RAÚL A. RUBIO CANO
Octubre 24 de 2018
“¡Sigan la ruta del dinero…!” les decía “Garganta profunda” a Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas del Washington Post, en el caso Watergate, ambos realizaban una investigación que llegó a tumbar al presidente Richard Nixon en 1974. En el caso de Miguel Treviño y la intentona para derribarlo del triunfo electoral del pasado primero de Julio, a pesar del voto de 32 mil sampetrinos que lo eligieron para ser su alcalde, Watergate puede ser una buena referencia para ubicar ¿Who is Who? en esta disputa de interés político por la alcaldía de San Pedro (el municipio más rico de México y de América Latina), porque detrás de ese mundo político sampetrino -sí seguimos la ruta del dinero- está la verdadera base de las disputas por su poder político, determinado bajo dos tipos de capitales y sus respectivos procesos de valorización: el capital productivo, derivado de la tradicional interacción Capital-Trabajo Asalariado, aquel que permitió crear al Monterrey del “Trabajo y el Ahorro” conformando una economía afín a ese proceso de valorización y sus respectivas dinámicas políticas y, el capital especulativo, derivado de las más siniestras y rapaces formas de valorizar capitales, creando así una economía ficción. El capital productivo permitió al país crecer a un PIB de 6 por ciento anual, mientras que el capital especulativo desarrolló una economía ficción (Neoliberalismo), por 30 años, que muy apenas sobrepasó el 2 por ciento del PIB, convirtiendo al país en una fábrica de pobres y padeciendo un saqueo impresionante no sólo en los bolsillos de los ciudadanos, sino también de los bienes de la Nación. Este tipo de economía ficción y su correlato de política ficción, es la que destruyó impresionantemente la “Ciudad jardín” que era la Colonia Del Valle, sus montañas y demás ecosistemas y donde, en las elecciones del primero de julio, se buscaba seguir manteniendo un gobierno municipal con esa maldad de afectación en la salud y el patrimonio de los sampetrinos. Los señores del capital especulativo pensaron que Miguel Treviño sería buena pieza para ello, pero, la movilización ciudadana lo fue rebasando y estructuralmente la búsqueda de reactivar el capital productivo (como sucede ya en muchas partes del mundo, AMLO es un correlato de ello) obligó, no sólo a los ciudadanos a decir ¡Basta! sino hasta al viejo PAN a enfrentarse al nuevo PAN y donde los nuevos tiempos obligan a los maloras de la economía ficción y su política ficción a querer hacer de San Pedro un bunker, pero, la evidente llegada del gobierno de AMLO en su lucha contra la delincuencia organizada, no digamos el Plan Chicago de Trump, ha desquebrajado los sueños guajiros del nuevo PAN y abierto una nueva realidad de lucha ciudadana y búsqueda de limpieza en la economía que hacía décadas no se hablaba y actuaba en ello. La ratificación de Miguel Treviño como alcalde electo, no sólo es consecuencia de su persistencia, sino fundamentalmente del despertar de doña Sociedad Civil que cual poderosa locomotora, planeará y empujará los cambios que ya necesita un Nuevo San Pedro ¡Órale! raurubio@gmail.com
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