lunes, 1 de octubre de 2018

Felicidades UANL…A 85 años, sigue ardiendo la Flama de la Verdad…


RAÚL A. RUBIO CANO
Septiembre 24 de 2018

Hoy 24 de septiembre, nuestra Máxima Casa de Estudios, la Universidad Autónoma de Nuevo León, cumple 85 años de vida académica, de investigación y servicio a su comunidad. Una realidad que fundamentalmente fue posible por la persistencia de tres grandes amigos, entonces estudiantes del Colegio Civil: Raúl Rangel Frías, José “Pepe” Alvarado y Juan Manuel Elizondo. El academicismo de estos jóvenes, su alto sentido patriótico y arrojo para hacer las cosas que su sociedad demandaba, hicieron posible que los tres niveles del Estado permitieran el arranque de clases de la entonces Universidad de Nuevo León, un 24 de septiembre de 1933. Insistimos, fue esa iniciativa juvenil, de organización estudiantil y amor por su tierra de esos inseparables amigos, la fuerza motora para sacar adelante el proyecto de una Universidad pública en nuestro estado, mismo que ya había sido señalado por José Vasconcelos años anteriores y reforzado por la iniciativa de Alfonso Reyes, que, en tiempo y forma, los tres grandes amigos le habían solicitado. Una historia publicada en sus múltiples obras sobre el tema y platicada en esas increíbles sesiones de compañeros de múltiples luchas ideológicas, políticas y sociales, a las que todavía asistía y era el centro vital, a pesar de su muy avanzada edad: Juan Manuel Elizondo. En estos días de celebraciones de 85 años de la UANL, la revista Atisbo (una mirada a la historia), Año 13, núm. 74. pp. 17-29., reúne un conjunto de datos sobre ese momento fundacional que vale la pena conocer por la información ofrecida y la originalidad de su trato en la investigación realizada por: Susana Acosta Badillo del Colegio de Historia, donde constata esa fuerza estudiantil para hacer la UNL. Una realidad que observaríamos igualmente en el logro de su Autonomía en los años setenta del siglo pasado: fueron los estudiantes, principalmente, la locomotora para lograr lo que tenemos. Sin embargo, en los últimos 30 años de rapaces políticas económicas Neoliberales, la UANL no ha estado exenta de muy diversas presiones para llevarla fuera del contexto en que originalmente se creó para ser un bastión de desarrollo científico-cultural, Casa del Pueblo y, teniendo como lema: “Mi raza como norma, la humanidad como horizonte”. Y es aquí, donde precisamente, en un país convulso, harto de corrupción e impunidad, donde más de 30 millones de votantes exigieron un cambio y eligieron a Andrés Manuel López Obrador para presidente y su proyecto, para una Cuarta Transformación de México, donde la UANL, debe de izar velas y lanzarse en ese devenir. La UANL, tiene poderosos recursos internos de muy diverso tipo, que bajo una nueva óptica institucional y de un movimiento democrático estudiantil (sin esa fuerza no hay nada), podrá ser parte de ese “Tsunami popular” que exige otro país ¡Zas! Se acabó el servilismo al gran Capital, ni tampoco se puede ser aval de sinvergüenzas que han destruido nuestra metrópoli, estado y país, tenemos todo para ¡Ya! inscribirnos en esa Cuarta Trasformación de México ¡Órale! ¡Adelante Tigres! raurubio@gmail.com

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