martes, 30 de octubre de 2018

El extravío de agua en Monterrey, equivalente a tres presas de La Boca, una pérdida económica de 900 a 2 mil 700 millones de pesos anuales y nadie se da cuenta…


RAÚL A. RUBIO CANO
Octubre 18 de 2018

Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador: Mientras las “ratas del agua” sigan haciendo de las suyas con nuestro vital líquido, no nos cansaremos de citar a Jaime Leal Díaz, doctor en hidrología por la Universidad de California y que fuera consejero de la Dirección General de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, en el gobierno estatal de Fernando Canales. Decía Leal en “Se extravían 4.3 meses anuales del abasto de agua potable del Área Metropolitana de Monterrey (10 de abril del 2009): “Es enorme el volumen de agua que se escapa de la contabilidad del Sistema de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, y nadie da cuenta de ello. Nadie sabe, nadie supo y todos son inocentes. 93 millones de metros cúbicos anuales de agua potable surtida a la comunidad regiomontana no se registra en los medidores y por lo tanto no son cobrados a nadie, empobreciendo cotidianamente las finanzas del servicio, encontrando como alternativa, la cómoda solución de aumentar tarifas a los clientes cautivos subsidiarios que pagan sus consumos. El agua perdida de la administración es equivalente a tres veces la capacidad de la presa ‘La Boca’, toda el agua que se obtiene de la presa ‘Cerro Prieto’ o el 90% del agua de la presa ‘El Cuchillo’. Con ese volumen se podrían llenar 1,500 paseos ‘Santa Lucía’, con todo y lago, y se lograría subsanar la demanda esperada de la ampliación territorial de la ciudad, denominada ‘Monterrey V’, hasta el año 2020. Suma el agua potable perdida 132 días de abasto neto. Esta agua no tendría que traerse de nuevas fuentes pues se encuentra perdida dentro del propio territorio del área metropolitana, tres presas ‘La Boca’ en medio de Monterrey, además de la ubicada en el municipio de Santiago. El agua extraviada no sale de la ciudad, no aparece por ríos o arroyos, alguien la está usufructuando bajo un sistema de supervisión muy deficiente o coludido con los beneficiados que hacen como que la virgen les habla, incluyendo a la Comisión Nacional del Agua. El valor de este recurso, de entrar en la contabilidad del agua potable, es superior a los 900 millones de pesos anuales directos, calculados a un precio medio de 10 pesos el metro cúbico, pero la tarifa cargable a los altos consumos llega a más de 30 pesos, por lo que su valor llegaría hasta los 2,700 millones de pesos anuales. Alrededor de todo lo que se recauda por el servicio de agua potable, en la dirección comercial de la empresa. De descubrir que el agua extraviada es consumida clandestinamente por usuarios con doble toma, usuarios no registrados en el padrón o submedidos, el valor puede crecer por sanciones y multiplicarse por cinco años de retroactividad. A esto habría que añadir el 5% del agua contabilizada que no culmina en una cobranza efectiva. La situación es triste, se ha planteado con insistencia, pero el alejamiento y temor o miedo gubernamental y elusión de la responsabilidad, son barrera políticas infranqueables.” ¡Órale! raurubio@gmail.com

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