RAÚL A. RUBIO CANO
Julio 16 de 2018
Hay gente que, en eso de la lucha contra el fracking, no pasan de ser merolicos, y son especialistas en subirse al tren de la insurgencia popular para conducirlo al despeñadero; pero, hay otros que sí son gente seria y van defendiendo sus comunidades a carta cabal, me refiero al doctor Carlos Gómez Flores, cronista de Bustamante, Nuevo León. El 14 de julio del año 2014, en Monitor Político, hace 4 años, comentábamos que en la toma de posesión de la nueva mesa directiva de la Asociación Estatal de Cronistas “José P. Saldaña” encabezada por Gómez, se daba un giro tremendo a la visión discursiva tradicional del ser y quehacer del cronista en este estado, donde la barbarie de unos cuantos y su servilismo imperial, van destruyendo el territorio y la identidad del nuevoleonés, señalando Gómez: “Ante la declinación de los yacimientos convencionales de gas y petróleo, y el aumento mundial de su demanda, empresas multinacionales pretenden explotar en nuestra región el gas de esquisto, mejor conocido como gas shale. Si se aprueban las leyes secundarias de la reforma energética, cuyo análisis se reinició hace cuatro días, pronto se vivirá en muchos municipios rurales del noreste mexicano un dilema socio ambiental surgido por la obtención del gas shale con el método de extracción hidráulica conocido como fracking que implica la inyección de grandes volúmenes de agua a presión sobre la roca denominada lutita con más de 2,500 sustancias químicas entre ellas la sosa cáustica, el bromuro, radio, radón, y cadmio. Sin hablar de los estados vecinos de Coahuila y Tamaulipas que conforman la parte mexicana de la Cuenca de Burgos; en Nuevo León se está previendo la perforación de 172 pozos en su área norte, cada uno requiere de hasta 29 millones de litros de agua para la producción de gas shale, cuando hay 35 millones de mexicanos que el día de hoy tienen poca disponibilidad de agua en términos de calidad y cantidad. Algunos de los municipios nuevoleoneses que están dentro del área prospectiva para el desarrollo del gas lutitas son China, General Bravo, Dr. Coss, Los Aldama, General Treviño, Melchor Ocampo, Los Herreras, Los Ramones, Parás, Agualeguas, Vallecillo, Cerralvo, General Terán, Lampazos y Anáhuac. Con la salud del hábitat natural de estos municipios se pagaría un progreso aparente en el corto plazo, -menos de cincuenta años-, y luego la multitud de migrantes temporales y hasta los mismos pobladores con raíces de antaño, seguramente abandonarían las tierras por yermas. Por algo han prohibido el fracking en países como Francia, Alemania, Bulgaria, Rumania y Canadá entre otros. Amigos, no olvidemos que hay 20 regiones terrestres prioritarias para conservación de los recursos naturales en la Cuenca de Burgos y que dentro de ella existen 8 áreas Naturales Protegidas como la de Cumbres de Monterrey, Maderas del Carmen y Cuatrociénegas…En esta trama compleja los cronistas debemos asumir nuestro papel histórico.” Hoy, la Sierra y el Cañón de Bustamante, están a punto de ser declarados Área Natural Protegida ¡Órale! raurubio@gmail.com
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