RAÚL A. RUBIO CANO
Octubre 27 2020
La guerra contra las drogas en el gobierno del presidente Donald Trump, que se viene desatando conjuntamente entre Estados Unidos y México con lo que se llamó Plan Chicago, firmado el 15 de agosto del año 2018, fecha en que todavía Enrique Peña Nieto era presidente de la República; sin embargo, hoy ante el gobierno de AMLO, se ha continuado con las líneas estratégicas planteadas y ello ha traído como consecuencia un duro golpe no sólo a cabezas del narco y sus bandas, sino también, el seguimiento de la ruta del dinero de los narcos, generando así un golpeteo severo a la valorización del capital desde el pivoteo de esa actividad delictiva y sus implicaciones en el mundo de grupos económicos muy fuertes, que se acostumbraron a manejar el lavado de un capital que conllevó a la falsificación y rapiña más despiadada de la vida económica, para establecer una riqueza impresionante en manos de unos cuantos individuos y conformar la pobreza masiva de millones y millones de seres humanos, sin olvidar la destrucción de ecosistemas a diestra y siniestra en estos dos países, por tales políticas económicas llamadas Neoliberales y que por 36 años -en el caso mexicano-, impusieron su férula a hombres y naturaleza. Esa influencia del Narco en la economía, devino en la conformación de un Estado Narco (Ver: José Luis González. El Estado narco en México. Editorial Académica Española. México, 2016); es decir, se demandó para tal tipo de economía un gobierno narco y esto es lo que, en el caso mexicano ya los pone en riesgo a sus protagonistas (Alianza Federalista), sobre todo en los estados del norte y costa del pacífico, porque desde el mismo gobierno de Donald Trump, viene en forma la fuerza extirpadora del mundo de las drogas, porque el presidente Trump ya no puede tener una clase trabajadora que gasta un tercio de su salario en drogas, porque ello impide el desarrollo de una economía productiva y sana de corte nacionalista y es en donde el Partido Demócrata y su concepción globalista de la economía Neoliberal, hacen malabares para obstruir tal saneamiento económico en Estados Unidos; todo ello, conlleva ya a una serie de arrestos y deportaciones en el caso mexicano de muy significativos personajes de gobiernos federales anteriores o jefes de bandas (Chapo, García Luna, General Cienfuegos, más los que vengan…), a la llegada de AMLO y, que el arranque desde las raíces de este mal del Narco, ya se deja sentir en los 10 gobiernos estatales que hoy hablan de separatismo al Pacto Federal (los de la Alianza Federalista), todo porque sencillamente estos gobiernos que hoy pugnan por el separatismo, son la expresión de fuertes intereses económicos en donde ha imperado la lana del narco y su correlato de economía ficción y hoy, se zarandean (el reinado de las políticas económicas Neoliberales se desquebrajan) ante la llegada del capital productivo, contra el capital ficción; la llegada de la máxima de equilibrio de factores de la producción (Capital-Trabajo asalariado) contra el encumbramiento atroz del Capital; en sí, la llegada de la 4T. Todo indica que, desde el arribo de AMLO al poder político del país, estos gobernadores esperaron prácticamente un año para decidirse a hablar abiertamente de separatismo y conforme se dieron cuenta, “que no somos iguales” sobre todo en el último año del gobierno de la 4T, comprendieron que la cosa iba muy en serio contra ellos, sus redes, sus sucios capitales, su destructiva forma de gobierno contra seres humanos y Naturaleza. Hoy, en el caso del Bronco, éste por 5 años guardó silencio, disfrutando del ambiente Neoliberal que le brindó el gobierno de Peña Nieto, pero, ante el arresto de su amigo Edgar Veytia y Genaro García Luna y, del General Salvador Cienfuegos, las cosas se ponen de color hormiga y por eso, ha empezado a patalear por lo que se puede avecinar y conjuntamente con Samuel García, buscan romper con la Federación; son patadas de ahogado para salvar el pellejo, como sí no hubiera tribunales para tratar el caso de arreglar cuentas económicas con la Federación, una realidad que corresponde más a una controversia constitucional o a una asunto de acciones inconstitucionales que deben de ser llevadas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como lo señala el Capítulo 1 de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (aprobada el 11 de mayo de 1995. Por el presidente Ernesto Zedillo), que, de usar habladas frente a un auditorio arreglado, con profesionistas hasta en Derecho Fiscal y Administración Pública, mismos que permanecieron callados ante los improperios que espetó el Bronco contra el gobierno Federal el día de ayer. Caray por cinco años Jaime Rodríguez aceptó ese convenio de coordinación con la Federación y ya, a punto de salir, se enfurece contra él, señalando que es injusto porque Nuevo León entrega mucho dinero a la Federación y recibe muy poco de ella (la misma cantaleta de los otros 9 gobernadores insurrectos). Definitivamente preguntamos: ¿Qué es mucho? ¿Qué es poco? Insistimos un asunto que sólo la SCJN deberá resolver y no los berrinches de un mal gobernador que ya se va y asusta con el petate del traidor de Bernardo Reyes o de un güerco Fifí que se dice Senador y a quien a su padre le dicen desde hace muchos años “Mr. Factura” en el mundo de la sucia economía ficción, que imperó por 36 años para desgraciar este país. Hay sobradas intenciones de esos 10 gobernador para hacer escándalo y de que campeé el espíritu del traidor de Santiago Vidaurri, porque la hora de la Justicia les va llegando; peor aún, si el presidente Trump gana de nuevo las elecciones ¡Basta de insultos al Presidente López Obrador y su gobierno de la 4T! ¡Basta de bravuconadas! Hoy tenemos Estado de Derecho, no de Chueco, como dice el presidente AMLO. Demuestren su civilización, no su fatídica barbarie ¡Órale! raurubio@gmail.com
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