Light, autobiografía del director, publicada la semana pasada, en la cual narra sus primeros 40 años de vida. Se incluyen, entre otros temas, su infancia en Nueva York, la separación de sus padres, su paso por el ejército y algunas de sus experiencias fílmicas.
Para el actor nominado al Óscar Ethan Hawke se trata de un libro
lleno de amor, en el que el cineasta asoma un lado sensible, casi contrario al tono duro que caracteriza muchas de sus cintas. Hawke conversó anoche por streaming con Oliver Stone.
A pesar de su éxito como realizador, Oliver Stone siempre ha tenido deseos de escribir, dicotomía que él mismo considera proviene de la personalidad de sus padres. Su madre, de origen francés, era sensible, sociable y cariñosa; su padre, ex militar y corredor de bolsa estadunidense, era pragmático y solitario.
Cuando el matrimonio se divorció, Stone tenía 15 años. Hasta entonces, el también guionista vivió en una burbuja en Nueva York, asegura. La separación lo afectó durante largo tiempo y lo llevó a dejar la universidad para alistarse en el ejército.
En Vietnam, Oliver tuvo contacto por primera vez con afroestadunidenses. En el entorno donde creció los negros eran mal vistos, por lo que incluso les temía, pero en las trincheras fueron las personas con quienes prefería estar. Con ellos, Stone escuchaba música soul y fumaba mariguana;
eran los únicos que me permitían sentirme como humano. Había cierta ternura, una feminidad. No podías conseguir eso en la infantería. También había mucha gente blanca que era dura, del sur. Algunos eran racistas, no sólo con los vietnamitas, a quienes odiaban, sino también en las filas, relató el director.
Stone ha tomado mucha inspiración de sus vivencias para escribir sus películas. En personajes de Pelotón –cinta premiada con el Óscar–, como los sargentos Barnes (Tom Berenger) y Elias (William Dafoe), plasmó rasgos de sus padres, y de alguna forma él se ve representado en el personaje del soldado Chris Taylor (Charlie Sheen).
Sobre dirigir, asegura que es
como dar una fiesta; te tienes que mezclar y te tiene que gustar la gente. Si no te agradan actores, cineastas o productores, no es fácil. También es agotador, pocos se dan cuenta de cuán cansado puede ser.
El cine y la escritura, dos mundos distintos
Al mismo tiempo, en su labor como escritor, Stone necesita estar solo.
No puedo trabajar en un ambiente así, son dos lados distintos, uno es depresivo y solitario, y el otro es social y amistoso, y yo voy y vengo, explicó.
Escribir sus memorias le ha ayudado a descubrir mucho sobre él mismo y sus contradicciones. Considera que una de las luchas más grandes para los seres humanos es
cómo lidiamos con nosotros mismos, cómo nos convertimos en la persona que podemos ser.
Ante la pregunta del público sobre la cinta de la que se siente más orgulloso, Stone mencionó JFK, debido al impacto que tuvo y al debate desatado por la historia en su momento. También habló de Pelotón, pues propuso un ángulo distinto sobre la guerra de Vietnam, dijo.
A sus 73 años, Oliver Stone también afirmó que no se siente con ánimo de hacer más películas, al menos no de ficción.
Creo que hay cintas maravillosas que ya no necesitan mi aporte.
Sin ocultar su cansancio, el director asegura
ya no tengo el fuego en el corazón. Stone, sin embargo, aún ve cine. Actualmente, por influencia de su esposa, ve muchos filmes coreanos y también ha disfrutado de entregas como Joker, Parasite, Uncut Gems, The Report y Da 5 Bloods.
Además de escribir, ha estado trabajando en dos documentales. Uno sobre energías limpias, y otro que continúa con el planteamiento de JFK, donde se explora la posibilidad de que el asesinato del presidente John F. Kennedy haya sido provocado por un grupo de gente poderosa.
Quiero que el caso sea claro para el público en general. Es una película con muchos hechos, fascinante, de cuatro horas. No creo que la prensa hable mucho de ella porque no da para encabezados, pero todo está ahí. Si no estás convencido de que Kennedy fue asesinado por una conspiración de poderosos, creo que te estás perdiendo de algo de nuestra cultura, aseguró Stone.
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