martes, 24 de julio de 2018

Parque Rufino Tamayo, en San Pedro, un nicho de aves impresionante…Hay que defenderlo del acalde Mauricio Fernández


RAÚL A. RUBIO CANO
Julio 17 de 2018

Hace días, Jorge Ortiz Mena, vecino de San Pedro Garza García, envió carta al alcalde electo de esa municipalidad, Miguel Treviño, para informarle de la gran trascendencia que tiene para la vida de los ecosistemas del noreste mexicano y en particular, para los sampetrinos, el Parque Rufino Tamayo. Sí, el mismo parque público, que el todavía alcalde, Mauricio Fernández, busca destruir para establecer allí un museo, proyecto que según información del mismos Cabildo sampetrino, es más grande la cafetería que la sala de exhibiciones y, todo por lo visto, en informaciones de redes sociales, a Mauricio le urge terminar esa obra porque tiene serios problemas familiares con su todavía esposa y teme perder su flamante colección al ser esos bienes divididos en tal conflicto; por ello, quiere crear un fideicomiso y así, meter candados a esas colecciones y que los vecinos y la Madre Naturaleza, le paguen sus pretensiones de coleccionista; cuando de hecho, esos bienes, son en rigor de la Nación y no de él, y en todo caso, deberían de estar en un museo de la Nación y no, como un botín personal; una realidad que ya el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debería de intervenir ante el peligro que corren todos esos bienes y que lejos de otorgarle permisos (si es que los tiene ) para que Mauricio los posea, pues, mejor que le entregue un diploma por sus cuidados de los años que tuvo posesión de ellos y, que la Nación los acomode en sus museos y no en museos que afectarán a vecinos, los dineros de esa municipalidad y ecosistemas de la zona. Mire usted, en materia de ecosistemas, Jorge Ortiz, le indicó en esa carta a Miguel Treviño, que el Rufino Tamayo, es un parque muy importante para la asociación eBird, manejada por la Universidad de Cornell en USA y, que a pesar de ser un parque de 8 hectáreas, tiene registrado 192 especies de aves, similar a otros puntos con mayor extensión como el Parque Nacional Cumbres de Monterrey y el Área Natural Protegida de Sierra de Picachos, explicando Ortiz, que esa riqueza de aves en pequeña área natural, es porque coincide el Tamayo con la terminación del corredor biológico tropical de la Sierra Madre Oriental y el inicio del Desierto Chihuahuense y, la Sabana Tamaulipeca, concurriendo así, diferentes hábitats y respectivas especies; agregando, que dicho parque público, es ruta de un corredor migratorio. Además, que en todo México se tiene registradas, 1,110 especies de aves; en el estado de Nuevo León 457 especies de aves de las cuales, 192 (el 42 por ciento), llegan al Tamayo, siendo ello algo extraordinario, debido a su limitada extensión. Todas estas observaciones son el fruto del trabajo de años del Club de Observadores de Aves del Noreste (COANE), el cual fue fundado hace 25 años por don Andrés Marcelo Sada Zambrano, y sesionado en el Planetario Alfa. Defender al Tamayo, es defender la vida de aves, vecinos y presupuesto ¡Órale! raurubio@gmail.com

No hay comentarios: