// Del Tintero //
Fidencio Treviño Maldonado
Abril 10 de 2018
La ambición desde hace muchos años ronda en la Casta Divina que manda y maneja los destinos de la patria, de ahí que su interés sea particular y no social, como ha quedado demostrado. Tal vez los jugadores profesionales cambien de equipo, de camiseta, de uniforme, ellos son profesionales y si son buenos dan resultado, de ahí que se estime su valor acorde a su capacidad, el caso más grande sin duda fue en los años 20s del siglo pasado cuando el Babe Ruth, jugaba en Boston y fue comprado por los Yankees y El Bambino cambio de camiseta, lo mismo se puede decir de Pele del Santos de Brasil, pasa al Cosmos de Nueva York, su color de camiseta era muy distinta y así podemos citar miles de ventas/compras y cambios de piel en muchos deportes ¡ Pero ! en nuestro cosmos político los cambios o permanencias son otra cosa. Parte del debacle del PRI a todos los niveles se debe a su desbandada y que todo se hace con dinero, el acarreo, los conjuntos musicales en sus mítines, el pago de regalías y mucho más dinero, invertir y inventar programas para sólo algunos, ver como son los mismos los escogidos para puestos, aunque en sus funciones anteriores fueron corruptos, ratas, unos ineptos, etc. Sin embargo, el PRI los mantiene aún y les da más puestos mientras los militantes quedan como siempre ” nomás mirando y votando” aquí muchos perdieron el amor a la camiseta, esto lo dicen ex presidentes municipales, ex senadores, ex diputados y cientos de los que aún conservan su color PRIistas.
Es tal el ocaso de los PRIistas, toman ahora como candidato a un hombre que ni siquiera pertenecía a su partido, jamás pagó cuotas al PRI, Meade quien jamás estuvo en reuniones colegiadas o políticas de ese partido y eso demuestra que la cúpula o sea los que mueven los hilos de la nación poco o nada les interesa el entorno social, sino el poder y de ahí el temor de muchos PRIistas a perder su hegemonía y también que muchos cambien de camiseta, de esto también se puede decir de los PANistas que están más partidos que un huevo que cae desde el piso número 50, aunque en este partido la costumbre es cambiar, dividir y dar saltos más largos que los canguros y sin recato alguno cambia del azul por el color que más convenga. Morena recibe a desvalidos, desarraigados y apestados, es el nuevo partido que un sólo hombre forjó y que tiene cientos de colores agrupados y aunque su color sea oscuro o moreno, en este partido caben de todos tamaños, formas, colores y matices. En los Estados está igual o peor la cosa, vemos como los seudo líderes de pronto son más PRIistas, PANistas y Más Morenistas que los que inventaron la política o que los mismos dueños de esos partidos políticos y de otros partidos rémoras que abundan y se venden al mejor postor.
La vergüenza quedó atrás o como dijo aquel cacique Potosino de ingratos recuerdos Gonzalo N. Santos–La moral es un árbol que da moras– y si ayer tenía puesta la camisa azul, ahora es la tricolor, si antes era amarilla, ahora es morena y la leyenda sigue porque la consigna es quedar dentro. El mismo INE demuestra con su seudo democracia que esta no existe y para el caso está lo que pasó en los tres principales candidatos, en que ni Meade, ni Anaya, ni López Obrador fueron elegidos por las masas o simpatizantes, ellos fueron impuestos o se impusieron y ya, en los Estados o municipios nadie toma en cuenta a nadie para hacer sus engranajes ( Engrudos) y amasan su harina a su conveniencia y quitan o ponen a quien les da su gana, al fin la borregada o los pendejos tienen a cajón que votar por el que ellos diga y que es el bueno ..¿ Bueno de quién ?..pues de los intereses del gobernador en el caso de los municipios o de los que manipulan los hilos del pueblo, de ahí que miles de los que han militado en algún partido por 20 o más años vea que son los mismos de los mismos los que siempre quedan en la planilla, esto en caso concreto del PRI o el PAN en Coahuila el PAN u otro partido, sólo por citar un Estado como ejemplo. Barco a la vista–gritó el vigía—Las mujeres y niños primero–Señor, pero trae otra bandera– dice el contramaestre–No importa, primero salvarse y después a ver qué pasa— Gritó el capitán del barco que se hunde. Sugerencias y comentarios; kinotre@hotmail.com
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