viernes, 18 de noviembre de 2016

La sal y el salario de México

guerrero-negro
Fidencio Treviño Maldonado
Septiembre 25 de 2016

En este país todo esta institucionalizado y monopolizado y va desde el salario mínimo, libre o por categorías hasta la sal que ahora está de moda retirarla de la mesa y prohibida para personas que padecen ciertas enfermedades. De hecho, la palabra “salario” (Salarium) proviene de la “sal” y es tan antigua esta palabra y su uso que se pierde en los escritos griegos y romanos muchos años antes de Cristo. Parte del pago para los soldados y otros trabajadores romanos era la sal. En esos tiempos sin refrigeración el único método para conservar algunos productos perecederos eran la sal, el caso de la carne entre otros, de ahí que este producto fuese tan importante y valioso, Herodoto en un referente histórico escribe sobre alguna guerra entre naciones por los mantos o vetas de sal en la antigua Roma, Siria, Grecia y Egipto entre otros países que tenían acceso a lagunas o al Mediterráneo.
Dejando un poco la historia o ficción de los orígenes de la supervivencia universal como lo es el salario, en México para variar, la SAL es un monopolio manejado por mexicanos, pero al servicio de extranjeros. México para no variar es el campeón del mundo en producción de sal y con Guerrero Negro en Baja California Sur, nos basta y sobra para vender, regalar y repartir al mundo, sin embargo al igual que el oro, la plata, el cobre ,el petróleo, carbón, gas natural, 10,000 kilómetros de litorales de mar y 235 especies de productos para consumo humano, pues al menos algunas en su totalidad y otras en el 85% están concesionadas a extranjeros y la sal de Guerrero Negro en B. C. Sur llamada, Exportadora de Sal “ESSA” es una de ellas.
La compañía japonesa llamada Mitsubishi (tiene nombre de una marca de vehículos, quien sabe si serán los mismos dueños) tiene todo el poder para disponer de la sal mexicana y ponerle precio y hasta revender en las narices de nuestras ínclitas, incorruptas y muy soberanas autoridades. Sucede como en millones de casos en el país del nunca “jamás”, los japoneses tienen manga ancha para comprar a como les de su regalada gana el producto del suelo nacional y elaborado este con manos, sudor y sangre de mexicanos. Guerrero Negro es sólo conocido por ser una mina, literalmente hablando de sal, ya que en este pueblo sus habitantes son trabajadores de este producto que coloquialmente se lo regalamos a los japoneses para que ellos hagan negocio con los Chinos , australianos, N. Zelanda, Noruega y otros países, para darnos una idea de esta bendición para los extranjeros, la tonelada de sal va desde 7 a 10 dólares, cuando mucho la pagan a 20 dólares tonelada y eso descontando a México el transporte, es decir también eso se lo pagamos.  Inclusive ahora son al parecer los mismos nipones (Mitsubishi) los que acusan a Jorge. H. López Portillo Bravo, ex comisionado o gerente de ESSA de ser el quien otorgó a otra empresa de nombre Packsys, unos o varios contratos de 3,000 millones de metros cúbicos de sal por tiempo indefinido.
Guerrero Negro, es un poblado chico con aproximadamente 12 mil pobladores y, famosa para el turismo porque en sus costas van a reproducirse las ballenas y también acuden personas que pueden traer cuatrimotor o coches arreglados $$$, para transitar en el desierto. Los servicios médicos son escasos y el hospital más cercano está a muchos kilómetros, los obreros viven con salarios de miedo y hasta hace poco se les pagaba a “destajo” es decir por producción de toneladas de sal era su salario. Otra más de opacidades de los paraísos perdidos en este país, en donde la corrupción abunda y los hunde, como perdido y extraviado está el salario de miles de maquilas que, a falta de inversión nacional, mejor buscar explotadores que sigan conquistando nuestro ya antiguo mundo creado por un sistema aún más añejo y retorico que el origen del salario y la propia esclavitud. Sulvisa en Viesca, Coahuila, ahora convertido en pueblo Mágico, tuvo sus días de gloria con sus beneficiadoras de Sal, sin embargo y en propia voz de los ex trabajadores, fueron ellos y su SINDICATO quien acabo con esa fuente de trabajo. Es decir, cuando no te friegan uno, te joden otros ¡No te acabes México! sugerencias y comentarios;  kinotre@hotmail.com.

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