Los dinosaurios hallados, son muestra del paraíso en el estado
Foto: Zócalo | Especial
Saltillo, Coah.- La formación Cerro del Pueblo en Coahuila, ubicado entre los municipios de Parras de la Fuente y General Cepeda, se ha convertido en un oasis para los paleontólogos, pues basta con recorrer tan solo unos metros para encontrar las huellas de los animales que hace 73 millones de años habitaron durante el periodo Cretácico Superior este lugar, donde se encontró un nuevo género y especie de dinosaurio, el cual fue bautizado como Paraxenisaurus normalensis.
Los primeros vestigios de este ejemplar, que lleva su nombre en honor al 125 aniversario de la Benemérita Escuela Normal, fueron encontrados en la década de los 70 y desde entonces formaron parte del Museo de Paleontología de la Normal, sin embargo, fue hasta que otros restos fósiles que aparecieron años después dieron las primeras pistas de que se trataba de una especie diferente a las anteriormente encontradas en el estado.
Belinda Espinosa Chávez, curadora del museo desde hace más de 20 años, y parte del equipo de investigadores conformado por Claudia Inés Serrano Brañas, Augusta Maccracken, Cirene Gutiérrez Blando, Claudio de León Dávila y José Flores Ventura, reunieron y estudiaron por más de nueve meses a detalle el material fósil colectado en superficie de piezas de garras de pies y manos, fémur, fragmentos de metatarsos y vértebras, que finalmente concluyó en la publicación de su hallazgo en el mes de abril en la revista Journal of South American Earth Sciences, donde confirmaron una vez más por qué a Coahuila se le conoce como la tierra de los dinosaurios.
“El nombre de Paraxenisaurus significa en griego paraxeni-extraño y saurus-réptil y Normalensis es por la especie; y extraño, porque cada hueso que nosotros encontrábamos de él, al compararlo pues era distinto, era extraño, era diverso”, detalló Belinda Espinosa.
“Este ejemplar se trata de un dinosaurio terópodo de tamaño muy grande para su tipo, y tiene una longitud aproximada de 5.7 metros y una altura de más de 2 metros”, describió.
Este es el primer dinoiquerido descubierto en América y fuera de Asia, de donde se creía que era endémico, un animal carnívoro de grandes dimensiones parecido a un avestruz, que a diferencia de esta ave no estaba adaptado para correr.
Nueva especie
Claudia Inés Serrano Brañas, investigadora Asociada del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano y del Museo de la Normal, señaló que el análisis de toda la información científica que reunieron los llevó durante meses a comparar y buscar entre las bases de datos internacionales, para determinar que los restos fósiles encontrados de los cinco ejemplares se trataba de un nuevo género y especie de dinosaurio.
“En nuestro caso comparamos con alrededor de 16 géneros y especies que se han descrito hasta el momento, y no nada más con eso, también como hicimos un análisis filogenético, es decir, para establecer una relación y saber con qué está más emparentado nuestro dinosaurio, además de los ornitomimosaurios metimos otros tipos de dinosaurios, en total fueron alrededor de 103 dinosaurios los que incluimos en este análisis”.
Ruta migratoria
La importancia de este hallazgo, es que revela más detalles de la paleogeografía y de las rutas migratorias de los dinosaurios entre Asia y Norteamérica, lo que abre la posibilidad para encontrar nuevas especies en Coahuila.
“Aquí estamos en un suelo que se data como Cretácico superior y la característica de este sitio es que hace 73 millones de años aquí eran pantanos, entonces no existía la Sierra Madre Oriental, no existía la Sierra Madre Occidental y entonces llovía mucho, ahorita tenemos un desierto, pero hace 73 millones de años esto eran bosques tropicales, selvas tropicales, semi-tropicales”, dijo por su parte el profesor Claudio Arturo de León Dávila, quien también fue parte del descubrimiento.
Los primeros vestigios de este ejemplar, que lleva su nombre en honor al 125 aniversario de la Benemérita Escuela Normal, fueron encontrados en la década de los 70 y desde entonces formaron parte del Museo de Paleontología de la Normal, sin embargo, fue hasta que otros restos fósiles que aparecieron años después dieron las primeras pistas de que se trataba de una especie diferente a las anteriormente encontradas en el estado.
Belinda Espinosa Chávez, curadora del museo desde hace más de 20 años, y parte del equipo de investigadores conformado por Claudia Inés Serrano Brañas, Augusta Maccracken, Cirene Gutiérrez Blando, Claudio de León Dávila y José Flores Ventura, reunieron y estudiaron por más de nueve meses a detalle el material fósil colectado en superficie de piezas de garras de pies y manos, fémur, fragmentos de metatarsos y vértebras, que finalmente concluyó en la publicación de su hallazgo en el mes de abril en la revista Journal of South American Earth Sciences, donde confirmaron una vez más por qué a Coahuila se le conoce como la tierra de los dinosaurios.
“El nombre de Paraxenisaurus significa en griego paraxeni-extraño y saurus-réptil y Normalensis es por la especie; y extraño, porque cada hueso que nosotros encontrábamos de él, al compararlo pues era distinto, era extraño, era diverso”, detalló Belinda Espinosa.
“Este ejemplar se trata de un dinosaurio terópodo de tamaño muy grande para su tipo, y tiene una longitud aproximada de 5.7 metros y una altura de más de 2 metros”, describió.
Este es el primer dinoiquerido descubierto en América y fuera de Asia, de donde se creía que era endémico, un animal carnívoro de grandes dimensiones parecido a un avestruz, que a diferencia de esta ave no estaba adaptado para correr.
Nueva especie
Claudia Inés Serrano Brañas, investigadora Asociada del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano y del Museo de la Normal, señaló que el análisis de toda la información científica que reunieron los llevó durante meses a comparar y buscar entre las bases de datos internacionales, para determinar que los restos fósiles encontrados de los cinco ejemplares se trataba de un nuevo género y especie de dinosaurio.
“En nuestro caso comparamos con alrededor de 16 géneros y especies que se han descrito hasta el momento, y no nada más con eso, también como hicimos un análisis filogenético, es decir, para establecer una relación y saber con qué está más emparentado nuestro dinosaurio, además de los ornitomimosaurios metimos otros tipos de dinosaurios, en total fueron alrededor de 103 dinosaurios los que incluimos en este análisis”.
Ruta migratoria
La importancia de este hallazgo, es que revela más detalles de la paleogeografía y de las rutas migratorias de los dinosaurios entre Asia y Norteamérica, lo que abre la posibilidad para encontrar nuevas especies en Coahuila.
“Aquí estamos en un suelo que se data como Cretácico superior y la característica de este sitio es que hace 73 millones de años aquí eran pantanos, entonces no existía la Sierra Madre Oriental, no existía la Sierra Madre Occidental y entonces llovía mucho, ahorita tenemos un desierto, pero hace 73 millones de años esto eran bosques tropicales, selvas tropicales, semi-tropicales”, dijo por su parte el profesor Claudio Arturo de León Dávila, quien también fue parte del descubrimiento.
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