Denuncian la destrucción de altares y afirman que el clero está detrás de ataques; lo demandarán
Gabriel León Zaragoza
En protesta por la destrucción de altares en el norte del país y por las medidas que aplican autoridades en contra de su culto, unos 500 simpatizantes y devotos de la Santa Muerte se manifestaron de forma pacífica en el Zócalo por las acciones que en su contra –aseguraron– promueve la jerarquía católica.
Luego de una marcha que se inició al mediodía de ayer desde su santuario principal –localizado en el primer cuadro de la ciudad– y que concluyó en el Zócalo, el arzobispo David Romo anunció, en improvisada conferencia de prensa, el inicio de una “guerra santa”, que incluirá “demandas millonarias” contra la Iglesia católica “por daño moral”.
Además habrá movilizaciones y se presentarán denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos e instancias de gobierno del país, como la Presidencia de la República, por la presunta violación de las garantías de culto de su feligresía, así como misivas a la nunciatura apostólica y al Vaticano, “para exigirle que cese el hostigamiento de la Conferencia del Episcopado Mexicano”.
Dijo que hasta el momento han sido destruidos 36 altares de la Santa Muerte en Nuevo Laredo y Tijuana, y que hace unos días las autoridades de Oaxaca emitieron un bando “para suprimir la devoción de nuestro culto en la entidad”.
En esa entidad, apuntó, “incluso autorizan rondines de vigilancia policiaca para luego proceder a la detención de los devotos. Eso es muy grave, es una violación a los derechos de culto”.
Responsabilizó a la “Iglesia católica romana de ser la artífice de todo esto. No creo que haya alguien tan loco, testarudo y descerebrado a quien en esta época electoral, con crisis y todo lo que tenemos, se le ocurra hacer esta bufonada, pero sobre todo meter al Ejército. ¿Para qué lo mete?”
El jerarca aseguró que buscará participar en política para defender el derecho de culto de los cinco millones de feligreses con los que asegura cuenta su credo. Precisó que para ello ya se puso en contacto con todos los partidos políticos, pero que con el Social Demócrata “anda la cosa”.
Luego de los señalamientos, el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, afirmó que las autoridades deben estar alerta ante los dichos y acciones de David Romo, “porque lo que anda haciendo es sedición, invitación a la violencia, y está penado por las leyes. No pueden dejar pasar por alto como algo inocente ese tipo de llamados, que sabemos pueden exponer a la gente a la violencia, lo cual sería muy grave”.
En entrevista, negó que la Iglesia católica esté interesada en destruir los altares, “porque no nos compete a nosotros tomar una decisión así; eso fue obra de las autoridades”.
Señaló que Romo Guillén y sus simpatizantes no deben protestar en recintos del catolicismo, sino en los del Ejército, de la Procuraduría General de la República o en las presidencias municipales, “que son los que mandaron tirar esos altares.
“Como que el señor no entiende por dónde van las cosas. Pero sabemos que eso no le interesa, sino provocar a la Iglesia, ofender a los fieles con esas manifestaciones, para ver si logra que alguien se suba al ring con él, pero nadie está dispuesto a hacerlo”, afirmó.
La misa de Catedral tuvo lugar en medio de un fuerte dispositivo de seguridad “solicitado por los curas”, según refirieron elementos de la Policía Federal, quienes cerraron el acceso al inmueble cuando aparecieron en el Zócalo los fieles de la Santa Muerte.
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