RAÚL A. RUBIO CANO
Julio 12 de 2018
Se necesita amar mucho la vida para darles vida a los muertos, y llevarlos siempre presentes para escuchar sus consejos, para aceptar su guía, para nunca dejarlos morir y ello, se logra guardando una reflexión permanente, una lectura diaria del acontecer y porque no –en lo posible- una escritura de esas reflexiones, de tal forma que quede una documentación de esos muertos que siguen vivos y, de esa vida que es vida, sí y sólo sí, se respeta a nuestros muertos y se les integra en el devenir, en la cotidianidad, de los que aún estamos vivos. Esta es una reflexión que en mi persona, deja la exposición del escritor, Jorge Hernández, que ayer por la noche, nos deleitó con una exposición de lo que permitió ser quién es, hablando de los que fueron sus maestros (Carlos Fuentes, Octavio Paz y muchos más) que ahora están muertos, pero que gracias a sus enseñanzas, a sus ejemplos, le han permitido a Jorge Hernández, caminar por la vida y así tener todo un existir lleno de lectura y escritura para entrar en el manejo de varios géneros literarios como el caso del cuento y la novela, algo que también inicialmente, debe mucho a sus abuelas que con sus cuentos le abrieron un bello horizonte para llegar a ser lo que es, un reconocido literato, ganador de muy diversos premios e igualmente, en relación a todo ello, su ingreso al estudio de la historia de nuestros pueblos y su colaboración actualmente con el diario español, El País. Es esta riqueza de la vida de Hernández, en materia de formación literaria, lo que fue la conferencia magistral con que inició la Escuela de Verano 2018 de la Universidad Autónoma de Nuevo León y que a 72 años de la inauguración de este tipo de actividades culturales, iniciadas por Raúl Rangel Frías y el maestro Francisco Zertuche, siguen siendo un momento, año con año, de viva reflexión académica, de investigación y de difusión cultural, las tres grandes funciones de la UANL y que del 9 al 29 de Julio y dentro del marco de los 85 años de la fundación de nuestra Universidad, las ciencias y las artes irán de la mano para deleitar y elevar el espíritu de los universitarios de la UANL y del pueblo de Nuevo León. En el evento, se contó con la presencia del Rector, ingeniero Rogelio Garza y del secretario de Extensión y Cultura, Dr. Celso José Garza, enfocando ambos sus discursos de apertura, en esta edición 2018 de la Escuela de Verano de la UANL, al papel de compromiso social para extender la cultura norestense, como originalmente el maestro Zertuche lo concibió; este compromiso de extensión de la cultura a la sociedad por nuestra Universidad, se registra en su Ley Orgánica desde 1971, como lo señaló anoche el Rector, Rogelio Garza, y que cabalmente, año con año, lo ha estado realizado la UANL ¡Órale! raurubio@gmail.com
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