lunes, 14 de mayo de 2018

Manuel Ramos Carrillo; sub secretario de gobierno, pernicioso


Juan Monrreal López
Enero 18 de 2018

Gómez Palacio, Durango. – Oscuro, sin más antecedentes en la administración pública que ocupar la  dirección de Recursos Humanos cuando Juana Leticia Herrera Ale, manejó por primera vez la alcaldía; sacado de un escritorio de la empresa Chilchota, propiedad de la presidente, y sus hermanos; el subsecretario de Gobierno en La Laguna, Manuel Ramos Carrillo, fue uno de los primeros que ocupó puestos de poder entregados por José Rosas Aispuro Torres, al grupo Herrera Ale, opuesto al sentimiento de negativa y desaprobación generada entre los ciudadanos que apoyaron por entero al hoy gobernador, con tal que se causara un cambio institucional, político, social, distinto al que promueve el grupo caciquil de los Herrera Ale.
Sin currículo que avale la posición ocupa,- la más delicada de las sub secretarías que existen en La Laguna de Durango-, más allá de pertenecer al grupo de los Herrera Ale, Manuel Ramos Carrillo, ha trabado componendas para que le entreguen pergaminos que acrediten actividades curriculares, principalmente con Colegio Regional de Abogados de la Laguna A.C, que preside Jesús Sotomayor Garza, “El Pájaro”, de triste historia en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) cuando a mediados de los años 80, literalmente combatió a sangre y fuego a todas las expresiones estudiantiles que exigían mayor participación en la toma de decisiones en la UAdeC, Unidad Laguna.
Como jefe de Recursos Humanos, Manuel Ramos Carrillo, es recordado por los trabajadores municipales porque días antes de entregar la administración a Octaviano Rendón Arce, el hoy sub secretario de Gobierno en La Laguna, giró un memorándum para que todo el personal del ayuntamiento firmara su renuncia sin indemnización, y por supuesto, sin reconocerles la antigüedad laboral.
Ante el escándalo y las denuncias del personal de Seguridad Pública, Ramos Carrillo, salió a recular ante los medios de difusión, – entonces tan cooptados como hoy-, y declaró que, “no deben estar intranquilos los trabajadores (Sic), deben estar en paz trabajando en su lugar, no va a haber ninguna situación extraña, ni despidos injustificados ni absolutamente nada de eso”, en los días subsecuentes los hubo, incluso trabajadores de 15 y hasta 25 años de antigüedad, perdieron derechos laborales o simplemente fueron canjeados por cantidades de dinero pírricas; las amenazas fueron gratis.

Manuel Ramos Carrillo; la familia Herrera Ale y Chilchota; su mundo e interés  

Inmerso en el mundo del corporativo Chilchota, Ramos Carrillo, obedece en primer lugar a los intereses de ese corporativo quesero, así como a la familia Herrera Ale, los dueños.
Alejado de los problemas de la ciudad desde que dejó la dirección de Recursos Humanos en el año 2004, Manuel Ramos Carrillo, fue colocado por el grupo Herrera Ale, a nivel de la sub secretaría de Gobierno en La Laguna, producto de las negociaciones con el gobernador panista José Rosas Aispuro Torres.
Incluso, los propios aispuristas del estado han criticado y siguen reprobando que se haya entregado al grupo de Juana Leticia Herrera Ale, posiciones esenciales en la construcción de un gobierno de nuevo tipo.
De hecho, Manuel Ramos Carrillo, ha utilizado el poder de la sub secretaría de Gobierno en La Laguna, ambicionando crear un solo bloque de funcionarios públicos a su servicio.
Por eso, ha buscado remover empleados que no son afines; crear conflictos en las dependencias con el propósito de desprestigiar a los titulares y posicionar a sujetos allegados; él quiere lealtades, vengan de donde vengan; para ello utiliza el instrumento de poder que el gobernador del estado le entregó.
Así, sin más visión que el totalitarismo político, óptica plutócrata, – negocios desde el poder-, servir al grupo al que pertenece por sobre cualquier interés institucional, Ramos Carrillo, se encuentra empeñado en proscribir los empleados que estorben a su grupo y familia en la realización de negocios generados desde el sector público, así como dominar más áreas de poder.
Ramos Carrillo, opera como mafia, con las consecuencias sociales e institucionales que esto conlleva. Obstruye o paraliza gestiones gubernamentales que no le convienen, acaparar apoyos oficiales para los cercanos, mete mano en la autorización de la obra pública, protege ilegalidades de los alcaldes para que se plieguen a sus intereses y caprichos, por sólo mencionar algo de la cadena de favores con las que maniobra.
De esta manera ha manipulado a empleados de la cultura, taxistas, líderes partidistas, arrojándolos contra diversos funcionarios estatales como el sub secretario de Desarrollo Social, el sub director de Transporte en la Laguna, la Casa de la Cultura, entre otras instituciones.
Además, metió mano en el proceso electivo del PAN municipal de Gómez Palacio, – aliado con la Contralora del estado, la panista María del Rosario Castro Lozano-, para colocar como presidente a Carlos Alberto Córdova Velázquez, un Caballo de Troya al servicio del grupo de Leticia Herrera.
Luego el 5 de enero convocó por órdenes de la presidente de Gómez Palacio, a un grupo de alcaldes, – con el pretexto de ver asuntos de obra pública, cuando recién se acaban de entregar los presupuestos de egresos-, y nuevamente, el viernes 12, intentó remover al sub director de Transporte Raúl Villegas Morales, sin guardar mesura alguna, sin respetar los cauces institucionales.

Manuel Ramos, subsecretario insidioso y su larga fila de ataques contra las instituciones

Manuel Ramos Carrillo, se siente sobrado en la encomienda institucional que le fue otorgada por José Rosas Aispuro Torres, sin que nadie del gobierno estatal le marque un alto por sus excesos.
Se recordará que Ramos Carrillo, se ostenta como abogado patronal, especializado en despedir trabajadores, sin respetar los derechos laborales generados por los asalariados, tal y como lo han denunciado a Demócrata Norte de México, diversos ex operarios de la empresa Chilchota.
Sin freno del gobernador o del propio secretario de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones, Manuel Ramos, ha orquestado los distintos choques de grupos sociales y gremiales con las autoridades, para enseguida aparecer cómo el súper negociador.
La realidad es que primero conspira desde el poder, luego opera los acuerdos previos que había pactado con las pandillas que utiliza.
Como la mafia, manda golpear, luego atempera los ánimos.
En marzo de 2017, el conspirador sub secretario de Gobierno, se entrevistó con el dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) de Gómez Palacio, Bernardo Reyes Aguilera, y con el pretexto de las becas escolares, éste armó un plantón en la explanada de la sub secretaría de Educación de la Laguna.
A la postre, salió a la luz pública que Reyes Aguilera, fue aviador por años en esa dependencia, además de que la presidente Leticia Herrera Ale, le ofertó que trabajara en el ayuntamiento gómezpalatino.
Después a finales de mayo de 2017, Ramos Carrillo, se confabuló con algunos trabajadores de la Casa de la Cultura “Ernestina Gamboa” dirigida por Ramón González González; quienes tomaron el edificio ubicado en la colonia El Campestre.
Los indignados señalaron que Ramón González no había presentado un plan de trabajo. El director de la casa de la cultura estaba ausente de la ciudad, sin embargo, como salido de una chistera, apareció Manuel Ramos Carrillo, – con todo y prensa-, quien tan sólo con ofrecer una reunión con González González, dispersó a los inconformes.
Luego en junio de 2017, comenzó a golpear al delegado de SEDESOE, Fernando Álvarez Mireles, usando un ala del PRD afín al grupo de la presidente Juana Leticia Herrera Ale, que dirige Candelaria González Castillo.
La protesta fue porque según Candelaria González, el funcionario estaba dando preferencias partidistas a los apoyos otorgados por SEDESOE.
En seguida, a mediados de noviembre de 2017, el desleal sub secretario de Gobierno, comenzó a maquinar la remoción de Raúl Villegas Morales, usando a los taxistas del Sindicato Alianza y la CTM Gremial, quienes se manifestaron en contra del funcionario de autotransporte quien les había exigido a los choferes cambiar las placas de circulación vencidas.
Trabajadores de la sub secretaría de Gobierno, declararon en ese entonces a Demócrata Norte de México, pidiendo secrecía, que Ramos Carrillo, se reunió con los taxistas pocos días antes de que éstos exigieran la destitución de Villegas Morales.

Manuel Ramos Carrillo; cero institucionalidades, mucha traición

El 4 de enero de 2018, sintiéndose vicegobernadora de Durango, Juana Leticia Herrera Ale, con la confabulación de Manuel Ramos Carrillo, reunió a 30 de los 39 presidentes municipales del estado en el municipio de Gómez Palacio.
La reunión, dijo la alcaldesa, era para analizar la obra pública y acciones de gobierno que se realizarán este año en los municipios, a manera de secretaria de Obras Públicas (SECOPE) y tuviera atribuciones Meta municipales.
Luego, la presidente, se sintió gestora.
Dijo que buscaría una reunión con José Rosas Aispuro Torres, para explicarle el tipo de obra pública que quieren en sus ayuntamientos, como si los presupuestos de Egresos municipales no existieran.
A la sazón, Manuel Ramos Carrillo, a modo de encomendero, indicó que de inmediato turnaría esas aspiraciones al gobernador, desconociendo los niveles gubernamentales, para empezar que tiene un jefe inmediato que se llama Adrián Alanís Quiñones.
Enseguida, todos los troles, sitios operados por bots pagados con dinero público, reprodujeron en la Web la fotografía de Juana Leticia Herrera Ale y Manuel Ramos Carrillo, con los alcaldes duranguenses.
Los troles ensalzaron el músculo político de la presidente en el presente proceso electoral.
Allí, en medio del retrato apareció feliz, Manuel Ramos Carrillo, ensoñando una diputación.

Ramos Carrillo, acción sediciosa contra la institucionalidad

El viernes 12 de este mes, comenzó a circular un rumor en los teléfonos celulares y cafés; Manuel Ramos Carrillo, dejaría la sub secretaría de Gobierno en La Laguna.
La murmuración era falsa.
Lo que en realidad estaba sucediendo era que Ramos Carrillo, había tendido una celada en contra del sub director de Transporte, Raúl Villegas Morales, para removerlo del cargo.
Eran las 2 y media de la tarde, cuando fuentes de Demócrata Norte de México, pusieron sobre aviso de lo que estaba aconteciendo en el llamado Edificio de Gobierno.
Manuel Ramos, dispuso para tal efecto, usar al Consejero General de Asuntos Jurídicos del gobierno de Durango, Galdino Torrecillas Herrera, a quien instalaron en uno de los despachos del edificio.
En otro, cubículo, como asaltantes, Ramos Carrillo y el director de Plazas y Mercados del municipio, Gustavo Gutiérrez Zamudio, hijo del fallecido ex jefe de policía – que trabajó con el también difunto ex alcalde de esta ciudad, Carlos Herrera Araluce, padre de la actual alcaldesa-, Javier Gutiérrez Pesquera, esperaban que Galdino Torrecillas, amedrentara a Raúl Villegas, y éste firmara su renuncia, para colocar de inmediato a Gustavo Gutiérrez.
Se sabe que Villegas Morales, argumentó que su nombramiento lo había extendido el gobernador, pero además, mencionó que su jefe inmediato es José Jorge Campos Murillo, ambos subalternos del secretario de Gobierno Adrián Alanís Quiñones; así que Villegas Morales no firmó la renuncia y se retiró del lugar.
El sedicente sub secretario de Gobierno, se quedó con las ganas de apropiarse de la sub dirección de transporte para uno de los suyos.
La operación asalto, falló.

Manuel Ramos, prepotente y vengativo

Las historias contadas a Demócrata Norte de México, por muchos de los cesados por Manuel Ramos Carrillo, como abogado patronal, contaron las formas aberrantes en que fueron despedidos.
Ahora en la vida pública, Ramos Carrillo, opera para que los grupos apegados a la familia Herrera Ale, – de la que él forma parte-, “se quede con la obra pública, apoyos gubernamentales y todo lo que se pueda”, han dicho un grupo de constructores que apoyaron la campaña de José Rosas Aispuro, a Demócrata Norte de México.
Para nadie es un secreto, que muchas de las administraciones municipales de La Laguna de Durango, se pudren en corrupción, nepotismo, desvío de recursos, apropiación de bienes públicos, sin que el sub secretario de Gobierno reporte nada a su jefe Adrián Alanís Quiñones, mucho menos al “gobernador, que tal parece, los protege”.
En la época de los últimos gobernadores de Durango, los Herrera Ale, nunca habían tenido tantas posiciones de poder en el gobierno del estado, como las detentadas ahora en la administración de la alternancia de José Rosas Aispuro Torres, por eso, se sienten imparables e intocables; por ello infunden terror; por eso, se apropian de cuanto bien patrimonial se les atraviesa, principalmente los públicos.
Afectados por la política de mafia que desempeña Manuel Ramos Carrillo, constructores y fuentes de este medio, dijeron a este reportero “que tuviera cuidado, con Manuel Ramos, a quien todos señalan como hermano, de Ernesto, Juana Leticia y Carlos Manuel Herrera Ale; además de ser vengativo”.
Como quiera que sea, la denuncia interpuesta contra esta familia Juana Leticia, Ernesto, Carlos Manuel, avanza lento, pero avanza, en la Procuraduría General de la República(PGR), así como en la secretaría de Gobernación (SG), tanto como en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Ahora se suma Manuel Ramos Carrillo, un funcionario mafioso, que sobrepone el interés familiar y de grupo por encima de la institucionalidad y la Ley.
Así que, a estos personajes, más los oficiosos Sergio Uribe Rodríguez, diputado local; y Jorge Clemente Mojica, gerente de la Fundación Chilchota y director del periódico Victoria de Durango,-propiedad de la familia Herrera Ale-, se les responsabiliza si algo sucede a este periodista, su familia, así como a sus bienes.
Twitter@jmonrreall

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